Según aseguró el director general de Cooperación con el Estado y la Unión Europea, en el pleno del CGCEE

La nueva Estrategia Madrileña de Emigración atenderá el retorno de sectores especialmente vulnerables

El director general de Cooperación con el Estado y la Unión Europea de la Comunidad de Madrid, José Francisco Herrera Antonaya, dio a conocer al pleno del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE) los resultados del análisis de la Estrategia Madrileña de Emigración que llevó a cabo su departamento entre 2017 y 2021, en que se recoge que los madrileños del exterior “no perciben un especial problema para su retorno, salvo el caso de sectores vulnerables a los que vamos a atender de manera especial con la nueva Estrategia”, que también tendrá especialmente en cuenta a los emprendedores y a los investigadores.

La nueva Estrategia Madrileña de Emigración atenderá el retorno de sectores especialmente vulnerables
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Un momento de la intervención ante el CGCEE director general de Cooperación con el Estado y la Unión Europea de la Comunidad de Madrid, José Francisco Herrera Antonaya.

José Herrera, que se mostró de acuerdo con muchas de las propuestas que han presentado los consejeros generales y muchos de los representantes de las comunidades autónomas, aseguró que de los datos “se pueden extraer conclusiones muy interesantes respecto a las características específicas de la emigración madrileña que la hacen muy diferente a la proveniente de otras comunidades autónomas”.

Según explicó, la emigración madrileña es “más reciente, más joven y, relativamente, más cualificada, porque como bien conoce todo el mundo la Comunidad de Madrid es una comunidad de acogida y tradicionalmente ha recibido tanto a personas de otras comunidades autónomas como de países del exterior y eso sigue ocurriendo en ese preciso instante”.

Los países de destino más habituales de los emigrantes madrileños son Francia, Estados Unidos y Reino Unido. “Esto hace –dijo Herrera– que cuestiones como el Brexit a finales de 2019 generara una especial incertidumbre y un esfuerzo añadido a la hora de intentar ayudar y coordinar a los miles de madrileños que se vieron desasistidos por el Gobierno central cuando el día 28 de diciembre no sabían qué iba a ocurrir tres días después con sus derechos mientras que otros países de la Unión Europea había resuelto ese problema con meses de antelación”.

“Además de ser más joven, más cualificada y más reciente, es una emigración voluntaria, limitada en el tiempo y vinculada a la búsqueda de mejores opciones formativas o laborales”, afirmó el director general, quien explicó que al percibir su estancia en el exterior como algo temporal, la colectividad madrileña no se inscribe en los consulados y está menos organizada, lo que dificulta la tarea que las ayudas que tiene la Comunidad de Madrid lleguen hasta ellos.

Herrera explicó que la emigración madrileña es un fiel reflejo de una región en la que el 43% de los ciudadanos no han nacido en ese territorio y por eso la mayoría de los emigrantes de Madrid “están menos identificados con lo madrileño y más identificados con lo español”.