Entre otros proyectos, colabora con la Academia Española de Formación (AEF)

La catalana Fundació Can Gelabert apoya un programa de formación para emigrantes mayores en Alemania

La ‘Fundació Privada Can Gelabert’, con sede en Barcelona, es una entidad sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es prevenir la exclusión social de las personas más vulnerables y desfavorecidas de la sociedad. Entre otros proyectos, colabora en Alemania con la Academia Española de Formación (AEF) de Bonn, apoyando la realización de los seminarios de ¡Adentro!, un programa de formación para emigrantes mayores hispanohablantes.

La catalana Fundació Can Gelabert apoya un programa de formación para emigrantes mayores en Alemania
Carmen Salinas durante el seminario
Carmen Salinas, durante el último seminario.

La ‘Fundació Privada Can Gelabert’, con sede en Barcelona, es una entidad sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es prevenir la exclusión social de las personas más vulnerables y desfavorecidas de la sociedad. Entre otros proyectos, colabora en Alemania con la Academia Española de Formación (AEF) de Bonn, apoyando la realización de los seminarios de ¡Adentro!, un programa de formación para emigrantes mayores hispanohablantes, colectivo frágil y con frecuencia olvidado por las instituciones del país de residencia y del propio.

Promueve esa colaboración Carmen Salinas, directora de la Fundació Can Gelabert desde 2008, quien participa activamente como docente en la concepción, desarrollo y evaluación de los seminarios para mayores de la AEF. En tres seminarios anuales, se forma durante un periodo mínimo de tres años a personas hispanohablantes de ambos sexos, generalmente mayores de 45 años, como animadores socioculturales y se les capacita para transferir, actuando de multiplicadores, los conocimientos adquiridos a otros emigrantes en centros de día y otras agrupaciones de mayores en sus lugares de residencia. Salinas imparte ponencias, dirige grupos de trabajo y apoya iniciativas orientadas a mejorar el bienestar de los emigrantes tras la jubilación, mantenerles informados sobre derechos socio-jurídicos que les incumben y reforzar su autoestima y autonomía personal.

El programa ¡Adentro!, que comenzó en 1994 como un proyecto experimental de la AEF, con acompañamiento científico del Instituto de Gerontología de la Universidad de Dortmund, está hoy largamente consolidado y cuenta con reconocido prestigio dentro y fuera de Alemania.

La directora de la Fundación dirigió un seminario sobre compatibilidad de trabajo y familia

Carmen Salinas, licenciada en Derecho y Psicología, ofrece también en Alemania ponencias en seminarios que no van orientadas exclusivamente a los mayores. En el marco de una Jornada de Estudios organizada el pasado mes de junio por la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia en la República Federal Alemana (CAEPF), en colaboración con la Academia Española de Formación, la Fundació Can Gelabert y la Cruz Roja alemana, desarrolló el tema: “La educación de los hijos en la familia, ¿compatible con la vida laboral?”. El título fue el hilo conductor del seminario, que “lamentablemente”, según Salinas, no despertó interés entre los hombres asistentes a esa Jornada. La psicóloga y jurista expuso las posibilidades que se ofrecen para poder conciliar la vida laboral con la atención familiar, qué regulaciones hay al respecto, cuáles son las lagunas existentes en los ámbitos legal, institucional y laboral y qué cambios serían necesarios para que la conciliación fuera realmente posible. Tras una breve mirada retrospectiva al rol de las mujeres en pasadas épocas, se refirió a su situación actual y nuevos roles, e hizo mención de las acciones personales, sociales, institucionales y empresariales que conducirían a una sociedad más igualitaria y justa.

El dilema, profesión o familia

Para las mujeres jóvenes se plantea con frecuencia el dilema de elegir entre la profesión o la familia, pues ven ambas cosas difícilmente factibles. Según la ponente, sería por ese motivo que muchas postergan la maternidad o renuncian a ella, al ver esa etapa de la vida como una ruptura o un riesgo para su desarrollo profesional. “Esta posición se observa especialmente en mujeres con formación académica”, dijo. Para atajar esa tendencia y favorecer la natalidad habría que organizar el entorno social de forma que permita conciliar profesión y familia a mujeres y hombres por igual. Para ello sería necesario ofrecerles plazas suficientes para sus niños en las guarderías, flexibilizar en mayor medida los horarios laborales y garantizar un reparto de roles equitativo entre hombres y mujeres a todos los niveles. El compromiso entre las generaciones tendría también capital importancia para que la familia funcione. La conciliación familiar, laboral y personal aportaría, no sólo bienestar a la familia, sino también beneficios a los empresarios, como ya se habría demostrado en empresas alemanas modélicas, en las que se constató que las madres y padres que disfrutan de los beneficios de la conciliación pueden concentrarse mejor en el trabajo y su rendimiento es mayor.

Mujeres en riesgo de pobreza

Uno de los problemas frecuentes con que se encuentran las mujeres, tras una pausa laboral prolongada para atender a la familia, es que al reincorporarse al trabajo se ven obligadas a comenzar de cero en muchos casos. Según la última encuesta de la empresa de estadísticas, ‘Statista’, sobre conciliación de trabajo y familia en Alemania , el 72 por ciento de las madres encuestadas con hijos menores de 18 años opinaba que la conciliación en este país no es fácil. Para tener más tiempo para los hijos, algunas trabajan a tiempo parcial, o renuncian a su anterior profesión y realizan miniempleos, con consecuencias negativas para su futuro, pues en esa posición apenas tienen posibilidades de ascenso y, al percibir sueldos reducidos, corren mayor riesgo de caer en la dependencia económica y gozan de menor protección. Este es el caso de bastantes madres solteras o divorciadas que educan a sus hijos solas, y de las que por cuidar a sus padres mayores, u otros parientes dependientes, reducen su jornada laboral o dejan el trabajo. Estas mujeres, al llegar a la edad de la jubilación tendrán pensiones insuficientes y corren riesgo de vivir en la pobreza. La ponente subrayó el hecho significativo de que la mayoría de las personas empleadas en el sector de salarios bajos en Alemania sean mujeres, “no en vano se dice que la pobreza tiene cara de mujer”, comentó. Se refirió también a las mejoras que suponen las nuevas leyes aprobadas por el Gobierno alemán a partir de enero de 2015, que protegen a las familias con hijos y a las personas que cuidan a familiares dependientes, favorecen la conciliación y regulan la participación igualitaria de la mujer en puestos directivos del sector público y privado. Como evolución positiva hacia la igualdad, resaltó también que cada vez más empresarios en este país consideren la conciliación como un tema importante para sus empresa, flexibilicen el horario laboral y ofrezcan igualmente permisos de maternidad y paternidad.

Permisos de paternidad poco solicitados

Según una publicación de septiembre de 2015 del Ministerio Federal para Familia, Mayores, Mujeres y Juventud sobre el tema de la conciliación, el 75% de los padres trabajarían menos y el 84% de las empresas del país esperarían que más hombres hagan uso de las ofertas de los permisos de paternidad que ofrecen, pero la mayoría no los solicitan por temor a las consecuencias para su carrera o presionados por los conceptos persistentes en la sociedad sobre hombres que se dedican a tareas tradicionalmente femeninas. En una presentación virtual, Carmen Salinas mostró ejemplos de padres modélicos premiados y de madres que trabajan fuera del hogar, comentando la visión negativa que se sigue teniendo de ellas por no ocuparse totalmente del cuidado de los hijos, así como la presión social y emocional a que se sienten sometidas y el acoso que sufren en el trabajo. En ese sentido, matizó como, desde el punto de vista laboral, a los hombres ser padres no les perjudica, en cambio, a las mujeres el ser madres sí.

Ayudas a las familias

Por su importancia, la jurista enumeró las ayudas y regulaciones legales existentes en Alemania para apoyar a las familias, comparándolas con las de España, y dio los últimos datos sobre los subsidios por hijos, a los que todos tienen derecho, independientemente de sus ingresos, y sobre la rebaja fiscal para familias con hijos, de la que los que más se benefician son los que más ganan. Desde el 1 de enero de 2016, la cuantía del subsidio por hijos en el país germano es para el primero y segundo hijo de 190 euros, para el tercero de 196 y para el cuarto y siguientes de 221 euros mensuales.

Fueron también tema del seminario el rol de las madres emigrantes en la educación de sus hijos durante la primera etapa de la vida y su decisiva importancia para el desarrollo del bilingüismo, así como la relevancia de la calidad de guarderías y educadores para el bienestar, la formación y el fortalecimiento de la personalidad de los pequeños.

Conclusiones

El grupo de participantes aportó experiencias personales y opiniones sobre los temas abordados, reconoció la necesidad de que las propias mujeres se impliquen en cambiar la sociedad en positivo, empezando por la educación igualitaria de los hijos, y de que exijan a instituciones y empresas que se lleven a la práctica las normas legales que las favorecen, que “existen pero no se cumplen”, subrayaron. En conjunto, formularon las conclusiones de la ponencia y coloquio final, resumiendo que aunque los derechos que conlleva la conciliación de la vida familiar, personal y profesional afectan a todos por igual y son fundamentales, las mujeres no gozan de ellos todavía. En ese sentido, sería necesaria una mayor sensibilización de los actores sociales y, al ser la educación y atención familiar igualmente responsabilidad de los hombres, “la corresponsabilidad” en el reparto de tareas de las parejas sería imprescindible y su falta no se podría comprender en una sociedad civilizada. Una mejora en las políticas sociales, unas leyes sociolaborales realmente conciliadoras y una igualdad de oportunidades real, serían el camino hacia una sociedad más justa y con mayor bienestar.