Opinión

Más crisis mundial

Hay dos hechos que marcan la vida de una sociedad moderna: la política y su sustento o  armadura: la economía.El mundo -digamos en este caso Estados Unidos y su apéndice Europa- tiembla, cada día se rompen en sesiones continuas las bolsas y el crecimiento va al mínimo, y eso nos anuncia que en cualquier momento puede haber un batacazo que bien pudiera ser este semestre o el próximo.
Hay dos hechos que marcan la vida de una sociedad moderna: la política y su sustento o  armadura: la economía.
El mundo -digamos en este caso Estados Unidos y su apéndice Europa- tiembla, cada día se rompen en sesiones continuas las bolsas y el crecimiento va al mínimo, y eso nos anuncia que en cualquier momento puede haber un batacazo que bien pudiera ser este semestre o el próximo.
La era de la caballerosidad al decir de Edmund Burke, ha concluido. Ha triunfado la de los sofistas, los economistas especuladores y calculadores; y la gloria de Europa se ha extinguido para siempre. Hay quien busca, como Venezuela, guardar sus divisas en China, Rusia o Brasil.
Parece que los inversores ya se han olvidado del nuevo plan de ajuste de 45.000 millones de euros que prepara Italia, y de que el BCE anunció la pasada semana para frenar el ataque contra España e Italia. Hoy, lo que está pesando en el mercado es la decepción del crecimiento europeo, y concretamente alemán, a pesar de que Berlín quiere una unión sólidamente económica con la Francia de nuevo Brumario.
Para un conocido y prestigioso estudioso de la actual situación monetaria, Paul Krugman, premio Nobel y Príncipe de Asturias de Economía, la coyuntura financiera estadounidense, y con ella europea, sólo la arreglaría una invasión alienígena.
El acreditado experto asegura que una amenaza proveniente de otro planeta sería el estímulo necesario para que Washington vuelva a la senda del crecimiento, al igual que sucedió en los años previos a la entrada en la Segunda Guerra Mundial, cuando la industria militar permitió al país salir definitivamente de la Gran Depresión.
“Si descubriésemos que criaturas del especio exterior están planificando atacar la tierra y decidiésemos poner en marcha un plan de contraataque contra esta amenaza, dejando el déficit y la inflación en un segundo plano, saldríamos de esta recesión en menos de 18 meses”.