La jornada estuvo realizada por el Servicio de Voluntariado Europeo

Unos cien españoles residentes en Irlanda conocen las opciones que ofrece el voluntariado de ese país

Casi un centenar de españoles se dieron cita el pasado viernes, día 15, en la Europe House de Dublín (Irlanda) para asistir a la charla organizada por la periodista y voluntaria del Servicio de Voluntariado Europeo en el departamento de Comunicación y Captación de Fondos de la ONG ‘YMCA Dublín’, Eva Mayordomo, bajo el paraguas del Consejo de Residentes Españoles (CRE) en Irlanda.

Unos cien españoles residentes en Irlanda conocen las opciones que ofrece el voluntariado de ese país
Jornada voluntariado Irlanda. Foto de Roberto Pérez 2
Numerosas personas se interesaron por la charla sobre voluntariado.

Casi un centenar de españoles se dieron cita el pasado viernes, día 15, en la Europe House de Dublín (Irlanda) para asistir a la charla organizada por la periodista y voluntaria del Servicio de Voluntariado Europeo en el departamento de Comunicación y Captación de Fondos de la ONG ‘YMCA Dublín’, Eva Mayordomo, bajo el paraguas del Consejo de Residentes Españoles (CRE) en Irlanda, en estrecha colaboración con su presidenta, Leticia Medina, y la secretaria del citado organismo, Karmele Matellán.

El acto, bajo el título ‘Voluntariado en Irlanda. Ayudar te ayuda’, contó con el apoyo logístico y organizativo del Centro de Voluntarios de Dublín, y la asistencia de Javier de las Heras, Deputy Manager de la ONG DePaul; Carlos Barceló, Financial Operations de la Agencia Léargas; y Bebhinn Hare, Placement Officer del Dublin Volunteer Centre.

Esta última dio las nociones generales de cómo el organismo al que representa actúa de enlace entre las ONG y las personas que quieran ser voluntarias en Irlanda. “Nuestra misión es unir voluntarios con las oportunidades”, remarcó. Esto generó debate entre el público, especialmente alrededor del requisito propio de la República de Irlanda llamado ‘Garda Vetting’ que, según se mencionó, puede retrasar semanas el proceso de incorporación. Sin embargo, esta legislación está a punto de cambiar el 29 de abril, según el Deputy Manager de DePaul, Javier de las Heras, quien además recomendó a los presentes obtener el certificado de penales o bien en España o a través de la Embajada, ya que puede ayudar a acelerar este trámite “significativamente”.

En cuanto a la organización que representa, De las Heras desgranó el problema de los indigentes en Irlanda, que suele impactar al visitante que pisa por primera vez Dublín. “Yo he conocido a gente que es indigente de tercera generación”, comentó. Como factores determinantes mencionó las adicciones y la pobreza, sobre lo que dio algunos datos. “90 personas duermen en las calles a diario, y 40 no quieren ir a hostales porque los consideran peligrosos para ellos”, desgranó, a la vez que se pregunta qué pueden hacer los españoles residentes en Irlanda al respecto, asegurando que pueden “darles el desayuno en nuestras instalaciones, comentar la prensa con ellos, acompañarles al cine... cualquier actividad que para nosotros es cotidiana, para ellos es un mundo”.

Sobre la barrera del inglés, otro gran tema tratado en la charla, también tuvo palabras de aliento para los recién emigrados. “Si nuestro nivel de inglés es bajo podemos ser voluntarios también, la música o el arte por ejemplo no lo necesita”, y señaló el caso de un ama de casa española que da clases de guitarra a los indigentes de DePaul. Además, quiso apuntar que el voluntariado en Irlanda, al contrario de lo que suele ocurrir en España, es un elemento habitual en los currículos a la hora de buscar trabajo. “Si yo quiero contratar a alguien, me interesa ver que esa persona ha estado implicada antes”, aseguró. “Mucha gente que trabaja en DePaul ha sido voluntaria previamente”, añadió. Y quiso redondear su mensaje con una imagen de Bono tocando solidariamente en Grafton Street, una de las principales arterias de Dublín, algo que hace cada año en fechas navideñas. “Aquí, hasta Bono es voluntario”, aseveró.

El Servicio de Voluntariado Europeo (SVE) que promueve la Comisión Europea en el marco del programa ‘Erasmus +’ tuvo su difusión, asimismo, en esta charla, gracias a Carlos Barceló, Financial Operations de la Agencia Leargas, que coordina los fondos destinados a Irlanda y gestiona todas las solicitudes. “Es un programa de voluntariado en el que recibes una educación no formal que se mide con un certificado, el Youthpass, pero no es un trabajo”, quiso distinguir. “Para ello necesitamos una organización de envío y otra de acogida”, y emplazó a los presentes a informarse en la web de ‘Erasmus+’. El programa cumple precisamente 20 años en 2016 y para ello ha puesto en marcha la campaña llamada ‘Pay it forward’ que pretende que más ONG irlandesas se sumen al proyecto, ya que el número de solicitudes de voluntarios sobrepasa ampliamente a las ofertas disponibles.

En el terreno de las experiencias en primera persona, la periodista Eva Mayordomo aportó unas pinceladas de la labor que desarrolla en YMCA Dublín con jóvenes y niños, trabajando de forma integral también con sus familias para generar sentimiento de comunidad y frenar el fracaso escolar y vital. “La cadena logística de una acción solidaria es mucho más amplia de lo que vemos. Hasta que el paquete de comida llega a un campo de refugiados y visualizamos al voluntario repartiéndolo, detrás está el trabajo de muchísimas personas y están implicados diversos roles. Igual pasa en otras organizaciones. Yo quería ayudar a que la juventud tenga oportunidades y no se vean privados de su futuro por sus condiciones económicas, pero aportando mis habilidades, mi profesión, y se les puede ayudar mucho sin ser necesariamente el trabajador social que está cara a cara con el usuario”, explicó. “Yo dedico mi tiempo y esfuerzo en este Servicio de Voluntariado Europeo, y lo que obtiene la YMCA a cambio es el fruto de mi trabajo diario, comunicar y captar fondos, para que la labor que hace la ONG pueda seguir desarrollándose”, ejemplificó. Además animó a los presentes a “mojarse” mostrando varias vacantes de voluntariado activas en YMCA Dublín, que pueden encontrarse en la web del Volunteer Centre.

Por su parte, los voluntarios Francisco Moreno, Gema Saiz, María Ortega y Verónica Muñoz aportaron una visión personal de lo que ha sido su experiencia de voluntariado en Irlanda hasta la fecha. De este modo el espectro de posibilidades se vio ampliado de manera notable, ya que puede manifestarse tanto de la forma más tradicional, uniéndose a una organización donde el voluntario aporte sus habilidades, o creando actividades solidarias desde cero, como el caso de los talleres ReciclArtMe de Verónica Muñoz. “Es mi forma de aportar mi granito de arena, haciendo las cosas que a mí me gustan”, aseveró Muñoz. En las actividades que organiza, los niños usan materiales reciclados para crear nuevos elementos y juguetes. Algo que además puede generar fondos que sustenten diversas causas, como la de los refugiados sirios, apoyada por ‘Piñata Project’ recientemente.

Francisco Moreno, por su parte, relató las diversas experiencias que ha tenido en Dublín con el voluntariado. “Unas fueron mejores que otras”, admitió. “Pero lo que os digo es que no os quedéis con el no. Ahora estoy en el Centro de Adultos de Dundrum dando clases, y aunque empecé porque quería integrarme en la sociedad y por el inglés, al final lo que te importa es el lado humano. Hagas lo que hagas, te llevas más que dejas”, puntualizó.

En la misma línea se situó Gema Saiz, al reconocer que al llegar al Irlanda “partí de cero, pese a toda mi carrera profesional en España. Me inscribí porque necesitaba mejorar el inglés y conseguí ser voluntaria haciendo bases de datos en el Volunteer Centre. De esta experiencia lo que más he sacado es humildad, y os animo a que lo hagáis porque a nivel humano te haces más consciente de las dificultades de los demás”. Otros beneficios que ha obtenido son “que se aprende inglés, estoy contenta del nivel que tengo”, aseguró.

En lo que respecta a María Ortega, que fue voluntaria en ‘Solas Project’, comentó que su voluntariado ayudando a niños de 6 a 12 años en actividades extraescolares fue una ayuda “para conocer la realidad del país, porque cuando llegas solo ves lo bueno, pero con estas experiencias ves también lo malo, que hay que conocerlo, me ayudó a abrir los ojos”, remarcó.

Durante las ponencias, se trataron temas relacionados con la barrera lingüística que supone el inglés a la hora de desempeñar ciertas tareas de voluntariado, los beneficios que obtiene un voluntario español de su experiencia solidaria en Dublín, así como las diferencias culturales que existen entre España e Irlanda, que son especialmente relevantes en cuanto a los servicios sociales y las organizaciones pertenecientes al tercer sector.

Tras las intervenciones, se abrió un turno de preguntas, y posteriormente los asistentes pudieron charlar de manera distendida con los integrantes del panel de la charla, así como disfrutar de una degustación de productos españoles. Sin embargo no solo en palabras se quedó este acto, ya que el Volunteer Centre dio la oportunidad al público de apuntarse ‘in situ’ a la base de datos, en lo que puede ser el primer paso de muchos en su intención de involucrarse de una manera positiva en la sociedad irlandesa que actualmente los acoge y elegir su propio itinerario como voluntarios.