Los exiliados españoles que viajaron en el ‘Winnipeg’ celebraron el 70º aniversario de su llegada a Chile

Exiliados españoles que dejaron Francia rumbo a Chile a bordo del ‘Winnipeg’ y con la personal intervención del poeta y diplomático chileno Pablo Neruda conmemoraron el pasado jueves en la Casa de América en Madrid el 70º aniversario de aquel viaje, en un acto en el que participaron Montserrat Julió, actriz y viajera del barco; Diego Carcedo, periodista y escritor, que ha hecho una obra sobre la travesía de la emblemática nave; y el concejal del Ayuntamiento de Madrid y dirigente del PSOE Pedro Zerolo. Intervinieron además el embajador de Chile en España, Gonzalo Martner, y algún otro pasajero del barco.
Entre estos últimos se hallaba Elena Castelo, que estuvo acompañada por su madre y, recordó, fue la más pequeña que entró en él pero no la que salió, pues durante la travesía hubo algún nacimiento, como el de América Winnipeg.
También la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, estuvo presente mediante una carta dirigida a Matner para, a través de ella, “saludar a todos quienes están participando de la conmemoración de los 70 años del arribo del ‘Winnipeg’ al puerto de Valparaíso”, una epopeya que, recordaba, estuvo “ligada indisolublemente a la figura de Pablo Neruda, cónsul de Chile en España por ese entonces, quien más de una vez dijo que el rescate de los refugiados españoles era la obra más importante de su vida”, así como la de los dirigentes chilenos del momento.
Bachelet señaló que aquellos exiliados encontraron en Chile una segunda patria y contribuyeron a enriquecer su acervo cultural y a construir su fisonomía actual. Se refirió al ‘Winnipeg’ como símbolo y expresión de la solidaridad humana e hizo un llamamiento a defender los derechos humanos y rechazar la arbitrariedad. Apuntó asimismo que “los chilenos aprendimos de España para reencontrarnos también en la libertad después de nuestra propia tragedia”.
Diego Carcedo explicó cómo Neruda conoció la situación de los refugiados españoles en Francia a través de una carta de Rafael Alberti y se dirigió al presidente chileno, que le envío a aquel país a por ellos y los avatares que vivió hasta conseguirlo.
Montserrat Julió relató la odisea de su familia hasta embarcar y el viaje que realizaron, siendo ella una niña, hasta Chile. Recordó que se habilitaron las bodegas como dormitorios pero, dijo, “no importaban las incomodidades, íbamos hacía la libertad”. También recordó que en el barco hubo nacimientos y que se produjo la muerte de un niño. Tuvieron, evocó, una recepción festiva por parte de los chilenos y por los centros regionales españoles que había en el país. Allí, dijo, fue a la universidad en Santiago, estudió teatro, es actriz y “todavía estoy viva”.
Por su parte, Zerolo recitó algunos textos de Neruda.
Entre los asistentes al acto estuvieron el secretario de Estado para Latinoamérica, Juan Pablo de Laiglesia; las senadoras socialistas Matilde Fernández y Lentxu Rubial; la directora general de la Ciudadanía Española en el Exterior, Pilar Pin; y Jimena Sanclemente, de la Fundación Ramón Rubial-Españoles en el Mundo.