“La coexistencia de los CRE en todos los consulados de Alemania tendría que ser posible”

Francisco Ruiz es andaluz, de la provincia de Jaén. Llegó a Suiza en 1963 y dos años después tuvo la oportunidad de ocuparse de la emigración española trabajando en un centro social, trabajo que le permitió terminar sus estudios. Hasta 2003 ha sido secretario general de la Agrupación Local del PSOE en Lausanne, donde tiene su residencia habitual. A partir de 1999 se responsabilizó de la presidencia del CRE de Ginebra y desde octubre de 2005 es también presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, propuesto por el entonces ministro de Trabajo Jesús Caldera, cargos que ostenta actualmente. Ruiz tuvo un importante protagonismo en la elaboración de la Ley del Estatuto de la CEE. En reconocimiento a sus méritos, fue galardonado con la Medalla de Honor de Oro de la Emigración, en diciembre de 2006.
Francisco Ruiz contestó en Hannover a las preguntas de ‘Crónicas de la Emigración’ y mostró su satisfacción porque existan medios que se hagan eco de los problemas de la emigración.
Pregunta. ¿Por qué motivo ha venido a este encuentro de los CRE de Alemania?
Respuesta. Estoy aquí como presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, no como presidente del CRE de Ginebra. Me propusieron que viniera a uno de los encuentros de los dos Consejos que hay en este país, para que los consejeros conocieran un poco a la persona que preside ese Consejo General, pero también para compartir las experiencias y la sabiduría de los unos y de los otros, ya que creo que es importante ese intercambio. También es importante para mí, como presidente del CGCEE, conocer directamente los problemas de los consejeros de Alemania. Yo creo que este encuentro ha sido positivo en cuanto a intercambio de ideas, de propuestas y de trabajo. Ese es, únicamente, el motivo de mi visita, no hay ningún otro, ni secreto ni de otra índole, simplemente, compartir ideas y analizar juntos la realidad de nuestra emigración en Europa, aportando la experiencia de Suiza de una parte y recibiendo la experiencia de Alemania de otra.
P. ¿Cuál cree que es la causa por la que en Alemania no se constituyen Consejos de Residentes, cuando en ciudades como Hannover, Düsseldorf o Frankfurt viven numerosos españoles y españolas?
R. Creo que es algo así como cuando se tiene una enfermedad, que algunas veces es contagiosa, pero las enfermedades hay que tratarlas con medicamentos y remedios apropiados. Creo que es una enfermedad muy grave, porque sólo hay dos Consejos constituidos, y la coexistencia de los CRE en todos los consulados de Alemania, creo que hay siete u ocho, tendría que ser posible. Pero existe el medicamento apropiado para combatirla, que es que los cónsules tuvieran de oficio la obligación de convocar constantemente a la colonia española a elecciones a los CRE, hasta que pudiera constituirse un Consejo. A partir, y a pesar de que los Consejos de Residentes son órganos consultivos, ya que no somos órganos fiscalizadores ni de control de la Administración sino de consulta, hay muchos cónsules que se privan de esa consulta, que se privan también de las ideas que pueden recibir de los consejeros del CRE para mejorar los servicios a los españoles de su demarcación, porque, en definitiva, al Consejo de Residentes lo que le es importante es que el servicio consular sea impecable, sea eficaz y beneficie a la colectividad, si no hay Consejos tendrán más dificultad para lograr que ese servicio sea adecuado y que la colonia española esté bien atendida. Por ejemplo, estamos aquí en Hannover, en un edificio estupendo, pero con tres o cuatro pisos y que no tiene ascensor. Si hubiera un Consejo de Residentes sería posible que consiguiera que el Ministerio de Exteriores pusiera un ascensor para que las personas mayores, o con algún impedimento, pudieran acceder a las oficinas de los pisos más altos, creo que eso sería de cajón, luego, el CRE de Hannover tendría campo para solicitar y proponer. He visto también, en alguna parte, un cartel que pone que en este Consulado no se realizará ninguna fotocopia. Pero bueno, hoy en día con la modernidad, qué problema puede haber en poner una fotocopiadora, que incluso se puede alquilar, para que cada persona que necesite una fotocopia pueda introducir una moneda y hacerla. Yo me pregunto: ¿qué servicio se le da a la población? Todos esos detalles, que parece que no son importantes pero que tienen su importancia, son los servicios que pueden aportar los Consejos de Residentes. Esa participación puede hacer cambiar la óptica del responsable de la oficina consular, que es el cónsul o el canciller y la imagen de España.
P. Aquí hay un problema con la participación de la mujer en el CRE, ¿cómo es la situación en Suiza?
R. Es igual de catastrófica que en Alemania, y en todos los sitios, porque la mujer siempre ha tenido un trabajo fuera y un trabajo dentro del hogar y nunca ha tenido esa disposición que los hombres tenemos, ni la facilidad de disponer, después del trabajo, de su tiempo de ocio para dedicarse a otras actividades que no fueran la atención a la familia; es un problema que queremos que se vaya corrigiendo, sabemos que va a ser duro, porque no es fácil acostumbrar a la mujer a tener una participación, a tomar responsabilidades, y no es fácil, ni mucho menos, que el hombre casado dé la posibilidad a su mujer de tener una actividad fuera del hogar que no sea su trabajo. Digo que no es fácil porque la mujer, lógicamente tiene que hacer el trabajo en la casa.
P. ¿Por qué lógicamente, de qué lógica habla?
R. La lógica nuestra, de hombres muy conscientes de que ese es el trabajo de la mujer. Espero que las generaciones jóvenes sean más inteligentes que nosotros y que se repartan las tareas, los deberes y también los derechos. Es por eso que, poco a poco, debía haber más participación de la mujer en los Consejos de Residentes, sobre todo de mujeres más jóvenes. En los CRE hay una proporción bastante alta de mayores y los jóvenes brillan por su ausencia, por eso sería necesario que entrasen nuevos conceptos e ideas.
P. El poco interés de los más jóvenes por los CRE ¿cree que se debe precisamente a esa diferencia de mentalidad, a una lucha entre generaciones?
R. Creo que no hay ni siquiera lucha, hay indiferencia, y quizá la indiferencia la hemos creado nosotros mismos, que no hemos dado posibilidades a los jóvenes, no hemos repartido tareas, porque repartir otra cosa no podemos. El Consejo tiene la tarea de trabajar y repartir el trabajo, pero hacemos a veces imposible la participación de los jóvenes porque, o no les escuchamos o no les escuchamos bastante bien, y no damos paso a las ideas innovadoras que ellos nos pueden aportar.
P. Entonces, ¿qué futuro tienen los CRE?
R. Los mayores tenemos que darnos cuenta de que tenemos fecha de caducidad, que tenemos que dejar esto, y que es mucho mejor que busquemos a alguien que nos reemplace para no dejar el espacio vacío, porque de otra manera esto no tiene ningún futuro. Nos hemos esforzado para que nuestro trabajo en los CRE tenga un presente y tenemos que hacerlo también para que tenga un futuro, y eso solamente es posible con los jóvenes. Tenemos que prepararlos y prepararnos nosotros mismos para ir dejando ciertas actividades, poco a poco, sabiendo que cuando lo dejemos va a estar en buenas manos, en las manos de nuestros jóvenes.