ENTREVISTA A GUSTAVO FERNÁNDEZ, PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE JÓVENES DESCENDIENTES DE ESPAÑOLES EN ARGENTINA (AJDERA)
“Queremos empezar a generar nuestras propias políticas activas”
La Asociación de Jóvenes Descendientes de Españoles en Argentina (Ajdera) se creó hace apenas dos años y ya cuenta con casi un millar de jóvenes asociados en todo el país. Los jóvenes consiguieron concretar esta iniciativa durante el III Congreso de Jóvenes, cuando se aprobaron los estatutos y se eligió la comisión directiva, que presidió, a lo largo de este año, Gustavo Fernández.
La Asociación de Jóvenes Descendientes de Españoles en Argentina (Ajdera) se creó hace apenas dos años y ya cuenta con casi un millar de jóvenes asociados en todo el país. Los jóvenes consiguieron concretar esta iniciativa durante el III Congreso de Jóvenes, cuando se aprobaron los estatutos y se eligió la comisión directiva, que presidió, a lo largo de este año, Gustavo Fernández. Desde su puesta en funcionamiento hasta hoy, ha llevado adelante una serie de iniciativas tales como la apertura de una oficina de información juvenil, la realización de cursos de formación y la creación de una bolsa de trabajo. Este viernes, día 23, se inaugura el cuarto cónclave juvenil. A lo largo de tres días, analizarán, debatirán y propondrán una serie de alternativas acerca de diversos temas vinculados con su realidad.
‘Galicia en el Mundo’ conversó con Gustavo Fernández sobre lo ya realizado, las expectativas para este congreso y los proyectos en los que la asociación que agrupa a los jóvenes descendientes está trabajando.
Pregunta. ¿Cómo llegan a este cuarto Congreso?
Respuesta. En el primer congreso la idea fue elaborar unas conclusiones que se pudieran hacer llegar a la Dirección General de Emigración para que ésta, a su vez, las implementara en políticas activas.
En el segundo congreso ya se plantea hacer una asociación que se plasma en el tercer congreso.
P. ¿Con qué resultados?
R. Lo que encontramos en los tres primeros congresos es que hay una coincidencia en las conclusiones en determinados temas. Es decir, hay temas recurrentes que los jóvenes han planteado en los tres congresos realizados, aunque la Dirección General está recogiendo las propuestas que hemos hecho poniendo en marcha una serie de programas de ayudas específicos. Por ejemplo, los programas de formación de jóvenes, de inserción laboral. Hay un programa de formación y prácticas laborales destinado a los jóvenes y otros que tienen que ver con la información que se confeccionaron de acuerdo a lo que se venía planteando en los congresos. Además de los programas, la Dirección General empezó a promover la inserción de los jóvenes en las directivas de los centros españoles.
P. ¿Qué expectativas tienen para este congreso?
R. Nuestra idea, a partir de este cuarto congreso, es comenzar a funcionar más como asociación y empezar a generar nuestras políticas activas. La idea es que en cada mesa, los disertantes cuenten su experiencia en la práctica de determinados proyectos que nosotros vamos a tratar de copiar o de generar nuestros propios proyectos a partir de esas experiencias.
Nuestra idea no es proponer los proyectos sino proponer el tema y que las iniciativas surjan de los propios asociados.
Nuestra idea es trabajar canalizando las demandas de los asociados. A principio de año abrimos una convocatoria de proyectos, que recibimos desde todos los lugares del país. Elegimos los que estábamos capacitados para llevar adelante. Lo que tratamos es de no seguir con la vieja estructura verticalista donde una comisión directiva es la que manda y dice lo que hay que hacer sino que la actividad venga de los asociados y nosotros tratar de brindar la estructura par que se pueda hacer.
P. ¿Qué iniciativas están llevando adelante en relación con la inserción laboral de los jóvenes?
R. En el tema de inserción laboral, la Consejería de Trabajo está trabajando muy fuerte en la organización de una bolsa de trabajo, un proyecto que está armándose. Lo que nos pasó es que a medida que nos vamos metiendo en eso, vemos que es más complejo. Por este tema estuvimos trabajando mucho con la gente de la AMIA (Asociación Mutual Israelí), que tiene un servicio de empleo ya conformado, como para ver la experiencia de ellos. Lo que nos dimos cuenta es que una bolsa de trabajo es mucho más que juntar currículums, empresas y hacer el contacto sino que hay que darle un tratamiento desde lo social, lo psicológico, que requiere otra estructura que estamos tratando de empezar a construir. Porque en este país la cultura del trabajo se ha ido perdiendo, especialmente en jóvenes de situación económica precaria y que al no conseguir insertarse pierden el hábito o no lo adquieren y también están los jóvenes que sin estar en una situación precaria tienen la idea del dinero rápido y fácil y no la construcción de trabajo y no el que hay que ganarlo día a día. Esa es una de las experiencias que la gente de la AMIA ha compartido con nosotros.
P. ¿Qué modalidad le están dando a esta bolsa de trabajo?
R. Lo que se encuentran cuando empiezan a juntar curriculums con empresas es que muchas veces no funciona eso porque no hay un apoyo y un seguimiento de la persona que entra a una empresa y también un seguimiento de la empresa de cómo trata a esa persona, y los resultados no siempre son buenos.
De lo que se trata es de crear una estructura que pueda prestar ese soporte a los jóvenes que no saben desenvolverse en un ámbito de trabajo como a los empresarios que a veces no saben tratar a los jóvenes.
A lo que queremos apuntar es a ofrecer un servicio de ese tipo, por medio del cual podamos buscar respuestas a cualquier problema que surja en ese vínculo, joven o trabajador y empresa.
Dentro de nuestras posibilidades y aprovechando la experiencia de gente que ya tiene armadas estas estructuras armaremos algo lo mejor que se pueda.
Por eso también en la mesa de inserción laboral incorporamos gente de otras colectividades como la judía (AMIA) y la italiana. Guillermo Hernández también va a participar ya que es quien está interiorizado y trabajando mucho sobre este tema, para que nos aporte sus experiencias sobre este tipo de sistemas para que los chicos que participan tomen en cuenta a la hora de elaborar las propuestas propias.
P. ¿Desde la asociación están llevando adelante programas formativos?
R. Efectivamente, tenemos programas formativos que están orientados fundamentalmente a dar respuesta a un requerimiento de nuestra gente del interior donde hay muchos jóvenes que están heredando empresas y necesitan herramientas para poder llevar adelante gestiones competitivas. Atendiendo a esto, estamos haciendo hincapié en temas como ‘marketing’, manejo de empresas, desarrollo de productos, etc., es decir, herramientas puntuales que le puedan dar a una pyme o a un pequeño empresario elementos que le permitan competir en el mercado.
P. ¿Cómo se definen los contenidos de los cursos?
R. Son cursos que nosotros contratamos de acuerdo a los contenidos que nos parecen más adecuados. Lo que viene pasando es que desde España –tanto del gobierno central como de las autonomías– se hacen cursos de formación que se ajustan a las necesidades españolas pero no de los lugares en los que se dictan y no resultan todo lo aprovechables que se quisiera. Un ejemplo de esto son los cursos de asistencia para mayores. Quizás en España haga falta, pero acá no van a tener mucha salida laboral porque hay otra realidad. Acá ya hay mucha gente que se lo hace, es un trabajo mal pagado y generalmente se hace en negro. Entonces formar a un residente español en eso no tiene sentido. La idea es que los cursos surjan de un análisis local y nosotros nos encontramos ya con posibilidades de hacer esos análisis y de diseñar programas que satisfagan esas necesidades detectadas.
P. ¿Cómo surge la idea de abrir una oficina de información juvenil?
R. En los congresos se vinieron repitiendo demandas, como la falta de acceso a la información; sobre todo a la gente de interior que le llegaba muy tarde la información sobre becas, programas, etc. Nosotros, atendiendo a esto, abrimos, hace poco, la Oficina del Sistema de información juvenil.
Lo hicimos con la ayuda de la Dirección General de Emigración, que orientó sus programas de ayudas para que nosotros también pudiéramos lograr las ayudas que nos permitieran poner en marcha el proyecto. Además nos han dado un apoyo importantísimo desde el Injuve, que fue quien nos proporcionó el ‘saber hacer’ sobre cómo manejar una oficina de información, nos proporcionó formadores, que la gente que atendiera la oficina estuviera bien formada y la experiencia que tienen ellos de un sistema que ya funciona perfectamente.
P. ¿Qué papel cumple la oficina?
R. Nosotros ofrecemos toda la información que sea atractiva o de interés para los jóvenes, tanto becas, como programas de ayudas, de viajes, todo lo que puede dar respuesta a las necesidades de los jóvenes que de acuerdo a lo que se planteó en los congresos son esencialmente el problema de la inserción laboral, de la formación, etc. Tratamos de abarcar todo eso. Recién estamos empezando a ponerlo en práctica, porque es un sistema que lo que hace es recopilar información de interés de diversas fuentes y centralizarla. Recopilamos información del Gobierno español, del Gobierno argentino, de las Autonomías. La idea es tener la mayor cantidad de información que pueda requerir un joven y también es algo que se va generando de acuerdo a la demanda. Nosotros nos encontramos con un universo que es desconocido para nosotros porque hay un 80% de gente que está alejada o desconectada de sus raíces.
En principio tenemos una empleada, Adriana, que hizo el curso con la gente del Injuve. Atiende de lunes a viernes de 9 a 15 horas, en Viamonte 166, 2º piso.
Tenemos una página de internet que no vamos a relanzar hasta que no tengamos una cantidad de información importante. El lanzamiento será más cerca de fin de año, siguiendo los consejos del Injuve.
P. ¿Qué características tienen los servicios que ofrecen?
R. En breve recibiremos consultas ‘on-line’, a través de un servicio interactivo de nuestra página web. Con esta primera oficina que se abrió en Argentina, y otra que se abrió hace poquito en Uruguay, la idea es crear una red de oficinas de información en América Latina. Ya está proyectada la apertura de oficinas en Perú, en Bolivia, etc. Queremos que haya un ida y vuelta, para poder conocer también sus necesidades ya que se trata de un universo desconocido para nosotros porque son gente que nunca estuvo o que se alejaron de la colectividad; muchos desconocen lo que significa tener una relación con España.
El sistema de información es abierto a todo el mundo. No tiene límites, es un servicio abierto a todos, no hace falta ser socio de Ajdera.
P. ¿Quiénes pueden asociarse a Ajdera?
P. Menores de 35 años, descendientes de españoles. Nosotros para comprobar la descendencia no estamos solicitando una documentación rigurosa. Los que tienen pasaporte y nacionalidad, seguro; pero quienes tengan algún documento que compruebe la nacionalidad de sus padres y abuelos también podrán participar, y si no hay un documento oficial que lo compruebe tienen que dar alguna prueba que nos convenza a nosotros que son descendientes. Nosotros sabemos que hay descendientes que hasta perdieron el contacto de dónde han nacido sus abuelos. Algo que a nosotros nos dé un indicio y nos convenza de que eso es así.
P. ¿Cómo es la relación con los demás centros de la colectividad española?
R. La vinculación con los centros, la más fuerte, es por intermedio de los jóvenes que participan, ya que hay muchos jóvenes que están dentro de los centros y son el vínculo entre la asociación y los centros. El problema central de la juventud y la colectividad es este desentendimiento generacional. Quizá hay cosas de los centros que nosotros no llegamos a comprender como hay cosas que los centros no comprenden de nosotros. Esta asociación lo que tiene son características muy particulares porque está conformada por descendientes de españoles que son argentinos, que no son españoles, que no se tuvieron que ir de su país, todas características que le dan una forma distinta y creo que por eso a veces es incomprendida, como también hay cosas de los centros que nosotros tampoco comprendemos porque nosotros tampoco emigramos, no sufrimos lo que sufrieron, tenemos motivaciones distintas. Digamos que en estas diferencias tratamos de convivir lo mejor posible. No hemos tenido resistencia abierta, sí algunas sutilezas de parte de algunas instituciones.
P. ¿Cuáles son los proyectos más próximos en los que están trabajando?
R. Tenemos proyectado para este año un programa de radio que funcione en la zona noreste argentina, abarcando Chaco, Formosa, Misiones. Allá tenemos un grupo de gente que está trabajando en la parte periodística, queremos aprovechar esos recursos y llevar adelante una acción informativa. Tenemos otro programa que se va a realizar en la zona de San Juan, una acción formativa no presencial relacionada con el manejo de blogs, sistemas de comunicación digital, ciberactivismo. La idea es ponerlo en marcha.
También queremos realizar un censo en la Patagonia. Este es un pedido de los jóvenes de allí porque lo que encontramos en la Patagonia es que es una zona muy extensa y con una población dispersa que hace difícil el trabajo. Allá, por suerte, contamos con dos grupos de jóvenes muy activos; uno en la ciudad de Comodoro Rivadavia y otro en Río Negro, cerca de Bariloche. Son dos grupos que están trabajando un montón y por eso planteamos ese censo para facilitar la conexión entre ellos.
P. ¿La asociación realiza actividades culturales?
R. Tenemos un proyecto que es de arte joven, que es una muestra de arte itinerante de la que se hicieron varias presentaciones este año. La idea es seguir con eso. En relación con la cultura tratamos de apuntar a la información porque encontramos que en la colectividad ya hay mucha actividad cultural. La mayor actividad que se hace en la colectividad, y sobre todo de los jóvenes es actividad cultural. Generar nosotros una agrupación musical habiendo tantas no tiene sentido, pero sí encontramos una demanda de comunicación porque hay muchos canales pero ninguno que centralice todo.
‘Galicia en el Mundo’ conversó con Gustavo Fernández sobre lo ya realizado, las expectativas para este congreso y los proyectos en los que la asociación que agrupa a los jóvenes descendientes está trabajando.
Pregunta. ¿Cómo llegan a este cuarto Congreso?
Respuesta. En el primer congreso la idea fue elaborar unas conclusiones que se pudieran hacer llegar a la Dirección General de Emigración para que ésta, a su vez, las implementara en políticas activas.
En el segundo congreso ya se plantea hacer una asociación que se plasma en el tercer congreso.
P. ¿Con qué resultados?
R. Lo que encontramos en los tres primeros congresos es que hay una coincidencia en las conclusiones en determinados temas. Es decir, hay temas recurrentes que los jóvenes han planteado en los tres congresos realizados, aunque la Dirección General está recogiendo las propuestas que hemos hecho poniendo en marcha una serie de programas de ayudas específicos. Por ejemplo, los programas de formación de jóvenes, de inserción laboral. Hay un programa de formación y prácticas laborales destinado a los jóvenes y otros que tienen que ver con la información que se confeccionaron de acuerdo a lo que se venía planteando en los congresos. Además de los programas, la Dirección General empezó a promover la inserción de los jóvenes en las directivas de los centros españoles.
P. ¿Qué expectativas tienen para este congreso?
R. Nuestra idea, a partir de este cuarto congreso, es comenzar a funcionar más como asociación y empezar a generar nuestras políticas activas. La idea es que en cada mesa, los disertantes cuenten su experiencia en la práctica de determinados proyectos que nosotros vamos a tratar de copiar o de generar nuestros propios proyectos a partir de esas experiencias.
Nuestra idea no es proponer los proyectos sino proponer el tema y que las iniciativas surjan de los propios asociados.
Nuestra idea es trabajar canalizando las demandas de los asociados. A principio de año abrimos una convocatoria de proyectos, que recibimos desde todos los lugares del país. Elegimos los que estábamos capacitados para llevar adelante. Lo que tratamos es de no seguir con la vieja estructura verticalista donde una comisión directiva es la que manda y dice lo que hay que hacer sino que la actividad venga de los asociados y nosotros tratar de brindar la estructura par que se pueda hacer.
P. ¿Qué iniciativas están llevando adelante en relación con la inserción laboral de los jóvenes?
R. En el tema de inserción laboral, la Consejería de Trabajo está trabajando muy fuerte en la organización de una bolsa de trabajo, un proyecto que está armándose. Lo que nos pasó es que a medida que nos vamos metiendo en eso, vemos que es más complejo. Por este tema estuvimos trabajando mucho con la gente de la AMIA (Asociación Mutual Israelí), que tiene un servicio de empleo ya conformado, como para ver la experiencia de ellos. Lo que nos dimos cuenta es que una bolsa de trabajo es mucho más que juntar currículums, empresas y hacer el contacto sino que hay que darle un tratamiento desde lo social, lo psicológico, que requiere otra estructura que estamos tratando de empezar a construir. Porque en este país la cultura del trabajo se ha ido perdiendo, especialmente en jóvenes de situación económica precaria y que al no conseguir insertarse pierden el hábito o no lo adquieren y también están los jóvenes que sin estar en una situación precaria tienen la idea del dinero rápido y fácil y no la construcción de trabajo y no el que hay que ganarlo día a día. Esa es una de las experiencias que la gente de la AMIA ha compartido con nosotros.
P. ¿Qué modalidad le están dando a esta bolsa de trabajo?
R. Lo que se encuentran cuando empiezan a juntar curriculums con empresas es que muchas veces no funciona eso porque no hay un apoyo y un seguimiento de la persona que entra a una empresa y también un seguimiento de la empresa de cómo trata a esa persona, y los resultados no siempre son buenos.
De lo que se trata es de crear una estructura que pueda prestar ese soporte a los jóvenes que no saben desenvolverse en un ámbito de trabajo como a los empresarios que a veces no saben tratar a los jóvenes.
A lo que queremos apuntar es a ofrecer un servicio de ese tipo, por medio del cual podamos buscar respuestas a cualquier problema que surja en ese vínculo, joven o trabajador y empresa.
Dentro de nuestras posibilidades y aprovechando la experiencia de gente que ya tiene armadas estas estructuras armaremos algo lo mejor que se pueda.
Por eso también en la mesa de inserción laboral incorporamos gente de otras colectividades como la judía (AMIA) y la italiana. Guillermo Hernández también va a participar ya que es quien está interiorizado y trabajando mucho sobre este tema, para que nos aporte sus experiencias sobre este tipo de sistemas para que los chicos que participan tomen en cuenta a la hora de elaborar las propuestas propias.
P. ¿Desde la asociación están llevando adelante programas formativos?
R. Efectivamente, tenemos programas formativos que están orientados fundamentalmente a dar respuesta a un requerimiento de nuestra gente del interior donde hay muchos jóvenes que están heredando empresas y necesitan herramientas para poder llevar adelante gestiones competitivas. Atendiendo a esto, estamos haciendo hincapié en temas como ‘marketing’, manejo de empresas, desarrollo de productos, etc., es decir, herramientas puntuales que le puedan dar a una pyme o a un pequeño empresario elementos que le permitan competir en el mercado.
P. ¿Cómo se definen los contenidos de los cursos?
R. Son cursos que nosotros contratamos de acuerdo a los contenidos que nos parecen más adecuados. Lo que viene pasando es que desde España –tanto del gobierno central como de las autonomías– se hacen cursos de formación que se ajustan a las necesidades españolas pero no de los lugares en los que se dictan y no resultan todo lo aprovechables que se quisiera. Un ejemplo de esto son los cursos de asistencia para mayores. Quizás en España haga falta, pero acá no van a tener mucha salida laboral porque hay otra realidad. Acá ya hay mucha gente que se lo hace, es un trabajo mal pagado y generalmente se hace en negro. Entonces formar a un residente español en eso no tiene sentido. La idea es que los cursos surjan de un análisis local y nosotros nos encontramos ya con posibilidades de hacer esos análisis y de diseñar programas que satisfagan esas necesidades detectadas.
P. ¿Cómo surge la idea de abrir una oficina de información juvenil?
R. En los congresos se vinieron repitiendo demandas, como la falta de acceso a la información; sobre todo a la gente de interior que le llegaba muy tarde la información sobre becas, programas, etc. Nosotros, atendiendo a esto, abrimos, hace poco, la Oficina del Sistema de información juvenil.
Lo hicimos con la ayuda de la Dirección General de Emigración, que orientó sus programas de ayudas para que nosotros también pudiéramos lograr las ayudas que nos permitieran poner en marcha el proyecto. Además nos han dado un apoyo importantísimo desde el Injuve, que fue quien nos proporcionó el ‘saber hacer’ sobre cómo manejar una oficina de información, nos proporcionó formadores, que la gente que atendiera la oficina estuviera bien formada y la experiencia que tienen ellos de un sistema que ya funciona perfectamente.
P. ¿Qué papel cumple la oficina?
R. Nosotros ofrecemos toda la información que sea atractiva o de interés para los jóvenes, tanto becas, como programas de ayudas, de viajes, todo lo que puede dar respuesta a las necesidades de los jóvenes que de acuerdo a lo que se planteó en los congresos son esencialmente el problema de la inserción laboral, de la formación, etc. Tratamos de abarcar todo eso. Recién estamos empezando a ponerlo en práctica, porque es un sistema que lo que hace es recopilar información de interés de diversas fuentes y centralizarla. Recopilamos información del Gobierno español, del Gobierno argentino, de las Autonomías. La idea es tener la mayor cantidad de información que pueda requerir un joven y también es algo que se va generando de acuerdo a la demanda. Nosotros nos encontramos con un universo que es desconocido para nosotros porque hay un 80% de gente que está alejada o desconectada de sus raíces.
En principio tenemos una empleada, Adriana, que hizo el curso con la gente del Injuve. Atiende de lunes a viernes de 9 a 15 horas, en Viamonte 166, 2º piso.
Tenemos una página de internet que no vamos a relanzar hasta que no tengamos una cantidad de información importante. El lanzamiento será más cerca de fin de año, siguiendo los consejos del Injuve.
P. ¿Qué características tienen los servicios que ofrecen?
R. En breve recibiremos consultas ‘on-line’, a través de un servicio interactivo de nuestra página web. Con esta primera oficina que se abrió en Argentina, y otra que se abrió hace poquito en Uruguay, la idea es crear una red de oficinas de información en América Latina. Ya está proyectada la apertura de oficinas en Perú, en Bolivia, etc. Queremos que haya un ida y vuelta, para poder conocer también sus necesidades ya que se trata de un universo desconocido para nosotros porque son gente que nunca estuvo o que se alejaron de la colectividad; muchos desconocen lo que significa tener una relación con España.
El sistema de información es abierto a todo el mundo. No tiene límites, es un servicio abierto a todos, no hace falta ser socio de Ajdera.
P. ¿Quiénes pueden asociarse a Ajdera?
P. Menores de 35 años, descendientes de españoles. Nosotros para comprobar la descendencia no estamos solicitando una documentación rigurosa. Los que tienen pasaporte y nacionalidad, seguro; pero quienes tengan algún documento que compruebe la nacionalidad de sus padres y abuelos también podrán participar, y si no hay un documento oficial que lo compruebe tienen que dar alguna prueba que nos convenza a nosotros que son descendientes. Nosotros sabemos que hay descendientes que hasta perdieron el contacto de dónde han nacido sus abuelos. Algo que a nosotros nos dé un indicio y nos convenza de que eso es así.
P. ¿Cómo es la relación con los demás centros de la colectividad española?
R. La vinculación con los centros, la más fuerte, es por intermedio de los jóvenes que participan, ya que hay muchos jóvenes que están dentro de los centros y son el vínculo entre la asociación y los centros. El problema central de la juventud y la colectividad es este desentendimiento generacional. Quizá hay cosas de los centros que nosotros no llegamos a comprender como hay cosas que los centros no comprenden de nosotros. Esta asociación lo que tiene son características muy particulares porque está conformada por descendientes de españoles que son argentinos, que no son españoles, que no se tuvieron que ir de su país, todas características que le dan una forma distinta y creo que por eso a veces es incomprendida, como también hay cosas de los centros que nosotros tampoco comprendemos porque nosotros tampoco emigramos, no sufrimos lo que sufrieron, tenemos motivaciones distintas. Digamos que en estas diferencias tratamos de convivir lo mejor posible. No hemos tenido resistencia abierta, sí algunas sutilezas de parte de algunas instituciones.
P. ¿Cuáles son los proyectos más próximos en los que están trabajando?
R. Tenemos proyectado para este año un programa de radio que funcione en la zona noreste argentina, abarcando Chaco, Formosa, Misiones. Allá tenemos un grupo de gente que está trabajando en la parte periodística, queremos aprovechar esos recursos y llevar adelante una acción informativa. Tenemos otro programa que se va a realizar en la zona de San Juan, una acción formativa no presencial relacionada con el manejo de blogs, sistemas de comunicación digital, ciberactivismo. La idea es ponerlo en marcha.
También queremos realizar un censo en la Patagonia. Este es un pedido de los jóvenes de allí porque lo que encontramos en la Patagonia es que es una zona muy extensa y con una población dispersa que hace difícil el trabajo. Allá, por suerte, contamos con dos grupos de jóvenes muy activos; uno en la ciudad de Comodoro Rivadavia y otro en Río Negro, cerca de Bariloche. Son dos grupos que están trabajando un montón y por eso planteamos ese censo para facilitar la conexión entre ellos.
P. ¿La asociación realiza actividades culturales?
R. Tenemos un proyecto que es de arte joven, que es una muestra de arte itinerante de la que se hicieron varias presentaciones este año. La idea es seguir con eso. En relación con la cultura tratamos de apuntar a la información porque encontramos que en la colectividad ya hay mucha actividad cultural. La mayor actividad que se hace en la colectividad, y sobre todo de los jóvenes es actividad cultural. Generar nosotros una agrupación musical habiendo tantas no tiene sentido, pero sí encontramos una demanda de comunicación porque hay muchos canales pero ninguno que centralice todo.