Opinión

Cocina gallega

El martes 15 participé de un xantar convocado por el secretario xeral de Relacións Exteriores, Julio César Fernández Mato, y la activa delegada de la Xunta de Galicia, María Xosé Porteiro. Compartieron la mesa una docena de personas vinculadas al mundo académico y la cultura.
El martes 15 participé de un xantar convocado por el secretario xeral de Relacións Exteriores, Julio César Fernández Mato, y la activa delegada de la Xunta de Galicia, María Xosé Porteiro. Compartieron la mesa una docena de personas vinculadas al mundo académico y la cultura. Entre otros referentes, estuvieron presentes Héctor Fernández, presidente del Centro Galicia, y la escritora estrella de nuestro colectivo, la amiga María Rosa Lojo. También se acercó a tomar un café el consejero cultural de la Embajada de España, Antonio Prats.
En un momento de la amable charla surgió la inquietud de “salir a la calle”, mostrar por fuera las a veces herméticas paredes de las instituciones de nuestra cultura, y revertir una situación insólita: en una ciudad, un país, con cientos de miles de gallegos emigrantes radicados definitivamente, hay un desconocimiento generalizado de la cultura, la historia, la lengua de Galicia.
No es chiste; en poco tiempo, la colectividad china ha promocionado más su cultura que nosotros. Sus fiestas de Año Nuevo, como el Día de San Patricio de los irlandeses, ya son un icono en las calles de Buenos Aires.
Ya muchos estudian chino, conocen las leyendas irlandesas, su pasado celta; pero pocos saben que el territorio geográfico ‘da nosa lingua’ excede el de la Comunidad Autónoma de Galicia, y se extiende a ciertas áreas de Asturias, León, Zamora, y tres pequeños pueblos de Extremadura. Además, debido a la emigración masiva, existen zonas con presencia de colectividades gallegas que conservaron su lengua, no sólo en el ámbito privado, sino en actos públicos, a través de publicaciones, libros y programas radiofónicos.
Y sólo algunos son conscientes que después de la Guerra Civil se impone por imperio de la fuerza la desaparición del gallego de la escena pública. Que exiliados como Castelao, Blanco Amor, Seoane, Dieste, Varela, y hombres y mujeres anónimos, logran mantener viva la llama de la cultura, la lengua y la identidad nacional. La cultura gallega, por esos años aciagos, se mantiene en Argentina, Uruguay, Venezuela, México y Cuba.
Sólo en 1950, con la publicación de ‘Galaxia’, comienza en Galicia la recuperación de la escritura en gallego. Sus promotores, Otero Pedrayo, Ramón Piñeiro y Fernández de Riego, entre otros, hacen suya la experiencia de los emigrantes. Más tarde aparecería ‘Grial’, otra publicación emblemática dedicada al pensamiento.
A medida que la ‘longa noite de pedra’ se acerca a su fin, se producen otros hechos importantes. Se establece el 17 de mayo como Día das Letras Galegas, y se crea Ediciós do Castro. Finalmente, en 1981, se establece que el gallego, junto al castellano, es la lengua oficial de Galicia.
Sin duda un justo reconocimiento al pueblo que supo, contra viento y marea, conservar su identidad; y a un idioma que fuera la lengua lírica de casi toda la Península Ibérica (incluyendo el territorio portugués), la utilizada por autores como Martín Codax, Pero da Ponte, Xohan Arias o Alfonso X. Condenada al ostracismo con el advenimiento de los Reyes Católicos, resurge con el talento de Rosalía de Castro, que publica en 1863 ‘Cantares Galegos’, totalmente escrito en gallego. Hacen lo propio Curros Enríquez y Lamas Carvajal.
Tal vez sea tiempo de retomar la iniciativa, e imitar el entusiasmo que rodeó en 1920 la publicación de ‘Nos’. Aquí en Buenos Aires, tan al sur de nuestra Finisterra, ya se publica ‘Gavieiro’, comentado en la nota anterior, y hay proyectos como Xunt.ar Ediciones que esperan ser apoyados.
Tenemos la oportunidad, el próximo 17 de mayo, de organizar actos culturales donde participen artistas e intelectuales de origen gallego, y la sociedad argentina en general. Que así sea.
Para recordar el hermanamiento de la lengua galaico-portuguesa, prepararemos uno de los tantos platos lusitanos en base a bacalao, el llamado ‘a la Gomes de Sá’ en honor a un comerciante de Porto de la época de Rosalía (¿se habrán conocido?), que lo preparaba para sus amigos y dejó la receta en un manuscrito.
Ingredientes-Bacalao a la Gomes de Sa: 1 kg de bacalao desalado/ 2 cebollas/ 1 kg de papas/ 3 cdas de aceite de oliva/ 3 dientes de ajo/ 12 aceitunas negras/ 2 huevos duros/ Leche/ Perejil picado.
Preparación: Colocar el bacalao desalado y cortado en trozos grandes en una cazuela y cubrirlo con agua hirviendo. Tapar y dejar hervir 20 minutos. Sacar el pescado con una espumadera, retirar espinas y desmenuzar. Poner en un bol y cubrir con leche caliente. Dejar reposar una hora y media. A parte, cocer las papas con la piel y cortar en rodajas de un centímetro de espesor. Dorar en el aceite los dientes de ajo enteros y las cebollas en láminas. Añadir un poco de vino para que no se quemen. En una fuente de horno, disponer las papas, el bacalao, los ajos y las cebollas; rociar con un poco de aceite. Llevar a horno moderado durante 10 minutos. Presentar en una fuente adornado con las aceitunas negras, el perejil picado y rodajas de huevo duro.