VISITÓ EL LAR GALLEGO Y EL CÍRCULO ESPAÑOL, PRESIDIÓ UN FORO SOBRE IGUALDAD DE GÉNERO Y SE REUNIÓ CON DOS MINISTRAS

Pilar Pin insta a las mujeres de la colectividad en Chile a luchar por sus derechos

La directora general de la Ciudadanía Española en el Exterior, Pilar Pin, se entrevistó con Carolina Tohá, ministra secretaria general del Gobierno de Chile, en su primera actividad de la agenda desarrollada el pasado miércoles. Esa apretada agenda continuó con una cordial reunión con los directivos de la Corporación Lar Gallego de Chile, entidad que representa en Santiago a los gallegos. Son dos las asociaciones, siendo la segunda en antigüedad, la de Valparaíso, que preside Sergio Pinto Fernández.
Pilar Pin insta a las mujeres de la colectividad en Chile a luchar por sus derechos
Pilar Pin y Carolina Tohá, durante la reunión en el Palacio de la Moneda.
Pilar Pin y Carolina Tohá, durante la reunión en el Palacio de la Moneda.
La directora general de la Ciudadanía Española en el Exterior, Pilar Pin, se entrevistó con Carolina Tohá, ministra secretaria general del Gobierno de Chile, en su primera actividad de la agenda desarrollada el pasado miércoles. Esa apretada agenda continuó con una cordial reunión con los directivos de la Corporación Lar Gallego de Chile, entidad que representa en Santiago a los gallegos. Son dos las asociaciones, siendo la segunda en antigüedad, la de Valparaíso, que preside Sergio Pinto Fernández.
Enseguida, la comitiva se dirigió a la entrevista que sostuvo Pilar Pin con Carmen Andrade Lara, ministra del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), entidad gubernamental que cumple dos misiones simultáneas: propender a la inserción laboral de la mujer y asesorarla activamente en la defensa de sus derechos, protegiéndola de las “agresiones de género”, que son constantes, provocando los horribles femicidios, donde Chile ocupa un lugar preponderante en la triste estadística.
A la una de la tarde, Pilar Pin fue recibida en los hermosos y señoriales salones del Círculo Español, por Francisco Ceresuela, presidente de la Asociación de Instituciones Españolas de Chile (AIECH), junto a directivos de Lar Gallego, Colectividad Asturiana, Colectividad de Castilla y León, Colectividad Madrileña.
La directora general firmó el Libro de Honor del Círculo Español y pronunció una breve y sentida alocución.
Luego, al inicio del almuerzo, Pilar Pin hizo un llamado, dirigido especialmente a las mujeres de las distintas colectividades, a interesarse por asumir el compromiso de luchar por sus derechos, en todos los ámbitos, entendiendo que la democracia debe empezar por la casa. Puso el acento en la necesidad de que ellas se incorporen a las directivas de las diversas entidades y asociaciones, que por una añeja tradición vedaban su acceso a ellas.
Francisco Ceresuela dio una cordial bienvenida a Pilar Pin, manifestando la mejor disposición de la AIECH para llevar a cabo en su seno las iniciativas propuestas en beneficio de la mujer. Destacó la participación activa de varias de ella, haciendo hincapié en su laborioso aporte.
Después de la grata velada, Pilar Pin y Esther Felices se dirigieron a la Sociedad Española de Socorros Mutuos, entidad de beneficencia que destaca por su ayuda a los españoles residentes, en la misma línea de asistencia de Hogar Español.


Foro sobre igualdad de género   
Pasadas las 7 de la tarde se desarrolló el ‘Foro sobre Políticas de Igualdad de Género y el papel de las mujeres descendientes de españoles en Chile’, encabezado por Pilar Pin y moderado por Osvaldo Puccio, ex embajador de Chile en España, intelectual y político de gran trayectoria. Intervinieron en el panel: María de los Ángeles Fernández, directora ejecutiva de la Fundación Chile 21; Teresa Valdés Echenique, presidenta y miembro del Consejo Directivo del Observatorio de Género y Equidad; Elizabeth Gerber, directora de Proyectos de la Fundación Ebert; y Nancy de la Fuente, miembro del Círculo de Profesionales Hispánicos.
Carmen Gloria de Diego Marcet, presidenta de la Colectividad Asturiana de Chile, inauguró el Foro con un breve discurso que resume sus propósitos y alcances:
“Para iniciar mi exposición, permítanme remontarme en el tiempo y trasladarme a la época de la fuerte emigración española a nuestro país. Hay un período muy marcado y que se sitúa desde mediados de 1800 hasta mediados de 1900, ahí se concentra la mayor fuerza migratoria. Los que emigraban, generalmente eran hombres  jóvenes y solteros, que viendo condiciones favorables en el país de destino se organizaron para formar asociaciones con propósitos de ayuda mutua, de beneficencia, de salud, sociales y recreativos. Esos pioneros no sólo fueron el primer paso a lo que hoy es la colectividad española en nuestro país, sino que hicieron hispanidad donde se asentaron. Esos españoles crearon sociedades solidarias para los más necesitados, organizaron centros que constituyen verdaderas embajadas de España y desarrollaron acciones de carácter sociocultural que permitieron en el pasado y siguen permitiendo hoy, que España sea protagonista en Chile y en multitud de rincones del mundo.
Durante muchos años del proceso migratorio, se conocieron variadas circunstancias familiares que permitieron el arribo de las mujeres españolas  a nuestro país. Estos hombres jóvenes y solteros que les mencionaba, al cabo de varios años de esfuerzo y trabajo sin límite, pudieron retornan a la península, se casaban y tenían el firme propósito de radicarse en Chile. Otros inducen la venida de miembros femeninos de su familia, madres, tías, sobrinas, etc. con el objeto de reestructurar en Chile su entorno familiar. Otros deciden casarse por poder con alguna mujer de su comunidad de origen y luego de ello trasladarla hasta el país de acogida. Otros, y por supuesto que en un porcentaje importante  contraen matrimonio con las mujeres de nuestro país que en gran número eran descendientes de españoles.
El rol de estas mujeres en su gran mayoría, era atender la casa, los hijos, el marido y en muchos casos a la familia del marido que llegaba en busca de oportunidades para una vida mejor. Todo giraba en torno a la mesa familiar que se componía de una gran cantidad de comensales, en ella se hacían recuerdos del pueblo, se comentaban las historias del abuelo, se discutía y se alegraban al recordar tantas cosas que les permitían sentirse un poco más cerca de esa patria que los vio partir. La mesa, la comida y la acogida de los patriarcas quedó  grabada a fuego para la gran mayoría de los emigrantes.
Al pasar de los años, ese hombre que emigró y que trabajó en forma honesta, fuerte y dura cumplió junto a su mujer un rol  fundamental en las futuras generaciones de descendientes. A ellos les debemos los que hoy en día son las instituciones españolas en Chile, a ellos les debemos el respeto y la admiración que sentimos todos por nuestros antepasados.
Las cadenas migratorias fueron un proceso fuerte y difícil,  quienes emigraron necesitaban mejorar sus condiciones  y las de su familia que quedaba en su España querida. El rol de la mujer en esta etapa  fue importante, además de ser una dueña y ama de casa muy presente,  fue evolucionando y  logró en forma paulatina integrarse al medio local y al de las instituciones españolas que se lo permitían. Su  participación siempre estuvo condicionada a un segundo plano, la mujer no estaba considerada en los directorios de las instituciones de la época, salvo casos muy puntuales como Hogar Español en el cual la presencia femenina siempre tuvo un rol destacado. En general, la mujer estaba destinada a realizar labores sociales y de beneficencia a través de los comités de damas de las instituciones, estos comités estaban compuestos en su gran mayoría por las esposas de los directores.
Con el paso del tiempo, estos primeros migrantes fueron dando paso a futuras generaciones y es en esta etapa donde la mujer en su gran mayoría descendiente, empieza a tener un rol más protagónico en las diversas instituciones españolas. Estas mujeres se enfrentaban a un gran reto no exento de dificultades, empezaban a percibir que las instituciones las tomaban en consideración, sentían a esa España que vio partir a sus antepasados como propia a pesar de la distancia en el espacio y en el tiempo, querían trabajar por España en Chile, querían mantener, conservar y cultivar las costumbres y tradiciones de la patria de sus antepasados.
Con capacidad de trabajo, tesón, organización y con gran cariño por lo que hace, la mujer empieza a ocupar puestos y roles en la gran mayoría de las instituciones españolas de nuestro país. Se reconoce su valor individual, son un verdadero aporte y soporte de estas instituciones junto a los hombres que ya eran parte de ellas. Al día de hoy tenemos varias instituciones españolas presididas por mujeres, sólo en Santiago puedo mencionarles el Hogar Español, el Lar Gallego, la Colectividad Canaria, el Centro Navarro y mi querida Colectividad Asturiana de Chile, que como bien saben, presido desde hace 5 años convirtiéndome así en  la primera mujer  en su historia que cumple con ese rol. También me gustaría hacer mención a Estadio Español quien hoy nos cobija y que hace poco tiempo se aprobaron los estatutos donde la mujer en su calidad de socia activa podrá ser parte  de su directiva.
Proyectándonos al presente y futuro de las instituciones españolas en Chile,  creo firmemente que  la mujer junto al hombre deben ser parte de ellas. Los directorios de las instituciones españolas en Chile deben estar formados por hombres y mujeres, cada uno tiene un rol que cumplir, cada uno con sus fortalezas y debilidades tienen mucho que aportar. Ambos deben ser la fuerza impulsora y continuadora de la tremenda labor que han realizado y siguen realizando  todas las instituciones españolas en Chile”.
Cerca de las diez de la noche, la numerosa concurrencia, instalada en el amplio auditorio de la Juventud de Estadio Español, ovacionó a las participantes por sus certeras y atinadas intervenciones.


Encuentro entre Pilar Pin y la ministra chilena Carolina Tohá
La directora general de la Ciudadanía Española en el Exterior, Pilar Pin, se entrevistó con Carolina Tohá, ministra secretaria general del Gobierno de Chile, ambas motivadas por comunes ideales de servicio, unidas por la antigua vocación socialista, que hoy renueva sus ímpetus en la lucha por incorporar a la mujer en los espacios públicos, vedados durante siglos a su laborioso quehacer. El siglo XXI consagrará el rápido ascenso de la mujer y su definitiva inserción –equitativa, si no mayoritaria– en el mundo social, político y laboral de Occidente… Así lo comentábamos, al ingresar, en la cálida mañana del 2 de diciembre, al Palacio de la Moneda, en el corazón de Santiago de Chile.
Tanto Pilar Pin como Carolina Tohá han puesto énfasis y coincidido en la universalidad de los valores femeninos y en su decidida proyección para consolidar, sobre todo, los derechos de la mujer, de los jóvenes, de los ancianos, es decir, de los más desvalidos en la añeja sociedad patriarcal. Pilar enfoca su acción a los españoles afincados en Chile, emigrantes originarios, sus hijos y nietos, en su mayoría ciudadanos chilenos enraizados en una patria que viene abriéndoles sus puertas desde el siglo XIX, que los ha acogido como hermanos cuando llegaron con la cruz del desarraigo… Carolina y Pilar recordaron la epopeya del ‘Winnipeg’, y la ministra chilena aludió al gran encuentro que sostuviera la presidenta, Michelle Bachelet, con representantes de la Agrupación Winnipeg, en los patios de La Moneda, el pasado 2 de septiembre, cuando se conmemoraba el septuagésimo aniversario del arribo del “barco de la esperanza” al puerto de Valparaíso.
Carolina Tohá pidió a Pilar Pin y a Esther Felices, consejera de Trabajo, mayor información acerca de la estructura e implementación concreta de las políticas que favorecen en España los derechos de las mujeres y propenden a la igualdad de género. “Nuestra legislación al respecto es muy completa –respondió Pilar Pin–, y estamos en la vanguardia europea, lo que no significa que aún hay mucho camino por andar, porque la base jurídica no siempre va a la par de la conciencia social que ella requiere. Es necesario educar a las mujeres, a los hombres, a los jóvenes, porque la rémora de un pasado de abusos e injusticias sigue pesando en la sociedad española”.
“Vivimos en Chile una situación parecida”, afirmó Carolina Tohá, pese a grandes avances en esta materia, gracias al empuje y decisión de la presidenta Bachelet, porque la mayor dificultad estriba en la aplicación de las leyes por parte de la policía y de los organismos de justicia, renuentes a entender y asimilar las nuevas realidades del mundo.
Conversaron acerca de las colectividades hispanas de Chile y tocaron también los temas de emigración, que ahora afectan a los latinoamericanos en Europa. Pilar Pin resaltó la acogida real y concreta que España ha dado y otorga hoy a los cientos de miles de inmigrantes de América, más allá de cierta estridencia publicitaria en los medios cuando se producen hechos puntuales que no son la tónica predominante.
Al concluir la reunión, ambas acordaron articular los mecanismos institucionales de sus respectivas entidades, para iniciar tareas comunes de intercambio, potenciando los ámbitos de mutua cooperación, entendiendo que los derechos humanos constituyen un patrimonio universal y que las mujeres suelen entenderlo así, desde tiempos inmemoriales y más allá de las fronteras.