Opinión

Carlos Rodríguez Dacal y el ‘Jardín de mis Amores’ de Padrón

“Nada me agrada más que hablar del Jardín de la Calzada, del Jardín de Onésimo Redondo, del Jardín Artístico, del Jardín Botánico, del Jardín Jacobeo, del Jardín Rosaliano, del Jardín con Ánima de Poetas, del Jardín de la Villa del Sar, del Jardín de Padrón. Con más de siglo y medio de ser y existir, en 2023, se publica este libro, legado y testimonio para la posteridad. Gracias por todo y por tanto”, leemos en la ‘Introducción’ de la magna y didáctica obra titulada Jardín Botánico-Artístico de Padrón. Al Servicio de la Ciencia y la Sociedad, editada por el ‘Concello’ de Padrón en 2023.

Carlos Rodríguez Dacal y el ‘Jardín de mis Amores’ de Padrón

Henos ante un concienzudo estudio, colmado de amor y sabiduría, de carácter didáctico, escrito por el reconocido botánico Carlos Rodríguez Dacal, doctor en Ciencias Biológicas, Universidad de Santiago de Compostela, catedrático de Ciencias Naturales, célebre especialista en Jardinería y Flora Ornamental. El ‘Jardín de mis Amores’ es para Rodríguez Dacal el Jardín Botánico-Artístico de Padrón.

Tras la ‘Presentación’ del alcalde padronés Antonio Fernández Angueira y de la ‘concelleira’ de Cultura Lorena Couso Dopazo, nos hallamos ante el “Padrón, Ponliña Verde” del tan ilustre como admirado Rodríguez Dacal. Vibra gozosamente el “Jardín Modélico de Galicia” y la “Obra Maestra del Arte de la Jardinería”. Aprendemos el “Equipamiento Arquitectónico”, el “Bagaje Escultórico” así como el “Catálogo Florístico”. Después, nos extasiamos junto a los “Árboles Monumentales y Singulares”. “Palmera de Senegal” y la inefable y venerada “Corona de Cristo”. El “Castaño de Indias” y la “Secuoya de Rosalía de Castro”. La “Secuoya de Macías ‘O Namorado” y el “Carballo Fastigiado”. La “T” de “Plátanos de Sombra”, el “Carpes”, el “Sombrero de Copa” y el “Árbol del Coral”.

Viajamos ahora entre las “Plantas Memorables”, diestramente guiados por la amorosa férula del profesor Rodríguez Dacal, para asombrarnos ante el “Drago de Agüimes” y la “Encina de Noirmoutier”. El “Haya de Don Luis” y la “Sabina de Aranda de Duero”. Luego vendrán el “Sagú de la Comunidad Escolar” y el “Olivo del Sexto Centenario”. ¿Y cómo no? El “Olivo del Milenio” y el “Carballo del Euro”. He ahí el “Boj del Nobel” –el escritor Camilo José Cela, cuya cuna fue Iria-Flavia– y la insólita “Corona de Espinas”. Asimismo, el “Acebo del Pazo de Lens”, el “Ciprés del Año Jacobeo 2004” y la “Palmera del 11-M”. Aquí y allá, el “Carballo de Castelao”.

Continuando nuestro paradisíaco periplo botánico, ¿cómo podríamos olvidarnos de la “Higuera de Rosalía de Castro” o de la “Sasanqua de las Xanas”? Reverenciamos también la “Glicina del Día del Medio Ambiente”, el “Acebo del Voluntariado” y el inmarcesible “Pedrón del Apóstol”. La bellísima obra –gentilmente acompañada por el texto científico y las generosas fotografías– nos recuerda en “Al Servicio de la Ciencia y la Sociedad”, claro es, “La Figura del Conservador”, los Cursos de Formación y el Bagaje de Publicaciones, junto con los “Libros de Visitas”. Precisa e insoslayable, el colofón del libro, presentándose la “Documentación y Bibliografía”. Geometría belleza, evocadora de la arquitectura y el jardín arábigo, y geométrico prodigio.