Es el presidente de la Confederación Internacional de Casas Regionales de Castilla y León

Fernando Guerra: “El Congreso de Burgos centrará la atención en la ayuda que los centros deben prestar a los mayores”

Representantes de 95 casas regionales de Castilla y León repartidas por todo el mundo se darán cita del 16 al 18 de mayo en Burgos para participar en el III Congreso Internacional de centros castellanos y leoneses en el exterior, que organizan la Confederación Internacional de Casas Regionales y la Junta. La convocatoria servirá para continuar con la senda iniciada durante el celebrado en 2023 en Salamanca, que el presidente de la Confederación, Fernando Guerra, calificó como un “hito” en la historia del asociacionismo de esta comunidad autónoma.
Fernando Guerra: “El Congreso de Burgos centrará la atención en la ayuda que los centros deben prestar a los mayores”
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Fernando Guerra, como presidente de la Confederación, es el máximo responsable de la organización del Congreso.

Castilla y León cuenta con 124 casas regionales repartidas por España y por el extranjero que juegan un importante papel en la conexión que se debe establecer entre la comunidad autónoma y los que residen en el exterior. La labor que realizan para mantener vivas las costumbres y el patrimonio de la región está siendo implementada con actuaciones de fomento de la participación de los jóvenes en las mismas, así como en prestar atención a las necesidades de los mayores, según el presidente de la Confederación de Casas Regionales en el Exterior, Fernando Guerra.

Pregunta. ¿En qué van a centrar el contenido de este III Congreso Internacional?

Respuesta. Pretendemos hacer un repaso del trabajo realizado por las Casas de Castilla y León desde que tuvo lugar el Congreso de Salamanca (en octubre de 2023) y buscar la socialización de las personas en torno a estas instituciones. Pero en lo que se va a hacer mucho hincapié es en la atención a los mayores, para ayudarles en la soledad, proporcionándoles acompañamiento, así como acogida en las instituciones y para acercarlos a las administraciones. Otras cuestiones en las que nos centraremos será en facilitar información y ayuda a los socios, además de en la divulgación cultural, científica, cuidado de la salud y conocimiento de la historia y del patrimonio de Castilla y León, pero también de España y del mundo en general.

P. ¿Qué medidas piensan adoptar para acercar la comunidad autónoma a los que residen en el exterior a través del conocimiento?

R. En el conocimiento de Castilla y León juega un importante papel la organización de viajes y visitas a las distintas provincias y localidades del territorio, así como de España. Todo ello va relacionado con nuestra intención de revindicar la identidad castellana y leonesa de los que estamos fuera, muchos de los cuales lo vivimos con la misma intensidad que los que dentro. Pero, partimos de un hecho, y es de que, a veces, se desconocen las grandes aportaciones de los castellanos y leoneses a la historia de la propia comunidad, de España o del mundo, de ahí que queramos reivindicar también ese hecho.

P. ¿Qué protagonismo tendrá en el Congreso de Burgos la idea de incentivar la participación de los jóvenes en las instituciones?

R. De ese problema se habla desde que las casas son casas. El relevo generacional siempre está sometido a debate y siempre es deficitario, porque cuando las personas pueden dedicarse al mundo de las casas es cuando ya tienen afincado y bien fundamentado su proyecto de vida, y eso no se produce antes de los 45 o 50 años. Nosotros nos estamos planteando mucho la incorporación de los jóvenes a las casas y, de hecho, en este Congreso, como en el anterior, va a haber otro grupo de trabajo que se ocupará de abordar las relaciones y motivación en las entidades de la colectividad de los jóvenes que tienen que ver con Castilla y León.

P. ¿Cuáles son las medidas que se piensan adoptar para seguir despertando la motivación entre los jóvenes?

R. Esa es la piedra angular de la gestión. Los que ahora estamos en las casas y tenemos a los hijos y nietos vinculados a ellas sabemos que a los jóvenes hay que motivarlos para que vuelvan, pero no solo para que desempeñen labores administrativas, sino también reclamando su presencia. No podemos tener casas virtuales, sino que tiene que haber una sede física donde hacer actividades, y también adecuadas al mundo digital, pero con elementos y herramientas que sirvan a las pretensiones de los jóvenes.

En este sentido, tengo que decir que la Junta de Castilla y León ha hecho un esfuerzo grande y ha dotado a todas las casas de una subvención para que puedan tener un ordenador o equipos informáticos que les permitan adaptarse y mantener por esa vía relaciones digitales con la Administración o con cualquier otra entidad. Lo que hace falta ahora es darle más contenidos para que atraigan a los jóvenes.

P. ¿Han percibido alguna mejora en la incorporación a las casas de ese sector de la colectividad desde la celebración del último Congreso?

R. En todo lo que tiene que ver con nuestras casas en América, por supuesto que hubo una afluencia de jóvenes muy importante, lo que hace que estas sean muy dinámicas. Sin embargo, en el ámbito peninsular, aunque se están haciendo esfuerzos y ha habido avances –con la incorporación de gente joven, y también de actividades, como senderismo, clubes de lectura, etc.– hay que reconocer que no tanto. Ahora, en el Centro Castilla y León de Cantabria, que presido, se ha puesto en marcha un club de ajedrez al que asisten una veintena de personas y cada vez se están incorporando más jóvenes. Incluso se está proyectando abrirla a los niños, para que sea una actividad que, aparte de formativa y deportiva, sea un enganche con el centro y también con lo que es y representa Castilla y León. En otras comunidades autónomas, como es el caso de Madrid, también se está buscando mucho la participación de los jóvenes.

P. Dice que en esta ocasión van a hacer mucho hincapié en el tema de los mayores. ¿Qué les van a ofrecer?

R. De los mayores nos preocupa la parte de la soledad, que no es deseada por nadie. La soledad puede traer momentos muy positivos, porque es muy importante estar solos, pero también puede producir depresiones, tristeza, angustia... Y en ese apartado las casas han estado trabajando toda la vida y lo van a seguir haciendo, porque ese es su sentido. Es muy satisfactorio ir a una casa y ver a personas que están jugando a las cartas, en una tertulia, o leyendo la prensa sentados unos con otros, o tomándose un café. Esas costumbres es muy importante no perderlas. Por nuestra parte, las casas hacen el efecto de acogida, porque les ayudamos, le damos información sobre asuntos que tienen que ver con las administraciones y todo eso les viene muy bien a los mayores para sentirse amparados.

P. ¿Cómo calificaría las políticas de la Junta de Castilla y León en materia de emigración?

R. La Junta, en colaboración con la Cámara de Comercio y con la patronal, está haciendo un esfuerzo importante, tanto en materia de retorno –ayudando en la búsqueda de empleo de los recién llegados o para los que quieren iniciar un negocio como autónomo– como con los programas de regreso de personas de cierta edad, para encontrarse con sus familiares. A ese respecto, nosotros hemos ayudado lo que hemos podido. También convoca becas para formación y creo que está haciendo todo lo posible para atraer gente, porque Castilla y León es una de las comunidades de la España vaciada donde se necesitan personas para distintos trabajos o profesiones. Que se puede hacer más, seguro, pero que se están haciendo cosas, también.

P. ¿Hay margen entonces para implementar nuevas actuaciones?

R. Lo que nosotros vemos es que están haciendo gestiones para entrar en contacto con el mundo empresarial de los que trabajan en el exterior en distintos ámbitos, lo que puede constituir otro punto de unión con las casas para potenciar el retorno a la comunidad o mantenerse en un ámbito cercano a los hijos y familiares y que estos les puedan abrir camino en su tierra de origen.

P. En el caso concreto de Castilla y León, ¿cómo definiría la vinculación de los que están fuera con su lugar de origen?

R. Yo creo que en esta España nuestra hay una desvinculación fuerte de la tierra de origen, sobre todo en el ámbito peninsular. A los que vivimos en cualquier otra comunidad española, el hecho de que no podamos participar en las votaciones autonómicas y solo en las generales, es algo que nos desvincula de la tierra de origen.

Después, también hay algo importante que creo que Castilla y León no está haciendo mal, que es potenciar el conocimiento de su historia, aunque quizá se tenga que llegar más allá, porque la aportación de esta comunidad autónoma al patrimonio cultural, artístico, social en España y en el mundo, ha sido importante. Lo que sucede, y esto es así en todas las autonomías, es que los que están fuera lo viven con más apego, mientras que los que están dentro, lo dan por supuesto.

P. ¿Qué grado de satisfacción les proporcionó el Congreso de Salamanca?

R. Ese encuentro fue todo un hito, porque llevábamos 12 años sin vernos, con lo cual, la desvinculación era todavía mayor. Hasta entonces, cada entidad hacía sus actividades que, de vez en cuando, leías en algún periódico, como es este, pero no había una comunicación de los problemas ni tampoco de las alegrías, que también las hay.

El Congreso de Salamanca fue muy importante para saludarse, reconocerse y poner en común la actividad de las casas con sus acuerdos. El Congreso de Burgos, después de casi dos años, va a aclarar los caminos iniciados e indagar en hitos que nos permitan caminar y ponernos al día en esta sociedad en la que nos encontramos, desde el punto de vista empresarial, cultural y de las comunicaciones, pero también en el mundo de las relaciones inmediatas y de las necesidades de los mayores, que también hay que atenderlas.