Colocó en su establecimiento ganadero, en Uruguay, una figura en honor a la virgen

Una fe más allá de los mares, la devoción de José María García a la Santa del Faro, patrona de Bergantiños

La devoción de José María García a la Santa del Faro, patrona de Bergantiños, viene desde su niñez, ya que allá en Galicia, en Brantuas (de arriba), en la capilla de San Xulián, asistió a sus primeras misas como monaguillo. Al venir a radicarse a Uruguay, Pepe cuenta que comenzó a volver a su pueblo natal cuando ya era empresario y su situación económica se lo permitió.

Una fe más allá de los mares, la devoción de José María García a la Santa del Faro, patrona de Bergantiños
Uru.santa
La Santa del Faro también es venerada en Uruguay.

La devoción de José María García a la Santa del Faro, patrona de Bergantiños, viene desde su niñez, ya que allá en Galicia, en Brantuas (de arriba), en la capilla de San Xulián, asistió a sus primeras misas como monaguillo.

Al venir a radicarse a Uruguay, Pepe cuenta que comenzó a volver a su pueblo natal cuando ya era empresario y su situación económica se lo permitió. Pero recuerda que desde 1964 hasta 2019 no faltaron nunca él y su esposa a la cuaresma. Salvo este año 2020 que se suspendieron todos los vuelos por el Covid-19 y también los actos de la virgen del faro.

Debió entonces colocar en su establecimiento ganadero una figura especialmente hecha para ese sitio y planifica hacer algo similar en Atlántida.

También se suspendió allá en Galicia la ceremonia en la que la patrona de Bergantiños es cargada en hombros por sus fieles del pueblo de la parroquia de San Xulián en Brantuas.

La procesión era paso a paso, la virgen subía hacia la ermita colina arriba llevada sobre los hombros de algunos devotos, mientras que los vecinos se sumaban en un laberinto de corredeiras adornadas de cabazos y con potente pirotecnia. Esto anunciaba tanto a los de Brantuas, los de Corme y Niñons que deberían sumarse a la fiesta. A mitad de camino, Pepe aguardaba con algunos niños vestidos con sus trajes típicos para custodiar a la virgen con el ‘Santito de la escopeta’. 

Pepe ha sido el creador del vigía de la virgen, llamado ‘Santo de la escopeta’.

Hace muchos años, el párroco de la iglesia, don Anselmo, al dar la misa, dijo a sus fieles: “Estoy enterado de que alguien tiene en su casa un santo, los santos deben estar en la iglesia, para venerarlos todos, no en una casa particular”. Días más tarde la figura apareció en la puerta de la iglesia. Se trataba de un San Roque muy deteriorado. Pepe, al verlo, le propuso al párroco de la iglesia mandarlo a Santiago de Compostela y restaurarlo. En aquel entonces era mucho dinero para la iglesia, Pepe se hizo cargo de las 90.000 pesetas que costó la restauración. Le quitaron el roscón y la paloma que llevaba la figura en las manos, y le colocaron una escopeta, transformándolo, hasta ahora, en el vigilante de la ermita y de la subida de la virgen a la misma.

La canción en honor a la virgen

En su composición musical, deja traslucir Pepe la rivalidad que hay en esas tierras por la veneración a la santa, ya que como el faro divide a Corme y Brantuas se disputan la posesión de la virgen, que está en medio. Por eso la letra dice: “El santo que hace que duerme de noche, para cuidar a la santiña, que no la lleven los de Corme”. “Está en una torre tan alta que parece tocar el cielo, para que la vean también desde Montevideo”.

Cuando fue necesario pedir a la virgen

José María García nos ha narrado una historia que realmente conmueve y justifica claramente su devoción a la santa del faro.

En el año 1977, Pepe invita a sus padres a venir a Uruguay, les fue a buscar al aeropuerto de Buenos Aires, porque no había vuelos directos, para ayudarles a llegar tranquilos a Montevideo.

Al poco tiempo de estar aquí, su padre, José García Lema, se enfermó gravemente y tuvo que ser internado en la Asociación Española. En ese año, Pepe era el vicepresidente de la mutualista y, a pesar de todos los esfuerzos, el pronóstico de su padre hacía temer lo peor.

Ya con un diagnóstico terminal, entró Pepe a la habitación 402, vio a su padre casi agonizando, se puso a mirar por la ventana, pero en vez de ver la avenida Blvd. Artigas sus ojos humedecidos reflejaron a la virgen del faro, a quien le pidió por su padre. Su esposa, Josefina, esperaba afuera, salió de la habitación y le dijo: “Papá no se muere”. En pocos días se recuperó, y siguió viviendo 10 años más.

Este milagro hizo que Pepe reafirmara su devoción. De ahí en más hasta compuso canciones y todos los años siguió participando de la cuaresma. A su coste, le hizo el mantenimiento a la ermita y mandó pintar la columna que tiene de base la santa. Le hizo poner iluminación, que luego tuvo que quitar porque de noche podía ser confundida con un faro y ser peligroso para los navegantes de la zona.

En el año 2009 pudimos viajar con ‘Españavale.com’ y ser testigos de todos los eventos que allí se realizan para honrar a la virgen milagrosa. Los pueblos de la zona organizan una romería que tiene un gran escenario donde actúan importantes orquestas y se baila. Pepe, junto al maestro Roque Cocina, actuó en esa ocasión.