TRIBUNA ABIERTA DE MIGUEL ÁNGEL ALVELO CÉSPEDES

Carlos Pérez-Desoy Fages, cónsul y amigo

“El que anda mucho y lee mucho, ve mucho y sabe mucho”, Miguel de Cervantes. Cuanto más honda sea la brecha cultural entre su país de origen y el de destino, más necesitará un diplomático escuchar, leer y tener la mente lo suficientemente abierta para tratar de empaparse y conocer el entorno en el que trabaja.Quiero mezclar en este artículo dos visiones: una, hablará de la figura del cónsul general, y la otra de mi amigo Carlos.

Carlos Pérez-Desoy Fages, cónsul y amigo
Cuba.Carlos Pérez-Desoy
Carlos Pérez-Desoy –a la dcha.–, junto a Miguel Ángel Alvelo, articulista de ‘Crónicas de la emigración’.

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“El que anda mucho y lee mucho, ve mucho y sabe mucho”, Miguel de Cervantes

Cuanto más honda sea la brecha cultural entre su país de origen y el de destino, más necesitará un diplomático escuchar, leer y tener la mente lo suficientemente abierta para tratar de empaparse y conocer el entorno en el que trabaja.

Quiero mezclar en este artículo dos visiones: una, hablará de la figura del cónsul general, y la otra de mi amigo Carlos.

Un viaje de ida y vuelta, es el trabajo de Carlos Pérez-Desoy Fages, en La Habana –Cuba–.

Intentaré realizar primeramente un ejercicio de memorización, recordando el contenido de aquellas vivencias que empezaron a finales del año 2000, justo en el Consulado General de España en La Habana, cuyo edificio está ubicado en La Habana Vieja, construido en 1912 por la familia Sarrá, de origen catalán.

Por más que me empeño en precisar no recuerdo exactamente el mes que se produce mi primer encuentro con Carlos Pérez-Desoy, pero sí recuerdo bien que tuvimos un intercambio de palabras justo en la ventanilla del departamento de legalizaciones, donde recuerdo a Félix, funcionario español que laboraba allí, sin olvidar al gallego Agustín, con su mesita en el centro del salón, tratando de poner orden, y orientando a la ciudadanía, sin pasar por alto en mis recuerdo a Reinier, ese ujier siempre atento en sus responsabilidades en la puerta del Consulado, que hoy desarrolla su función en la Embajada. 

Después de mis investigaciones durante meses en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, puedo afirmar que al hablar de Carlos Pérez-Desoy nos encontramos frente a un diplomático especialista en las relaciones España-Cuba. ¿Por qué?

Ningún diplomático español, hasta la fecha, ha ocupado tres cargos diferentes en un mismo destino: La Habana.

Corría el mes de julio del año 2000, con la noticia de la llegada del nuevo cónsul de España que se escuchaba entre pasillos de las asociaciones españolas, ya que la membresía esperaba su apoyo en las diferentes actividades culturales que se desarrollan (según el Consejo de Residentes Españoles en Cuba, residen en la isla cerca de 150.000 españoles).   

Carlos coincidiría entonces con dos cónsules generales, el primero Eduardo de Quesada y el segundo Antonio Muñoz Rojas (q.e.p.d). Justo en ese momento se encontraba como embajador Jesús Manuel Gracia Aldaz, al que agradezco su amabilidad cuando fui recibido en la Secretaria de Estado para la Cooperación Internacional para Iberoamérica. Hoy se encuentra como cónsul en Cantón –China–.

La vida de un diplomático es, en muchas ocasiones, una vuelta al mundo como la obra de Julio Verne, esas aventuras de Phileas Fogg, publicada en noviembre de 1872. 

Carlos culminaría su primera etapa en Cuba como cónsul adjunto en julio de 2003.

Su segunda etapa en La Habana se inicia en agosto de 2006 como consejero de la Embajada y, como dato anecdótico, recuerdo que fui a saludarle, ya residiendo yo en España, y tuvimos un emotivo encuentro, donde me presentó al ministro consejero, Juan López-Herrera, hoy cónsul general en Lyon.

Dentro de ese periodo ejercerían el cargo de embajadores mi amigo Carlos Alonso Zaldívar, hoy ya retirado de la carrera, y Manuel Cacho Quesada, hoy Eembajador de España en Australia. 

Estos años de trabajo concluirían en junio de 2011, tomando otras responsabilidades como subdirector general de Cancillería (Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España). En este tiempo, recuerdo nuestros encuentros en Madrid, uno de ellos con especial cariño, cuando en febrero del año 2014 Carlos abrió la presentación, en Casa de Galicia, de mi obra ‘Manuel Fraga un gallego cubano, Fidel Castro un cubano gallego’, con prólogo del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Será ya en el año 2016, durante una exposición fotográfica de imágenes inéditas de Fidel Castro y sus raíces españolas, que realicé con la colaboración del Museo de la Revolución en la Habana y la Consejería Cultural de la Embajada de España, cuando tendría ocasión de reencontrarme con el nuevo cónsul general en La Habana –Carlos Pérez-Desoy–, junto al embajador Juan Francisco Montalbán Carrasco, que hoy se encuentra en la Embajada de España en Portugal, 2ª Jefatura. Siempre agradeceré su apoyo.

“Yo sé lo que ustedes son: Un puente entre España y Cuba. La sociedad civil que ustedes representan es un valor en alza en todo el mundo y más en Cuba donde la raíz española es tan profunda”, serán las primeras palabras como cónsul general de Carlos Pérez-Desoy Fages, en el Antiguo Centro Gallego de La Habana el 24 de agosto de 2016.  

Coincidirá en ese tiempo con dos cónsules adjuntos, el primero mi buen amigo Álvaro Kirkpatrick de la Vega, hoy director general del Servicio Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y Carlos Ruiz González.

En esta tercera etapa, Carlos pudo compartir su diario con tres embajadores: Juan Francisco Montalbán Carrasco; Juan José Buitrago de Benito; y Juan Fernández Trigo, actualmente activo.

Recuerdo con cariño a sus secretarias, magníficas profesionales: Consuelo Anido Varela y Julia Clara Fernández López, que hoy siguen ejerciendo su excepcional labor.

¿Cómo se desarrolla la labor de Carlos Pérez-Desoy en los últimos cuatro años?

Ha sido un periodo de trabajo intenso y fructífero. El huracán Irma y la crisis del Covid-19 han supuesto retos extraordinarios desde el punto de vista consular que han puesto a prueba al personal de todo el consulado. Se avecinan cambios a nivel consular, donde se pondrán en marcha distintas iniciativas para mejorar el trabajo telemático en el consulado. Por citar algunas, la gestión de citas por medio de Internet, la externalización de la consulta de información también por Internet (ley de Memoria Histórica, tramitación de pasaportes y visados, presentación de recursos, etc.).

Igualmente, se ha hecho un gran esfuerzo para mejorar la información que se les ofrece a los usuarios; lo que acredita las más de cinco millones de visitas anuales a la  página web, y más de cuatro millones de interacciones anuales de la cuenta de Twitter. 

También han puesto en marcha un sistema de respuestas telefónicas pregrabadas y, recientemente, una nueva funcionalidad para contestar de manera más eficiente los cincuenta mil correos electrónicos que reciben anualmente solicitando información de todo tipo. 

Además, cuando la legislación lo permite, se están llevando a cabo comunicaciones con los interesados por SMS.

Debo decir que el Consulado General siempre se ha mostrado solidario principalmente con los residentes en el interior de la isla, comprendiendo las dificultades tanto de distancias, como del transporte.

Gran iniciativa es la puesta en marcha de un listado de correos de subscripción libre, que se distribuyen diariamente con las principales noticias aparecidas en la prensa española.

A pesar de la lamentable crisis económica que trajo consigo recortes presupuestarios que han provocado una inevitable ralentización del trabajo pendiente, en estos cuatro años se han resuelto más de setenta mil expedientes de nacionalidad que fueron presentados al amparo de la ley de Memoria Histórica, y como consecuencia del ‘Plan de choque’ implementado al respecto desde hace unos meses, el cónsul general Carlos Pérez-Desoy tiene la convicción de que, tras el trabajo preparatorio realizado, los treinta y siete mil expedientes todavía pendientes podrán resolverse en breve.

Otra novedad muy importante que no se debe dejar de mencionar es el acuerdo alcanzado con la Organización Nacional de Bufetes Colectivos de Cuba que permite, a quienes lo deseen, tramitar la legalización de documentos a través de ese organismo. Carlos Pérez-Desoy tiene el convencimiento de que muchas personas, especialmente los residentes en el interior de la isla, se beneficiarán de esta posibilidad, ahorrando tiempo y dinero para este trámite.

Existe ya, como es sabido, un proyecto para construir un nuevo edificio del consulado que fue dado a conocer con motivo de la visita a Cuba de S.M. el Rey, lo que sin duda permitirá prestar una mejor atención consular a los residentes y turistas.

En la misma línea, está aprobada la creación de un segundo consulado de carrera en mi amada provincia de Camagüey, solo está a la espera de la aquiescencia de las autoridades cubanas. Es una novedad muy importante, que con toda seguridad permitirá ofrecer un mejor servicio a los residentes en el interior de la isla y descongestionar el Consulado General en La Habana.

Es lamentable que la actual situación provocada por la pandemia del Covid y las restricciones sanitarias me impidan organizar las actividades para poder despedir personalmente al cónsul general Carlos Pérez-Desoy, desde nuestra Asociación Nacional de Empresarios España-Cuba, la cual presido, que teníamos programadas en coordinación con la Federación de Sociedades Españolas en Cuba, y Consejo de Españoles Residentes de Cuba (CRE), se ofrecería, entre otras, un vino español, con degustación de varios productos de Galicia. 

Hay una frase célebre de nuestro Apóstol cubano, José Martí: “Honrar, honra”, y así lo hago con mis mejores deseos para el cónsul general saliente, en su nuevo destino de Salvador de Bahía (Brasil)

Asimismo, traslado al cónsul general entrante, Antonio Hernández Pérez-Solórzano, mi deseo de éxito en esta nueva responsabilidad en La Habana, que estoy seguro que será intensa.