Opinión

Hasta siempre Maruja

Querida Maruja: que difícil es escribirte hoy cuando los recuerdos se me arremolinan, los ojos se me nublan y el lápiz no responde.Ayer vi como Sant-Yago, nuestro señor de los milagros, velaba tu sueño en tu último Día de la Patria. No estabas sola.
Querida Maruja: que difícil es escribirte hoy cuando los recuerdos se me arremolinan, los ojos se me nublan y el lápiz no responde.
Ayer vi como Sant-Yago, nuestro señor de los milagros, velaba tu sueño en tu último Día de la Patria. No estabas sola. Un ángel te cuidaba, como lo hizo siempre rodeada de los que pintó Rosalía: “baixaron os ánxeles , adonde ela estaba , fixéronle un leito , coas prácidas alas ....”.
Nada será igual a partir de ahora. Muchos  de los que te ignoraron , harán propias tus palabras, justificarán tus años y llorarán tu muerte. Pero la bandera  que siempre vibró en tu corazon de mujer argentina y gallega seguirá ondeando con la fuerza renovadora de los gromos: esos pequeños brotecillos capaces de dar nueva vida.
Hoy me siento triste, pero a la vez orgullosa: como mujer, como argentina, como gallega de haber podido percibir esa vibración en tu voz, esa pasión en tus convicciones, esa luz en tu mirada y que me hayas permitido compartirlas. Agradezco a Sant-Yago ese privilegio.
Hasta siempre.