Cursa máster en ‘Tecnologías de datos masivos. Big Data’ en Santiago

Marcelo Daparte Lopes: “Las becas son un reconocimiento hacia los que partieron al exterior y sus descendientes”

Mantenerse en contacto con la colectividad gallega en São Paulo permitió a Marcelo Daparte Lopes tener conocimiento de las becas de la Xunta destinadas a la colectividad gallega en el exterior. Vinculado a la Peña Gallega de esa ciudad, el pasado mes de mayo tuvo conocimiento de la llegada al país del secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, para informar de la iniciativa del gobierno.

Marcelo Daparte Lopes: “Las becas son un reconocimiento hacia los que partieron al exterior y sus descendientes”
Marcelo Daparte
Marcelo Daparte, con su mujer y su hijo, en Santiago de Compostela.

Mantenerse en contacto con la colectividad gallega en São Paulo permitió a Marcelo Daparte Lopes tener conocimiento de las becas de la Xunta destinadas a la colectividad gallega en el exterior. Vinculado a la Peña Gallega de esa ciudad brasileña –donde aprendió baile y folclore de Galicia–, el pasado mes de mayo tuvo conocimiento de la llegada al país del secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, para informar de la iniciativa del gobierno.

Marcelo, casado y con un hijo de tres años, se acercó hasta la entidad asociativa para conocer de primera mano la propuesta de la Xunta y ésta le despertó interés. Curiosamente, su esposa había sido merecedora de una beca Marie Curie para realizar el doctorado en Antropología en la Universidad de Santiago de Compostela, y es por eso que la familia ya tenía previsto trasladarse este curso a Galicia.

Estudiar un máster en la comunidad autónoma constituyó desde entonces para él una buena opción que le permitía seguir formándose, y fue por ello que se decidió a realizar los trámites necesarios para optar a una plaza.

En su Brasil natal había estudiado Ingeniería de Sistemas y llegó a trabajar para Telefónica en el país brasileño y en Madrid, pero desde 2012 se había establecido de nuevo en São Paulo.

Entre los másters ofertados por la Xunta figuraba el de ‘Tecnologías de datos masivos. Big Data’, que se imparte en la capital compostelana, y por él optó este joven ingeniero de 35 años al que le gusta sumergirse en todo lo que requiere de un montón de ordenadores para realizar cálculos matemáticos aplicados a asuntos meteorológicos, oceanográficos...

Se trata de una especialidad “con mucho mercado, tanto en Europa como en Estados Unidos”, asegura Marcelo, quien ha pensado quedarse un mínimo de tres años en Galicia, a donde ya se había acercado en más de una ocasión en periodo de vacaciones.

Antes, “yo venía a Galicia a disfrutar... y si antes me gustaba, ahora estoy apasionado”, dice, porque, “siento que aquí estoy en casa y, a veces, presiento que sí, me voy a quedar”, añade.

En Brasil, Marcelo ya había establecido vinculación con la colectividad gallega en São Paulo a través de la Peña Gallega. Allí aprendió a seguir las tradiciones del lugar de origen de su abuelo, natural de A Estrada y cantero de profesión, quien, al igual que otros muchos a principios del siglo pasado, se vio obligado a trasladarse con un hijo pequeño al país para trabajar como albañil.

De su contribución a levantar la ciudad de Brasilia, allá por los años 50, da cuenta hoy su nieto, quien se muestra orgulloso de sus raíces, de ahí su participación en las actividades que organiza la colectividad gallega en São Paulo.

La puesta en funcionamiento de estas y otras iniciativas por parte del Gobierno gallego entre la colectividad ha desembocado en las becas para los descendientes de la diáspora, apunta Marcelo, para quien, “la participación en otros programas de la Xunta refuerza el sentimiento de galeguidade y esta iniciativa es como una continuidad de eso”, sostiene, al tiempo que lo considera “un reconocimiento hacia los que partieron al exterior y hacia sus descendientes”.

Satisfecho con Galicia, se muestra igualmente contento con el máster elegido –que le abre las puertas a un futuro laboral prometedor–, ya que contempla la realización de muchas prácticas, y eso es precisamente “lo que buscaba”, dice.

Por la experiencia vivida hasta la fecha, Marcelo no tiene reparos a la hora de recomendar el curso de postgrado a otros jóvenes descendientes de gallegos que reúnen los requisitos.

 “Apoyo la iniciativa y recomiendo a los jóvenes de la diáspora a que vengan”, porque las universidades gallegas están muy bien e imparten “una formación espectacular”, concluye.