Opinión

Cocina gallega

Existe una sensación de inmovilismo en algunos sectores del colectivo gallego en la Argentina, como si el tiempo no fuese continuo. El mero subsistir parece ser el horizonte y esto supondría situarse en la antesala de la extinción”.
Existe una sensación de inmovilismo en algunos sectores del colectivo gallego en la Argentina, como si el tiempo no fuese continuo. El mero subsistir parece ser el horizonte y esto supondría situarse en la antesala de la extinción”. Es una reflexión, un llamado de atención, una advertencia antes de llegar al acantilado del amigo José María Vila Alen en su más que lúcido artículo ‘Una visión desde la diáspora’, publicado en ‘Gavieiro’, la revista-libro que edita la Fundación Galicia-América y dirige Carlos Xavier Rodríguez Brandeiro, y cuyo segundo número acaba de llegar a mis manos. En el mismo artículo Vila Alen recuerda la frase de Séneca: “Siempre los descendientes regresan a las raíces” y la idea de Heráclito: “sólo el cambio perdura”. La nota mencionada termina con estas palabras: “debemos trabajar sin sectarismos de naturaleza alguna, guiados exclusivamente por el denominador común de asegurar la presencia de Galicia, al menos en cada lugar donde los emigrantes hayan plantado raíces”.
El profesor Brandeiro, en su editorial, dice que la publicación “quiere ser un pilar de conocimiento a favor de la defensa de la identidad de un pueblo que se cansó de estar agazapado y desea erguirse con fuerza en estos nuevos caminos que brotan llenos de riesgos pero también de posibilidades en este siglo XXI, que ojalá sea el de la paz, la reflexión y el respeto por los demás”.
Debemos ser generosos, no tener miedo de quien piensa diferente, del debate inteligente, la pluralidad de pensamiento. Conscientes de ser gallegos, ciudadanos de la Comunidad Autónoma de Galicia circunstancialmente radicados en el exterior, padres de gallegos-argentinos o latinoamericanos que aman con fuerza a la tierra madre. Habitantes de un territorio sin fronteras donde se mantiene viva nuestra cultura; hombres y mujeres que no esperamos limosnas, ni directivas, sino el reconocimiento de nuestros derechos naturales. Claro que podemos recibir lo que nos corresponde en tanto tenemos mucho para ofrecer a nuestros paisanos residentes en la superficie que ocupan A Coruña, Ourense, Lugo y Pontevedra. La experiencia y el conocimiento, la perspectiva amplia del emigrante es de un enorme potencial para nuestro pequeño país. Rencillas y mezquindades no deben dar por tierra con esta oportunidad única de demostrar al mundo que ‘Galicia non é pequena’.
En ‘Gavieiro’ escribe mi buen amigo el diputado José Manuel Castelao Bragaña, un hombre que ha robado tiempo a su vida familiar y posiblemente descuidado su carrera profesional para representar a los emigrantes en el Parlamento de Galicia como integrante de un partido que no está gobernando, por vocación de servicio. Reinvidico la amistad por sobre el oportunismo de quienes medran en la alabanza al que detenta el poder, y cambian de camisa de la noche a la mañana. También colabora con su opinión la diputada socialista Marisol Soneira, y Ana Miranda, vocera de BNG. Ana, con quien tuve la oportunidad de compartir charlas, proyectos y alguna sobremesa, también demostró que no en vano es ella misma emigrante, y va en busca del paisano allí donde intuye que está, dentro y fuera de las instituciones.
El insigne periodista Lauro Laiño (subdirector de ‘La Prensa’ y miembro de la Academia Nacional de Periodismo) y el xornalista galego Arturo Lezcano reflexionan sobre el periodismo moderno.
Excedería el espacio de esta nota nombrar a todos los colaboradores de ‘Gavieiro’. A título de ejemplo diremos que firman sus artículos, entre otros, Manuel Forcadela, Xavier Alcalá, Pacho O’Donell, Carlos Bernárdez, Mariano Narodowski, Darío Villanueva y Francisco Fernández Naval. Quienes se interesen por la gastronomía y la identidad también podrán leer unas líneas de este cocinero.
Lo dicho: ‘Gavieiro’ sacude la modorra de nuestro colectivo con un material necesario para entender la tan mentada Galicia Global. Recupera la calidad de las publicaciones que tantos intelectuales y artistas gallegos crearon en Buenos Aires hasta la década del 60, hoy materia de estudio obligatorio para catedráticos, historiadores y escritores que quieren entender la historia contemporánea de Galicia.
En los fogones también mantenemos encendida la llama de nuestra identidad, veamos que ‘xantamos lembrando a nosa terra’, y aprovechando la carne del cocido.
Ingredientes-Ropa vieja: 1 kilo de carne hervida / 3 cebollas / 50 gramos de manteca / 2 cucharadas de aceite / 1/2 litro de caldo de carne / 1 vaso de vino blanco / sal / pimienta y 2 cucharadas de harina.
Preparación: Picar las cebollas y rehogarlas en la manteca y el aceite. Añadir la harina y revolver hasta que quede dorada. Incorporar el caldo y remover hasta que la salsa espese un poco. Salpimentar y añadir la carne cortada en cubos de unos 3 centímetros. Verter el vino y dejar cocer a fuego lento durante 10 minutos. Servir caliente, acompañado con papas al natural.