LOS SOCIOS DE LA ENTIDAD MOSTRARON UNA VEZ MÁS SU DEVOCIÓN POR LA BLANCA PALOMA

El Centro Andaluz del Perú lleva siete años venerando a la Virgen del Rocío

El Centro Andaluz de Perú venera a la Virgen del Rocío desde hace siete años. La Blanca Paloma, la reina de las marismas, recoge cada año una mayor participación de devotos que agradecen por su bendición. Después de una Eucaristía, llegó el momento del pregón narrado por Carmen Pérez Poyón en el Teatro García Lorca sobre sus vivencias y la forma en que conoció y se hizo devota de la Blanca Paloma. Posteriormente, con el almuerzo llegaron los festejos y el grupo de danza que hicieron gala de la pasión flamenca deleitando a los presentes con sus bailes, sobre todo sevillanas.
El Centro Andaluz del Perú lleva siete años venerando a la Virgen del Rocío
 La celebración incluyó una misa presidida por una imagen de la Virgen del Rocío.
La celebración incluyó una misa presidida por una imagen de la Virgen del Rocío.

El Centro Andaluz de Perú venera a la Virgen del Rocío desde hace siete años. La Blanca Paloma, la reina de las marismas, recoge cada año una mayor participación de devotos que agradecen por su bendición. Después de una Eucaristía, llegó el momento del pregón narrado por Carmen Pérez Poyón en el Teatro García Lorca sobre sus vivencias y la forma en que conoció y se hizo devota de la Blanca Paloma. Posteriormente, con el almuerzo llegaron los festejos y el grupo de danza que hicieron gala de la pasión flamenca deleitando a los presentes con sus bailes, sobre todo sevillanas.

La mañana del 17 de julio estaba agradable, aunque con más frío de lo acostumbrado, pero el clima no impidió la gran asistencia de los devotos de la Virgen del Rocío. Desde las 11 de la mañana empezó la concentración en el Teatro García Lorca del Centro Español del Perú, donde se realizó la Eucaristía que ofició el Padre Miguel Ángel Villegas Serrano, director del Centro de Animación Misionera, quien se refirió en su alocución a la importancia y trascendencia de esta fiesta para los fieles, de forma especial para la comunidad andaluza, y el amor a la madre santísima. Acompañado por el guitarrista Victor Meléndez, se pudo ver a los sus músicos, el coro y la agrupación de jóvenes con trajes típicos que todos los años resguardan con cariño a nuestra Virgen.
La imagen de la Blanca Paloma, con sus atributos de Reina baj palio, lucía como todos los años, guapa e imponente, gracias a sus camaristas María del Carmen Gómez, Carlota Nuñez, Isabel y Carmen Pérez y el apoyo de Raúl Fernández.
Antes de finalizar la Eurcaristía, un quejío de emoción inundó el Teatro García Lorca al escuchar el Pregón que este año pronunció Carmen Pérez Poyón, momento en el que narró sus vivencias cuando hace 8 años, en las Marismas, tuvo la oportunidad de conocer y ser su devota desde ese día. Desmenuzó con ternura, amor, religiosidad y sentimiento este relao con lágrimas en sus ojos durante muchos de los momentos del pregón. Quiso también agradecer a su directiva de entonces que aceptó con mucho entusiasmo el dar a conocer a la santísima madre en Lima e iniciar esta devoción por séptimo año consecutivo. Con un auditorio entregado y también visiblemente emocionado, culminó esta ceremonia con el canto de la Salve Rociera. Seguidamente y con la presencia del cónsul de España, Bernardo de Sicard, representantes de otras comunidades, la Asociación de Jóvenes, el Centro de la Tercera Edad y público devoto en general, se dio inicio al recorrido de la procesión por las instalaciones del Centro. A la Virgen, a hombros de jóvenes andaluces, no le faltaron las demostraciones de cariño, en el camino, de un pueblo que la venera.
En el almuerzo de camaradería se abrieron los festejos con el grupo de Danza del Centro Andaluz ‘Pasión Flamenca’ –bajo la dirección de Jimena Cuellar–, quienes deleitaron a los presentes con bailes flamencos y especialmente con Sevillanas que fueron bailadas además por algunos andaluces espontáneos. Le siguió el cantante Ángel Chávez, con música variada y la espontaneidad de Manolo Pérez cantando el tradicional ¡Qué viva España! con la alegría y aplausos de los concurrentes.
La actividad de la Virgen del Rocío, como muchas que se realizan, son en sí un aporte para destacar y resaltar la presencia de Andalucía en el Perú, con alcance público y en un marco de unificación que ratifica la forma de ser de andaluzas y andaluces, abiertos al mundo, con ánimo universal.