JULIA HERNANDO, PRESIDENTA DE LA FEDERACIÓN DE SOCIEDADES CASTELLANAS Y LEONESAS DE ARGENTINA
“El capital que tiene Castilla y León en Argentina es muy importante por las nuevas generaciones”

“Una tarea del corazón”. Así define la argentina Julia Hernando, empresaria del sector textil de 52 años y nieta de cuatro burgaleses, su década de trabajo como presidenta del Centro Burgalés y los dos años que lleva como vicepresidenta de la Federación de Sociedades Castellanas y Leonesas de Argentina. En breve, esta semana, sus responsabilidades aumentarán al asumir la presidencia de esta asociación, en la que sustituye al berciano Pedro Bello, quien ocupa desde el 31 de mayo ese mismo cargo en la Federación de Sociedades Españolas de Argentina.
Pregunta. ¿Qué supone para usted estos años al frente del Centro Burgalés y en la Federación de Castilla y León? ¿Es una forma de mantener viva las raíces de su familia?
Respuesta. Es un trabajo del corazón. Mis abuelos maternos se conocieron en España, pero los paternos se conocieron en Argentina, en la sede del Centro Burgalés, al igual que mis padres. El trabajo es un desafío y cuando lo acepté lo hice de puro corazón y agradecimiento. Desde entonces, el Centro Burgalés ha tenido un crecimiento muy importante; hemos inaugurado en noviembre del año pasado nueva sede, en propiedad, en el centro de Buenos Aires, gracias a la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento y la Diputación de Burgos.
P. En la actualidad, ¿hay tanta unión de los emigrantes como la que hubo en tiempos de sus abuelos?
R. La verdad es que se está notando un crecimiento de la necesidad de ese asociacionismo en Argentina. También hay que decir que contamos con un excelente apoyo desde la Junta de Castilla y León, sin el que este proceso no se daría. Hay encarados una serie de actos por parte de la Junta, que camina hacia el futuro y apuesta por las nuevas generaciones. El capital que tiene Castilla y León en Argentina es muy importante por las nuevas generaciones. Castilla y León tiene aquí muchos descendientes, muchos profesionales, gente dirigente en el Gobierno y en la Justicia, que se han desarrollado en este país y que son valores importantes para capitalizar por parte de Castilla y León.
P. Entre los proyectos que la Federación tiene en marcha con la Junta, ¿cuál destacaría?
R. Un programa de becas maravilloso, orientado a que la gente joven haga su postgrado en Castilla y León, porque es una apuesta de futuro y va a venir muy bien por las dos puntas. Castilla y León tiene un problema serio de despoblamiento y nadie sabe si estos jóvenes que van a estudiar podrán hacer su aporte y repoblar Castilla y León. A la vez, es mucho también lo que se puede trabajar desde el lado de los empresarios, a la hora de facilitar las inversiones de Castilla y León aquí. En los momentos de crisis éstas son las acciones que pueden ser más importantes. Por eso, la federación tiene un contacto diario, cotidiano, con la Junta.
P. Por lo que dice, la Federación se plantea muy en serio el papel de intermediario entre Castilla y León y Argentina...
R. Esa es nuestra intención y eso es lo que ve el Gobierno de Castilla y León. La Consejería de Interior y Justicia está haciendo una labor maravillosa. Por eso, la Federación de Sociedades Españolas, viendo la tarea que estaba haciendo la Federación de Castilla y León en Argentina, se acercó a ofrecer el cargo a Castilla y León y a la mejor persona que tiene la región en Argentina, Pedro Bello. Él ha logrado llegar a la Federación Española en absoluto consenso porque es una persona muy reconocida en la sociedad argentina.
P. Con las 16 sociedades que aglutina la Federación Castellana y Leonesa en distintos puntos de un país tan extenso como Argentina, trabajo no le faltará cuando sea presidenta...
R. Hay mucho que hacer, pero como todo en la vida es muy importante descentralizar y delegar tareas. Además, como todas son tareas del corazón, la gente trabaja con un espíritu de alegría, la que despierta el reencontrarse con la raíz de uno, la de los jóvenes de 18 a 30 años que se esfuerzan con ahínco...
P. El futuro de esas sociedades regionales está precisamente ahí, en los descendientes, como usted, de emigrantes.
R. Es la clave. El trabajo no tendría sentido si terminara en la generación de los emigrantes. La sociedad de Castilla y León en Argentina ya no son los que bajaron del barco, son gente formada, preparada, universitarios... y la apuesta grande es la nueva gente, los jóvenes. En la Federación de Castilla y León, la mayoría de las comisiones están presididas por gente joven, de 20 a 30 años, que deben aportar mucho.
P. Sus esfuerzos tienen que verse favorecidos por la propia idiosincrasia de Argentina, un país donde los emigrantes no han perdido las raíces y tradiciones de los abuelos, de los que “bajaron del barco”, como ha dicho usted...
R. Totalmente, y no tenemos ninguna duda de que el hecho de tener presente nuestra raíz nos hace ser mejores personas, como si uno disfrutara de otra manera las cosas. El Centro Burgalés, por ejemplo, tiene 93 años de vida.
Pregunta. ¿Qué supone para usted estos años al frente del Centro Burgalés y en la Federación de Castilla y León? ¿Es una forma de mantener viva las raíces de su familia?
Respuesta. Es un trabajo del corazón. Mis abuelos maternos se conocieron en España, pero los paternos se conocieron en Argentina, en la sede del Centro Burgalés, al igual que mis padres. El trabajo es un desafío y cuando lo acepté lo hice de puro corazón y agradecimiento. Desde entonces, el Centro Burgalés ha tenido un crecimiento muy importante; hemos inaugurado en noviembre del año pasado nueva sede, en propiedad, en el centro de Buenos Aires, gracias a la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento y la Diputación de Burgos.
P. En la actualidad, ¿hay tanta unión de los emigrantes como la que hubo en tiempos de sus abuelos?
R. La verdad es que se está notando un crecimiento de la necesidad de ese asociacionismo en Argentina. También hay que decir que contamos con un excelente apoyo desde la Junta de Castilla y León, sin el que este proceso no se daría. Hay encarados una serie de actos por parte de la Junta, que camina hacia el futuro y apuesta por las nuevas generaciones. El capital que tiene Castilla y León en Argentina es muy importante por las nuevas generaciones. Castilla y León tiene aquí muchos descendientes, muchos profesionales, gente dirigente en el Gobierno y en la Justicia, que se han desarrollado en este país y que son valores importantes para capitalizar por parte de Castilla y León.
P. Entre los proyectos que la Federación tiene en marcha con la Junta, ¿cuál destacaría?
R. Un programa de becas maravilloso, orientado a que la gente joven haga su postgrado en Castilla y León, porque es una apuesta de futuro y va a venir muy bien por las dos puntas. Castilla y León tiene un problema serio de despoblamiento y nadie sabe si estos jóvenes que van a estudiar podrán hacer su aporte y repoblar Castilla y León. A la vez, es mucho también lo que se puede trabajar desde el lado de los empresarios, a la hora de facilitar las inversiones de Castilla y León aquí. En los momentos de crisis éstas son las acciones que pueden ser más importantes. Por eso, la federación tiene un contacto diario, cotidiano, con la Junta.
P. Por lo que dice, la Federación se plantea muy en serio el papel de intermediario entre Castilla y León y Argentina...
R. Esa es nuestra intención y eso es lo que ve el Gobierno de Castilla y León. La Consejería de Interior y Justicia está haciendo una labor maravillosa. Por eso, la Federación de Sociedades Españolas, viendo la tarea que estaba haciendo la Federación de Castilla y León en Argentina, se acercó a ofrecer el cargo a Castilla y León y a la mejor persona que tiene la región en Argentina, Pedro Bello. Él ha logrado llegar a la Federación Española en absoluto consenso porque es una persona muy reconocida en la sociedad argentina.
P. Con las 16 sociedades que aglutina la Federación Castellana y Leonesa en distintos puntos de un país tan extenso como Argentina, trabajo no le faltará cuando sea presidenta...
R. Hay mucho que hacer, pero como todo en la vida es muy importante descentralizar y delegar tareas. Además, como todas son tareas del corazón, la gente trabaja con un espíritu de alegría, la que despierta el reencontrarse con la raíz de uno, la de los jóvenes de 18 a 30 años que se esfuerzan con ahínco...
P. El futuro de esas sociedades regionales está precisamente ahí, en los descendientes, como usted, de emigrantes.
R. Es la clave. El trabajo no tendría sentido si terminara en la generación de los emigrantes. La sociedad de Castilla y León en Argentina ya no son los que bajaron del barco, son gente formada, preparada, universitarios... y la apuesta grande es la nueva gente, los jóvenes. En la Federación de Castilla y León, la mayoría de las comisiones están presididas por gente joven, de 20 a 30 años, que deben aportar mucho.
P. Sus esfuerzos tienen que verse favorecidos por la propia idiosincrasia de Argentina, un país donde los emigrantes no han perdido las raíces y tradiciones de los abuelos, de los que “bajaron del barco”, como ha dicho usted...
R. Totalmente, y no tenemos ninguna duda de que el hecho de tener presente nuestra raíz nos hace ser mejores personas, como si uno disfrutara de otra manera las cosas. El Centro Burgalés, por ejemplo, tiene 93 años de vida.