La colectividad en Comodoro Rivadavia despide al constructor de origen gallego Paulino González Valverde

Maestro de obra, González Valverde llegó a Argentina en 1957, cuando contaba 17 años de edad. Después de ocho en Buenos Aires, se trasladó a Comodoro Rivadavia, donde, junto con dos primos, se dedicó al negocio de la construcción, trabajo que fructificó en la creación de la empresa Salgueiro-González.
Su vinculación con la colectividad le llevó a asociarse al Centro Gallego de Comodoro Rivadavia nada más llegar a la ciudad y, en los años 80, se vinculó también a la Asociación Española, donde, debido a sus compromisos empresariales, no pudo ocupar cargos de responsabilidad. Sin embargo, era de los que creen en la importancia de participar y, con el tiempo, llegó a mostrar satisfacción por haber visto crecer su sanatorio y haber podido también él hacer su aporte a las obras para mejorar las instalaciones.
“Yo digo que uno, por donde pasa, tiene que dejar algo. A muchos no les interesa, pero yo creo que eso es lo importante. Es fácil quedarse en casa, pero qué haríamos si no hubiera gente dispuesta a hacer cosas por los demás”, dijo en cierta ocasión.
Desde su ingreso en la Asociación Española, Paulino no pudo ocupar cargos de responsabilidad, pero con el paso de los años, llegó a ocupar el cargo de protesorero y vocal en la Comisión Directiva. También fue vicepresidente y presidente de la Institución, cargo que desempeñó desde el año 2014 al 2021.
Asimismo, en el Centro Gallego también fue dirigente, ya que ocupó durante muchos años la presidencia, y formó parte, hasta su fallecimiento, de su Consejo Directivo.
“Lo vamos a recordar por lo que hizo, por lo que nos dejó y por esa alegría que lo destacaba”, recoge la directiva de la Asociación en una nota, en la que también deja clara la “profunda tristeza” que a todos ellos, así como a los socios, les ocasiona el fallecimiento de Paulino González.
“Siempre estará en los corazones de quienes pudimos compartir buenos momentos o trabajo arduo, porque al final, o simplemente después de alguna gracia, siempre nos regalaba una sonrisa”, aseguran, y dedican unas palabras de “acompañamiento” a sus familiares, amigos e integrantes de la Asociación Española y del Centro Gallego de Comodoro Rivadavia.
La nota finaliza con la frase: “Hasta siempre Paulino… vuela alto, siempre te recordaremos”, así como con el deseo de que descanse en paz.