El experto en Emigración de la UNED de Zamora anuncia que se realizará una segunda edición

Juan Andrés Blanco destaca el “nivel de calidad” de los trabajos presentados al I Premio de la Emigración Española

El director de la Cátedra Población, Vinculación y Desarrollo del Centro de la UNED en Zamora, Juan Andrés Blanco, destaca el nivel de los trabajos presentados al I Premio de la Emigración Española. “Lo que me dice el jurado y por lo que hemos podido ver”, asegura, “es que el nivel de calidad ha sido muy alto, de tal manera que además del primer premio y el accésit, en algunos casos, se han establecido una serie de menciones que son sólo honoríficas”.

Juan Andrés Blanco destaca el “nivel de calidad” de los trabajos presentados al I Premio de la Emigración Española
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Juan Andrés Blanco.

Blanco presentó, junto con el subdirector general de Emigración, José Julio Rodríguez, y otras autoridades, este galardón que pretende recuperar la memoria de los españoles que tuvieron que emigrar.

La valoración de esta primera edición es “muy positiva, de tal manera que hemos propuesto a la Secretaría de Estado de Migraciones que se haga un segundo premio”, ya que hubo personas que se quedaron fuera porque no tuvieron tiempo o porque, al ser la primera edición a nivel nacional, no se enteraron. En la segunda edición, “estoy seguro de que va a haber una participación mucho mayor”.

En este I Premio, se presentaron un total de 85 trabajos, de los que 72 fueron en la modalidad de relatos autobiográficos; 5, en cartas o epistolarios; 3 en álbumes o colecciones de fotografías y 5, en audiovisuales.

“También es significativa la distribución, hay una importante participación de Cuba y Argentina y así se ha reflejado en los premios”, explica Blanco, quien destaca que algunos trabajos significativos “tienen que ver con esa emigración política, el exilio, que también es muy importante” y que haya otras cosas “más llamativas” como el trabajo audiovisual de ‘Indianos d’Azucre’, de Pablo Cueto, sobre la emigración asturiana a Australia.

En todo caso, el director de la Cátedra comenta que en los trabajos está muy presente la emigración gallega, la asturiana, la castellana y leonesa y, curiosamente, la aragonesa e incluso la andaluza.

Blanco hace hincapié en que “nos queda mucho por recoger” sobre todo en el campo del audiovisual y recuerda que en los años 20 “hay unos testimonios en película que tienen que ver las asociaciones y las películas que hacen para que luego fueran visualizadas en sus lugares de origen”.

“Conocemos muchas que existen y sin embargo tenemos ejemplares de pocas de ellas”, asegura el director de la Cátedra Población, Vinculación y Desarrollo del Centro de la UNED, quien reconoce que “nos queda mucho que recoger antes de que se estropeen del todo porque hay un riquísimo patrimonio que tenemos que recoger, digitalizar, adaptar a las herramientas, pero es muy importante que no se pierda”.

Además, Blanco también advierte de que muchos de los testimonios directos están a punto de perderse porque es gente muy mayor, ya que las últimas emigraciones importantes a América se dieron en los años 60 a Venezuela. “Hay que aprovechar la emigración directa pero también el testimonio de los propios hijos porque el emigrante siempre repite la referencia a la vinculación del lugar del que salió”, explica Blanco, quien subraya que “muchas veces, incluso marcado por su formación –que sabían leer, escribir y poco más–, quienes han mantenido los recuerdos son sus propios hijos”.

Otra de las cosas que destaca que ha sucedido en el Premio vinculado a Castilla y León y que supone que va a suceder con este “es que la familia se reúne para recordar”. “Lo que son los testimonios más directos o los objetos se los queda un hermano, pero es una historia que tienen compartida entre todos”.

Juan Andrés Blanco destaca que todavía queda por recuperar una parte importante de la documentación de las asociaciones, pero también “queda mucha documentación en los lugares de donde salieron” los emigrantes y que está olvidada en desvanes, baúles o maletas, pero “los medios actuales de digitalización nos permite reproducirla y garantizar” su conservación, porque “es una parte importante de lo que es la memoria colectiva de buena parte de España y no digamos de territorios como pueden ser Galicia, Asturias y Canarias, pero también de Castilla y León y de alguna manera Cataluña y otros”.

Premiados

En la modalidad de relatos autobiográficos ha sido premiada Edelmira Tojeiro Marrero por ‘Hija de gallego. Vivencias de una cubana’, mientras que el accésit fue para María Victoria Trigo Bello, por ‘Espigas al otro lado del mar’. En esta modalidad se hicieron menciones honoríficas a María Diéguez Melo, por ‘Un bebé que lloraba’; Helena González, por ‘Apuntes para una historia familiar’; Beatriz Celina Gutiérrez Gómez, por ‘Semblanza de mis cuatro abuelos’; Celia Otero Ledo, por ‘Historia de la emigración española’; Jorge Roca, por ‘Años de orfandad’; y Jesús Villarino Pérez, por ‘Emigrando a los cincuenta’.

En la categoría de cartas o epistolarios, el jurado ha premiado a María Xosé Vázquez Lojo por una colección de cartas a José Pérez Vaqueiro y el accésit recayó en ‘Cartas de un exilio: Félix Gil Mariscal’, de Pablo José Abascal Monedero.

En la modalidad audiovisual, el primer premio fue para la película documental ‘La tierra llama’, de Tana Garrido, mientras que el accésit lo obtuvo la cinta ‘Indianos d'Azucre, de Pablo Cueto Parcero. La mención honorífica fue para Alejandro Zapatero, por ‘Mis recuerdos abreviados’.

Por último, en la modalidad de álbumes fotográficos, el premio ha recaído en María Aurora y Joaquín Domingo Pérez Guardamino por ‘Paisano’. El accésit en esta categoría fue para ‘Conózcanos: somos Nieto’, de Justa Zulema Nieto.

El jurado estuvo formado por profesionales de reconocido prestigio en el mundo de los estudios migratorios, algunos con mucha experiencia en este tipo de convocatorias, tanto en las diferentes convocatorias de los premios Memoria de la Emigración Zamorana y Castellana y Leonesa promovidas por el Centro de la UNED de Zamora, como en otros certámenes relacionados con la memoria y las historias de vida. Lo componían José Ignacio Monteagudo Robledo, de la Universidad Federal de Integración Latino-Americana Foz do Iguaçu (Brasil); Blanca Azcárate Luxán, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia; María del Carmen López San Segundo, de la Universidad de Salamanca; Eduardo Margareto Atienza, periodista y director de cine documental; y Juan-Miguel Álvarez Domínguez, del Centro de Estudios de la Emigración Castellana y Leonesa, de la UNED de Zamora en calidad de secretario.