La presidenta de la Casa de Galicia en Puerto Madryn afirma que la visita de Feijóo “fue una noche soñada”

Adelaida Rodríguez: “Al llegar a As Neves sentí que era de allí; en qué momento me fui de acá”, se preguntó

Adelaida Rodríguez Watson, actual presidenta de la Asociación Madrynense-Casa de Galicia ‘Voces da nosa terra’, sintió el impulso de visitar As Neves, el lugar de nacimiento de su progenitor, tras su fallecimiento. El impacto fue tal que, nada más llegar, se preguntó: “Cuándo me fui de acá”. La Asociación recibió la visita de Alberto Núñez Feijóo. “Fue una noche soñada”, el encuentro fue “cordial” y “ameno”, y “nos encontramos con una persona muy accesible”, asegura Adelaida.
Adelaida Rodríguez: “Al llegar a As Neves sentí que era de allí; en qué momento me fui de acá”, se preguntó
Discurso de Adelaida Rodriguez
Adelaida Rodríguez, durante su intervención en el acto que compartieron con el presidente de la Xunta.

Puerto Madryn, en la provincia de Chubut, es una ciudad argentina situada en la costa norte de la Patagonia. Zona eminentemente pesquera, hasta el lugar se desplazaron cientos de gallegos durante el siglo pasado para abrirse camino lejos de una tierra asfixiada por el hambre y la necesidad. Entre ellos se contaba el padre de Adelaida Rodríguez Watson, actual presidenta de la Asociación Madrynense-Casa de Galicia ‘Voces da nosa terra’, quien sintió el impulso de visitar As Neves, el lugar de nacimiento de su progenitor, tras su fallecimiento. El impacto fue tal que, nada más llegar, se preguntó: “Cuándo me fui de acá”. Y es que Adelaida sintió que Galicia era también su casa y que las gentes del lugar eran su gente.

Los gallegos en Puerto Madryn cuentan con una sede social por casualidad, o más bien, por impulso. El impulso que sintió su fundadora y actual presidenta, Adelaida Rodríguez, de llevarse un trozo de Galicia a la Patagonia argentina y disfrutar al otro lado del Atlántico de las sensaciones que le invadieron durante su visita a As Neves. Y es que, al pisar la localidad en la que había nacido su padre, “sentí que era de allí”, reconoce, y se preguntó: “Cuándo me fui de acá”. 

Su visita a Galicia se produjo hace aproximadamente 15 años y como consecuencia del fallecimiento de su progenitor. Entonces, “lo extrañé tanto, que tuve que ir a Galicia”, comenta. 

Y hasta As Neves llegó para aspirar el aire de los pinos y disfrutar del calor que le dispesaron sus familiares. Y para visitar en Salvaterra do Miño la iglesia en la que había sido bautizado su padre, a comienzos del siglo pasado, donde le dejaron cantar un ‘Ave María’ que se debió de sentir con total emoción en el mismísimo cielo.

Pero llegó el momento de retornar, y, al volver, se planteó crear una asociación con la que recuperar algunas de las tradiciones con las que se siente identificada y le afianzan en la cultura de la que proviene. La tacharon casi de loca, pero no cejó en su empeño y hoy en día, los integrantes de la colectividad gallega en ese lugar del planeta, unos 500 de origen, aproximadamente, cuentan con una asociación –con local propio desde hace cuatro años– en el que desarrollar actividades y dejar aflorar el sentimiento gallego lejos de la tierra que los vio nacer. Tanto es así, que cada 25 de julio, la entidad organiza un ‘Xantar’ para reavivar la tradición del folclore popular y se preocupa por recuperar el gallego como lengua propia.

La Asociación Madrynense-Casa de Galicia ‘Voces da nosa Terra’, que cuenta con entre 60 y 70 socios, fue punto de encuentro en la noche del pasado domingo entre Alberto Núñez Feijóo y la colectividad gallega en Puerto Madryn, con motivo de la visita que el presidente de la Xunta realizó a la región de Chubut para afianzar los lazos comerciales entre los sectores pesqueros de Argentina y Galicia y que se enmarca dentro del periplo que le llevará también a otros lugares del país austral.

 “La gente estaba expectante”. “Fue una noche soñada”, el encuentro fue “cordial” y “ameno”, y “nos encontramos con una persona muy accesible”, asegura Adelaida, quien reconoce que el presidente llegaba de “una reunión muy importante” y que al encontrarse con la colectividad “se le notaba feliz”. 

Durante el encuentro, Feijóo elogió el trabajo realizado por los directivos de la entidad y, en especial, por su actual presidenta y fundadora para conseguir levantar una sociedad gallega en Puerto Madryn, y les habló de los programas que la Xunta, a través de la Secretaría Xeral de Emigración, desarrolla cada año para mejorar las condiciones de vida de los gallegos en el exterior y para fomentar la vinculación de las nuevas generaciones de gallegos con el lugar de origen de sus antepasados.

Al respecto, los puso al corriente de las becas que desde hace tres años concede el Gobierno gallego para que los jóvenes de la diáspora, tanto los de origen gallego que han emigrado recientemente como los descendientes de emigrantes gallegos, puedan realizar másters o cursos de postgrado en alguna de las tres universidades de Galicia. También se les informó de los programas de ayudas sociales que contempla el Ejecutivo autonómico para ayudar a los colectivos más desfavorecidos de la diáspora, y de la necesidad de hacer las cosas de acuerdo con el procedimiento administrativo establecido. 

Sobre este particular, la entidad no se beneficiaba de las ayudas, un tanto por desconocimiento, reconoce Adelaida, quien, de ahora en adelante, se propone estar al tanto de las ayudas y realizar las solicitudes necesarias para aquellos casos en los que sea pertinente recibir una ayuda del Gobierno autonómico. A partir de ahora, “mi trabajo será con la Delegación de la Xunta en Buenos Aires”, señaló Adelaida, tras recibir las indicaciones del delegado de la Xunta en la capital, Alejandro López Dobarro.

Otro de los asuntos que se abordaron durante la reunión tuvo que ver con la celebración del Xacobeo 21, que la Xunta pretende convertir en un gran acontecimiento turístico y cultural ese año y para lo que hace un llamamiento a la participación también a la Galicia de fuera.

La inyección de optimismo fue tal, que una vez el presidente se hubo marchado, los asistentes al acto se afirmaron en la idea de visitar Galicia con motivo del próximo Año Santo Compostelano, confiesa Adelaida.

Una placa y dos libros, en memoria del paso de Feijóo por la Asociación

El intercambio de presentes entre el presidente de la Xunta y la presidenta de la Asociación Madrynense-Casa de Galicia dejó en la noche del pasado domingo un momento para el recuerdo entre la colectividad gallega de Puerto Madryn que perdurará en el tiempo. Alberto Núñez Feijóo hizo entrega a Adelaida Rodríguez de una placa conmemorativa de su visita a la entidad en el año 2019, mientras que fue obsequiado por ésta con dos libros relacionados con el fenómeno de la emigración. Uno de ellos, cuenta la historia de una familia gallega con muchos hijos, todos músicos, que acabaron fundando la Rondalla de Patagonia. El otro, escrito por un asturiano, se adentra en el sentimiento de los emigrantes una vez fuera de su tierra.

Y es que la emigración no es siempre un camino de rosas. Mas bien, al contrario. Muchos son los que, una vez lejos de su tierra, la añoran y sienten un permanente deseo de volver. En Puerto Madryn también se dan casos, reconoce Adelaida, porque si bien siempre hay un porcentaje elevado de personas que sabe adaptarse y aprovechar los recursos que ofrece el entorno para prosperar, otros no han corrido la misma suerte.

Adelaida recuerda el periodo en que en su familia se pasaba necesidad. Una familia de nueve hijos (ella era la pequeña) y con un padre emigrado dedicado a tareas ganaderas... las cosas no fueron fáciles al principio. “Los comienzos fueron muy duros’, recuerda, “había que trabajar mucho” y “los que más sufrieron fueron los hermanos mayores”. Pero después llegaron mejores tiempos, y la cosa fue mejorando.

Hoy se siente orgullosa de haber creado una asociación, que no solo dedica su actividad a vincularse con Galicia, sino que también atiende en las necesidades que puedan surgir en el entorno. Trabajan en ayuda social y viajan a los lugares en donde los necesitan, asegura, incluso fuera del país, como en Chile, afectado por constantes movimientos sísmicos. El de 2010 fue considerado como el segundo más destructivo de toda la historia sísmica del país.