“Mi decidida voluntad para 2010 es acercar las políticas sociales de que disfrutan en España a quienes lo precisen en el extranjero”

Quiero agradecer a Crónicas de la Emigración y a Galicia en el Mundo la oportunidad que me ofrecen para dirigirme a la colectividad española en el exterior con ocasión de mi primera Navidad como Directora General de la Ciudadanía Española en el Exterior.
Y así trasladar unas palabras de recuerdo y afecto tanto a quienes nacieron en España y luego partieron en busca de mejores perspectivas de vida y de trabajo como a quienes nacieron ya en el exterior, descendientes de emigrantes o exiliados, y conservan la nacionalidad española y el sentimiento de pertenencia hacia nuestro país desde la distancia.
Sin perjuicio de la intención de consolidar lo ya hecho en los años pasados y profundizar en los derechos de los españoles en el exterior, uno de los objetivos que nos hemos fijado para el año que comienza es precisamente el de vincular a las nuevas generaciones, que no han nacido en España, con sus orígenes.
Deseo hacer partícipes a todos los lectores de Galicia en el Mundo de mi decidida voluntad para el 2010, con independencia de la crisis global del presente, de acercar las políticas sociales de que disfrutan los residentes en España a quienes lo precisen en el extranjero. Seguiré con la entusiasta apuesta por los colectivos de jóvenes y de mujeres, como objetivos prioritarios de la política social hacia el exterior, y por quienes, como estudiantes, como profesionales o como empresarios, residen temporalmente en otros países y constituyen esa nueva realidad de la ciudadanía española en el exterior.
Deseo finalizar estas líneas con un mensaje para los ciudadanos españoles dispersos por todo el mundo. Desde la esperanza, por la certidumbre de que el Año Nuevo será testigo de la ansiada recuperación de la economía mundial y de que el bienestar llegará a todo ciudadano español que requiera de apoyo para mejorar su vida, se encuentre donde se encuentre. Y desde la cercanía que deriva de su presencia continua en nuestro día a día y en el trabajo ilusionado por los derechos de quienes se encuentran fuera de España o retornaron a ella.
Un afectuoso abrazo y mis mejores deseos para el Año 2010.