María Antonia Rabanillo: “La situación en Cuba nos ha hecho más fuertes”

Rabanillo, que también es presidenta de la Colonia Zamorana, participó en el conversatorio sobre la actuación de los centros castellanos y leoneses en el exterior ante situaciones de crisis que tuvo lugar en el III Congreso Internacional de Centros Castellanos y Leoneses en el Exterior, donde detalló cómo el trabajo de la Agrupación –que incluye a siete sociedades– “hace posible tramitar las ayudas para los castellanos y leoneses en situación de precariedad” que se convocaron por primera vez en 2013.
La presidenta de la Agrupación precisó que en ese momento eran conscientes de que los castellanos y leoneses del interior no estaban agrupados y teníamos que llegar a ellos. “Llegamos a contar con 900 solicitantes, un volumen individual muy alto”, ya que esta ayuda, aunque “no resolvía el problema totalmente, resuelve mucho”. Además, matizó “más de la mitad llegan a no asociados y se distribuyen por todo el país”.
La ayuda que presta la Agrupación, subrayó Rabanillo, es fundamental para muchas de estas personas “porque son personas mayores y los expedientes son complicados” por eso cada una de las sociedades que forman la Agrupación atiende en un lugar de La Habana para revisar las solicitudes de manera que vayan lo mejor y más completas posibles.
En referencia a la complicación de presentar las planillas, el jefe de servicio de Ciudadanía Castellana y Leonesa en el Exterior, Jorge Herrera, que estaba moderando el conversatorio, destacó que gracias a las aportaciones de Rabanillo se han simplificado los trámites y se dejaron de pedir papeles que no aportaban nada.
“Tras la pandemia el número de solicitantes se redujo, ya que muchos de los beneficiarios fallecieron”, se lamentó Rabanillo, que recordó que este año se han presentado 826 solicitudes, lo que supone mucho trabajo, ya que una vez presentadas “llegan los requerimientos y luego el pago”. En referencia a este último punto, recordó como los primeros años el pago se hacía en efectivo y que ella, junto con otra de las directivas de la entidad, iban en autobús por el interior entregando las ayudas.
“Este año la entrega de las planillas ha sido una heroicidad”, apuntó la presidenta, ya que “no hay transporte y DHL no nos permitía contratar sus servicios desde Cuba” lo que obligó a buscar otras vías para hacer llegar los expedientes a tiempo. En concreto, lograron que lo trajeran tres personas que viajaban a España, pero ahí no acabaron los problemas, ya que una de las personas que traía los expedientes aterrizó en Madrid el 28 de abril, el día del apagón.
La previsión era que un joven de la colectividad en Cuba que está estudiando en Valladolid recogiese los expedientes en Madrid y los entregase en la Junta de Castilla y León, pero el apagón retrasó considerablemente su llegada a Madrid y todos temían que los expedientes no pudieran meterse por registro a tiempo. Finalmente, la situación acabó bien y las solicitudes de ayuda entraron en el registro y serán tramitadas para ayudar a la colectividad castellana y leonesa en Cuba en situación de necesidad.
Reparto de productos entre la colectividad
María Antonia Rabanillo también hizo hincapié como, con el apoyo de la Junta de Castilla y León, lograron comprar productos y repartirlos entre la colectividad. “Nosotros tenemos vinculados todos los socios a un directivo o activista y así sabemos quién necesita ayudas”, relató la presidenta de la Agrupación, quien resaltó que este año también llegaron al interior del país. “La satisfacción que sientes cuando puedes llevarle a alguien un kilo de arroz, unas conservas o una botella de aceite es inmensa”, dijo Rabanillo, que reconoció que “cuando lo entregamos nos dan las gracias y yo le digo que lo hagan a la Junta de Castilla y León porque sin el apoyo de la Junta de Castilla y León no podríamos hacer nuestro trabajo”.
Cuerpo de baile
En su intervención, María Antonia Rabanillo aseguró que también trabajan con niños y jóvenes y destacó la actividad del cuerpo de baile formada por muchachas universitarias que sacan tiempo para ir a bailar y mantener la tradición de Castilla y León.