Aragoneses de Venezuela se unen una vez más para honrar a la Virgen del Pilar
El 12 de octubre de 1498, Cristóbal Colón pisa tierras venezolanas, hecho que marcó la historia. En estos tiempos modernos se le hace llamar el ‘Día de la Hispanidad’, pero los aragoneses también celebran ese día una fiesta cultural llena de amor y fraternidad en honor a su patrona, la Virgen del Pilar.

El 12 de octubre de 1498, Cristóbal Colón pisa tierras venezolanas, hecho que marcó la historia. En estos tiempos modernos se le hace llamar el ‘Día de la Hispanidad’, pero los aragoneses también celebran ese día una fiesta cultural llena de amor y fraternidad en honor a su patrona, la Virgen del Pilar.
La Santa Misa, que comenzó a las 12:00 del mediodía, se ofició en la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, ubicada en la urbanización Santa Fe norte, por el reverendo Javier Duplá –quien vino desde el estado Bolívar–, asistido por los sacerdotes aragoneses Ignacio Angós y Julio Velilla. La ceremonia se inició con la bienvenida ofrecida por Carolina Omedas Morera, vicesecretaria general, en un templo repleto de feligreses.
Al igual que en años anteriores, se contó con la presencia de diferentes personalidades como el embajador de España en Venezuela, Dámaso de Lario Ramírez, su esposa, Lourdes Burdiel, y su hija Carmen, quienes estuvieron ataviados con el cachirulo aragonés, y regalaron un “magnífico” arreglo floral a la patrona de España, de Aragón y de la Guardia Civil. También se encontraban presentes el cónsul general, Aníbal Julio Jiménez Abascal, y su esposa, Filomena Ruiz; la Junta Directiva en pleno de la Agrupación Aragonesa de Venezuela, presidida por Antonio Pargada Gil; las Damas de la Fundación Nuestra Señora del Pilar; la Asociación de Vecinos de Santa Fe; el locutor aragonés (Zaragoza) Agustín Monge Pelegrín; representantes de otras asociaciones y centros españoles de Venezuela, y, por supuesto, la imagen de la más bella dama, es decir, la Virgen del Pilar, engalanada con un hermoso manto blanco con el escudo de Venezuela bordado en el frente, rodeada de flores de todo tipo, que hacían que su altar resaltara, flanqueada por las banderas de Venezuela, España y Aragón.
La misa estuvo armonizada por el Coro de la Parroquia ‘Los Turpiales’, que con sus cantos y melodías alegró a todos los presentes y rindió culto a la Pilarica, estrenando un himno a la Virgen con arreglo musical del maestro Simón Díaz. Las ofrendas, que representan simbólicos regalos, fueron colocadas por distintas generaciones en las que se encontraban: Frutas, pan, agua bendita, hermosas flores y la Santa Biblia, abundando niños con traje aragonés.
Tarde Aragonesa
A eso de la una y treinta p.m., se dio inicio a la celebración de la ‘Tarde Aragonesa’, la cual se celebró en el Salón ‘Terraza Gaudí’ del Edificio Impres, ubicado en El Rosal, donde unos 150 aragoneses, acompañados de familiares y amigos, compartieron las diferentes tradiciones de su tierra, la sala estaba que no cabía un alma.
Durante el festín, todos brindaban con copas de vino aragonés con ‘vivas’ a la Virgen y a las raíces que nunca se olvidan, contándose además con la presencia del consejero de Trabajo e Inmigración, Manuel Luis Rodríguez González, y su esposa, Esther Novo Pérez; Javier Paz Rodríguez, jefe de gestión de la Consejería Laboral; así como representantes de otras asociaciones, fundaciones y centros. Luego se dio inicio a una importante ceremonia llamada ‘Huella Aragonesa en Venezuela’, galardón con el que se destacan distintos personajes que han dejado una marca en Venezuela y que han aportado con su vida, su trabajo y sus hijos, reconociéndoles como ejemplo a seguir por las generaciones a venir. Este año fueron galardonados con la ‘Huella Aragonesa’: Víctor Ruesta, María Teresa Cubero de Pérez y Ascensión Villanueva de Pastó, reconocimiento que hace la Agrupación Aragonesa a sus paisanos. Víctor Ruesta por su labor de médico cardiólogo, dedicado a la docencia y a la investigación; María Teresa Cubero, por su incansable labor social en pro de los niños de escasos recursos residenciados en Maracay, estado Aragua; y a Ascención Villanueva de Pastó, por ser la aragonesa de mayor edad residenciada en el país.
Asimismo, también se le rindió un emotivo homenaje al presidente honorario y fundador de la Agrupación Aragonesa, José María Ariño Espada, a quien se le hizo entrega de una placa y de una hemeroteca empastada, consistente en una recopilación de noticias de prensa acerca de su labor social, profesional e institucional a lo largo de 42 años en la Agrupación Aragonesa de Venezuela.
Tras los homenajes, siguió la celebración y rifas, que este año se realizaron con “franca ilusión” y “buen humor”. Antonio Pérez Esclarín hizo entrega de cinco de sus muchos libros escritos por él. Carolina Omedas hizo entrega de la surtida cesta con implementos para mascotas. José Torán Inserte entregó una enciclopedia. Fernando Ramos Royo hizo entrega de una carta acreditando un fin de semana para dos personas en un hotel del oriente venezolano. La pintora Flor Mateu ofreció una de sus acuarelas y, como premio final, la Agrupación Aragonesa rifó su tradicional jamón ibérico.
La Junta Directiva hizo un reconocimiento muy especial a Trina Lugo, coordinadora de Atención a los aragoneses, por el esfuerzo, dedicación y trabajo realizado en toda la organización del evento.
Por su parte, Antonio Parga Gil, en nombre de la Junta Directiva, manifestó sentirse “especialmente satisfecho por la respuesta lograda por parte de los aragoneses, descendientes y simpatizantes, y por el generalizado deseo de que no se permita decaer a la Agrupación para que sirva de lazo de unión de esa sangre aragonesa que vive por todos los rincones de Venezuela”.
Junta Directiva de la Agrupación Aragonesa de Venezuela 2009-2011: Antonio Pargada Gil, presidente; Manuel Marín Lizarralde, vicepresidente; Carlos Ramos Royo, secretario general; Carolina Omedas Morera, visecretaria general; José Torán Inserte, secretario de finanzas; Yudith Gracia, secretaria de Organización; María Luisa Lafarga, secretaria de Servicios Sociales; Daniela Laborda Martínez, secretaria de Cultura y Eventos Especiales; Víctor José Monge Ugás, secretario de Relaciones Públicas; y José E. Lerín Pastó, secretario de Comercio.
Virgen del Pilar
La Virgen del Pilar es una advocación mariana católica, patrona de la Hispanidad, venerada en la Basílica de Zaragoza (España) a la que da nombre.
La leyenda sobre sus orígenes se remonta al año 40, cuando, de acuerdo a la tradición cristiana, la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza “en carne mortal” –antes de su asunción– y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como ‘el Pilar’. Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro. Este testimonio es recogido por un manuscrito de 1297 de los ‘Moralia, sive Expositio in Job’, de Gregorio Magno, que se custodia en el Archivo del Pilar. Según Nougués, la capilla se reedificó en 318. La devoción mariana comenzó en los albores del siglo XIII cuando comienzan las primeras peregrinaciones a Santa María la Mayor.
Sobre la iglesia mozárabe preexistente, se erige el templo románico del Pilar poco después de la conquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (1118) que fue culminado en el siglo XIII. En esta época se documenta en el templo una capilla primitiva para alojar el Pilar, según transmite Diego de Espés en 1240. Para 1293 el templo se encontraba en tan mal estado que el obispo Hugo de Mataplana promovió la restauración del templo y su conversión en la colegiata gótico-mudéjar de Santa María la Mayor con recursos de una bula de Bonifacio VIII que por vez primera menciona la advocación ‘del Pilar’. Actualmente el único vestigio conservado del templo románico del Pilar es el tímpano de la iglesia, que ha sido colocado en la fachada sur de la basílica barroca.
La Santa Misa, que comenzó a las 12:00 del mediodía, se ofició en la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, ubicada en la urbanización Santa Fe norte, por el reverendo Javier Duplá –quien vino desde el estado Bolívar–, asistido por los sacerdotes aragoneses Ignacio Angós y Julio Velilla. La ceremonia se inició con la bienvenida ofrecida por Carolina Omedas Morera, vicesecretaria general, en un templo repleto de feligreses.
Al igual que en años anteriores, se contó con la presencia de diferentes personalidades como el embajador de España en Venezuela, Dámaso de Lario Ramírez, su esposa, Lourdes Burdiel, y su hija Carmen, quienes estuvieron ataviados con el cachirulo aragonés, y regalaron un “magnífico” arreglo floral a la patrona de España, de Aragón y de la Guardia Civil. También se encontraban presentes el cónsul general, Aníbal Julio Jiménez Abascal, y su esposa, Filomena Ruiz; la Junta Directiva en pleno de la Agrupación Aragonesa de Venezuela, presidida por Antonio Pargada Gil; las Damas de la Fundación Nuestra Señora del Pilar; la Asociación de Vecinos de Santa Fe; el locutor aragonés (Zaragoza) Agustín Monge Pelegrín; representantes de otras asociaciones y centros españoles de Venezuela, y, por supuesto, la imagen de la más bella dama, es decir, la Virgen del Pilar, engalanada con un hermoso manto blanco con el escudo de Venezuela bordado en el frente, rodeada de flores de todo tipo, que hacían que su altar resaltara, flanqueada por las banderas de Venezuela, España y Aragón.
La misa estuvo armonizada por el Coro de la Parroquia ‘Los Turpiales’, que con sus cantos y melodías alegró a todos los presentes y rindió culto a la Pilarica, estrenando un himno a la Virgen con arreglo musical del maestro Simón Díaz. Las ofrendas, que representan simbólicos regalos, fueron colocadas por distintas generaciones en las que se encontraban: Frutas, pan, agua bendita, hermosas flores y la Santa Biblia, abundando niños con traje aragonés.
Tarde Aragonesa
A eso de la una y treinta p.m., se dio inicio a la celebración de la ‘Tarde Aragonesa’, la cual se celebró en el Salón ‘Terraza Gaudí’ del Edificio Impres, ubicado en El Rosal, donde unos 150 aragoneses, acompañados de familiares y amigos, compartieron las diferentes tradiciones de su tierra, la sala estaba que no cabía un alma.
Durante el festín, todos brindaban con copas de vino aragonés con ‘vivas’ a la Virgen y a las raíces que nunca se olvidan, contándose además con la presencia del consejero de Trabajo e Inmigración, Manuel Luis Rodríguez González, y su esposa, Esther Novo Pérez; Javier Paz Rodríguez, jefe de gestión de la Consejería Laboral; así como representantes de otras asociaciones, fundaciones y centros. Luego se dio inicio a una importante ceremonia llamada ‘Huella Aragonesa en Venezuela’, galardón con el que se destacan distintos personajes que han dejado una marca en Venezuela y que han aportado con su vida, su trabajo y sus hijos, reconociéndoles como ejemplo a seguir por las generaciones a venir. Este año fueron galardonados con la ‘Huella Aragonesa’: Víctor Ruesta, María Teresa Cubero de Pérez y Ascensión Villanueva de Pastó, reconocimiento que hace la Agrupación Aragonesa a sus paisanos. Víctor Ruesta por su labor de médico cardiólogo, dedicado a la docencia y a la investigación; María Teresa Cubero, por su incansable labor social en pro de los niños de escasos recursos residenciados en Maracay, estado Aragua; y a Ascención Villanueva de Pastó, por ser la aragonesa de mayor edad residenciada en el país.
Asimismo, también se le rindió un emotivo homenaje al presidente honorario y fundador de la Agrupación Aragonesa, José María Ariño Espada, a quien se le hizo entrega de una placa y de una hemeroteca empastada, consistente en una recopilación de noticias de prensa acerca de su labor social, profesional e institucional a lo largo de 42 años en la Agrupación Aragonesa de Venezuela.
Tras los homenajes, siguió la celebración y rifas, que este año se realizaron con “franca ilusión” y “buen humor”. Antonio Pérez Esclarín hizo entrega de cinco de sus muchos libros escritos por él. Carolina Omedas hizo entrega de la surtida cesta con implementos para mascotas. José Torán Inserte entregó una enciclopedia. Fernando Ramos Royo hizo entrega de una carta acreditando un fin de semana para dos personas en un hotel del oriente venezolano. La pintora Flor Mateu ofreció una de sus acuarelas y, como premio final, la Agrupación Aragonesa rifó su tradicional jamón ibérico.
La Junta Directiva hizo un reconocimiento muy especial a Trina Lugo, coordinadora de Atención a los aragoneses, por el esfuerzo, dedicación y trabajo realizado en toda la organización del evento.
Por su parte, Antonio Parga Gil, en nombre de la Junta Directiva, manifestó sentirse “especialmente satisfecho por la respuesta lograda por parte de los aragoneses, descendientes y simpatizantes, y por el generalizado deseo de que no se permita decaer a la Agrupación para que sirva de lazo de unión de esa sangre aragonesa que vive por todos los rincones de Venezuela”.
Junta Directiva de la Agrupación Aragonesa de Venezuela 2009-2011: Antonio Pargada Gil, presidente; Manuel Marín Lizarralde, vicepresidente; Carlos Ramos Royo, secretario general; Carolina Omedas Morera, visecretaria general; José Torán Inserte, secretario de finanzas; Yudith Gracia, secretaria de Organización; María Luisa Lafarga, secretaria de Servicios Sociales; Daniela Laborda Martínez, secretaria de Cultura y Eventos Especiales; Víctor José Monge Ugás, secretario de Relaciones Públicas; y José E. Lerín Pastó, secretario de Comercio.
Virgen del Pilar
La Virgen del Pilar es una advocación mariana católica, patrona de la Hispanidad, venerada en la Basílica de Zaragoza (España) a la que da nombre.
La leyenda sobre sus orígenes se remonta al año 40, cuando, de acuerdo a la tradición cristiana, la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza “en carne mortal” –antes de su asunción– y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como ‘el Pilar’. Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro. Este testimonio es recogido por un manuscrito de 1297 de los ‘Moralia, sive Expositio in Job’, de Gregorio Magno, que se custodia en el Archivo del Pilar. Según Nougués, la capilla se reedificó en 318. La devoción mariana comenzó en los albores del siglo XIII cuando comienzan las primeras peregrinaciones a Santa María la Mayor.
Sobre la iglesia mozárabe preexistente, se erige el templo románico del Pilar poco después de la conquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (1118) que fue culminado en el siglo XIII. En esta época se documenta en el templo una capilla primitiva para alojar el Pilar, según transmite Diego de Espés en 1240. Para 1293 el templo se encontraba en tan mal estado que el obispo Hugo de Mataplana promovió la restauración del templo y su conversión en la colegiata gótico-mudéjar de Santa María la Mayor con recursos de una bula de Bonifacio VIII que por vez primera menciona la advocación ‘del Pilar’. Actualmente el único vestigio conservado del templo románico del Pilar es el tímpano de la iglesia, que ha sido colocado en la fachada sur de la basílica barroca.