Opinión

Aventuras del explorador Julio Pópper

“Julio Pópper fue el primer explorador de la era argentina y, como tal, padre de muchas nomenclaturas. Perduran: El Páramo; río, sierra y valle Cullen; arroyos Alfa, Beta y Gamma; cerro Vanguardia; sierra Carmen Sylva; puntas Basílica, Sinaí y Pópper; ensenada de la Colonia; sierra y río Fuego; cala y río Ladrillero; río Larrazábal; ensenada Piedrabuena; río y punta Azara; península Mitre; sierra Noguera, sierra y río Irigoyen; ríos Laínez, Bove y Sudamérica; monte Beccar, ríos Bompland y López, sierra Sorondo y Mar Argentino”, leemos en las páginas del siempre admirable libro Romancero del topónimo fueguino. Discusión histórica de su origen y fortuna, cuyo autor es el impar historiador de raigambre vasca Juan E. Belza, Instituto de Investigaciones Históricas, Tierra del Fuego, Argentina, 1978.

Aventuras del explorador Julio Pópper

Ahora bien, es preciso recordar que el 27 de noviembre de 1882 el Poder Ejecutivo de la Nación promulgaba la ley de subprefecturas fueguinas que se ejecutaría el 25 de mayo y el 12 de octubre de 1884 con la afirmación del pabellón nacional en ‘San Juan del Salvamento’, al igual que en ‘Ushuaia’. Asimismo, el 16 de octubre del último año se erigían por ley 1532 cinco ‘territorios nacionales’ sureños. Entre ellos, se incluía ‘Tierra de Fuego’.

El 25 de noviembre de 1884 fue elegido primer gobernador el capitán de marina Félix M. Paz, quien se instaló oficialmente en Ushuaia el 5 de febrero de 1886. Al poco tiempo, realizó dos viajes de exploración a la zona del departamento de San Sebastián, e igualmente estableció los fundamentos de la población argentina de la isla Grande. El 23 de agosto de ese mismo año 1886 –un poco después de las exploraciones de Paz– embarcó para la Tierra del Fuego el ingeniero Julio Pópper. “Un personaje de leyenda –en palabras de Lucio V. López–, cuyos rasgos de pionero y navegante, antes que al drama y a la novela, pertenecen a la aventura”.

Ahora mismo estoy contemplando el retrato de Julio Pópper, nacido en 1856 y fallecido en 1893, en su paso por Japón. Ante mí, el mapa del Instituto Geográfico Argentino de 1893, que reproduce el original de Pópper. Había nacido en Bucarest, en tierras rumanas, el 15 de diciembre de 1856. Tras sus estudios en París, recorrió Europa, Asia y parte de América. Mientras viajaba por Brasil, tuvo noticias del oro de Cabo Vírgenes. Se dirigió a Buenos Aires. Examinó la información, evaluó posibilidades, pergeñó un plan, comprometiendo en la aventura a lo más selecto de la sociedad política y mercantil de la capital porteña.

Pópper llegó a Punta Arenas alrededor del 18 de septiembre. Pronto cruzó el estrecho frente a la localidad de Porvenir. Por el valle que corre de bahía Inútil a San Sebastián, el istmo bajo y pantanoso que marca Serrano Montañés, fue a establecerse al norte de la bahía atlántica justo en el punto donde arranca la península que la cierra por el Este.

He ahí cómo Pópper construyó ‘lavaderos de oro’ y habitaciones para una comunidad numerosa. Nombró al lugar como ‘El Páramo’, aludiendo al erial desabrigado que lo rodeaba. Era un continuo movimiento. “Ardiente con nervios de titán, impetuoso y pertinaz”, al decir de Lucio V. López, quien concluye: “Su vida fue una tormenta”.