El expresidente del Parlamento canario considera que fue “un líder dentro del movimiento canario en el exterior”

Antonio Castro: “Siento mucho la pérdida de un trabajador infatigable por mantener los lazos entre Canarias y Cuba”

El presidente del Parlamento de Canarias durante la séptima y la octava legislaturas, Antonio Castro, figura entre las personalidades que han tenido ocasión de conocer de cerca al fallecido Carmelo González, al que, considera, fue “un líder dentro del movimiento canario en el exterior”. Es por eso que Castro reconoce sentir “mucho la pérdida de un hombre infatigable” y ocupado por “mantener los lazos entre Canarias y Cuba”.

Antonio Castro: “Siento mucho la pérdida de un trabajador infatigable por mantener los lazos entre Canarias y Cuba”
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Carmelo González –1º izda.– y Antonio Castro –2º dcha.–, en un acto en La Habana junto al entonces vicepresidente cubano, José Ramón Fernández.

El presidente del Parlamento de Canarias durante la séptima y la octava legislaturas, Antonio Castro, figura entre las personalidades que han tenido ocasión de conocer de cerca al fallecido Carmelo González, al que, considera, fue “un líder dentro del movimiento canario en el exterior”. Es por eso que Castro reconoce sentir “mucho la pérdida de un hombre infatigable” y ocupado por “mantener los lazos entre Canarias y Cuba”.

De él destaca su contribución a reforzar y relanzar la canaridad, iniciativa en la que Venezuela y Cuba fueron líderes y a la que se incorporaron otros países.

Como presidente de la Asociación Canaria ‘Leonor Pérez Cabrera’, fue una persona vehicular para que las ayudas del Gobierno canario llegaran a la colectividad asentada en Cuba, dice Castro. Además, asegura, tuvo en cuenta a los jóvenes y ayudó a establecer lazos de unión con el Gobierno cubano para que esas ayudas, pensadas sobre todo para los mayores, fueran efectivas.

Otra de sus aportaciones, según el expresidente del Parlamento, fue que “ayudó a mantener el espíritu canario dentro de la comunidad en Cuba”, algunos pertenecientes ya a la cuarta generación de emigrantes.

Como positivo, también destaca que todo su esfuerzo se vio recompensado con la concesión de la Medalla de Oro de Canarias, lo que supuso un reconocimiento de la sociedad canaria en Cuba.