Volver con la mente puesta en la maternidad

Salir en busca de oportunidades fuera de Galicia está lejos de ser una decisión definitiva para los que se aventuran a dar el paso, principalmente en un momento como el actual, en el que el Gobierno gallego cuenta con iniciativas de diversa índole para favorecer el retorno en óptimas condiciones.

A una de esas ofertas de la Xunta, a las becas BEME, concretamente, fue a lo que se agarró Estefanía Rama Martínez para retornar de Suiza a Laracha (A Coruña) cuando se planteó ser madre. Quería que sus hijos crecieran con el mismo “amor a Galicia” que ella le profesa y el disponer de una ayuda económica para ampliar su formación en la comunidad autónoma le dio el impulso que necesitaba para hacer realidad su deseo.

Las idas y venidas entre el país helvético y Galicia es una constante en la vida de Estefanía y de ello hizo un relato el miércoles de esta semana en Ferrol, en el transcurso de la mesa de diálogo social que se llevó a cabo durante la presentación de la Estratexia Galicia Retorna 2026. Ante una audiencia integrada por emprendedores y alumnos de FP, y en la que sobresalía el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, así como cuatro conselleiros, expresó su interés por establecerse de nuevo en territorio gallego, después de un tiempo formándose y trabajando en su lugar de nacimiento.

Y es que Estefanía es natural de Suiza, país al que emigraron sus abuelos, aunque fue a la edad de 4 años que se instaló con su familia en Galicia, donde creció y cursó estudios. Se licenció en Ciencias Empresariales en A Coruña, pero una vez obtenido el título, en el año 2010, decidió dar un giro a su vida.

“Tenía ganas de salir al extranjero y de buscar oportunidades fuera”, relató la joven, quien reconoce que los términos “emigración y retorno estuvieron siempre muy presentes en su familia”. Así que, aprovechando una oferta de trabajo que le surgió a su pareja en Ginebra, recaló de nuevo en el país que la vio nacer y allí amplió su formación.

“Llegué a una Suiza muy diferente de la que se encontraron mis abuelos –comenta–, muy acogedora con los gallegos y dispuesta a ayudarme, porque todo el mundo conocía a un gallego que había emigrado en los años 60”. Así que, decidió aprovechar la oportunidad. “Aprendí bien el francés y me formé en banca, en gestión del patrimonio”, dijo, lo que dio sus buenos frutos, ya que trabajó cinco años en el sector financiero de una gran entidad.

Puesto que salieron con la idea de estar fuera un año para coger experiencia internacional, “el retorno estaba siempre en nuestra mente”, aseguró, y contó que, el hecho de encontrarse “con un buen trabajo y unas buenas perspectivas laborales”, les alejaba cada vez más de tomar la decisión de volver. Hasta que un día vio un anuncio sobre las becas BEME y se le abrió la esperanza de nuevo.

“Profundicé un poco en el programa y pensé venir con la idea de hacer un máster”, comentó, y eso fue lo que hizo esta hija y nieta de emigrantes gallegos. Se tomó un año para dedicarse a la formación, contactar con profesionales del sector financiero en A Coruña para ver cómo podía integrarse laboralmente en Galicia, y también para tener un hijo. “Yo aproveché muy bien la bolsa BEME”, dijo, entre risas.

Una vez finalizado ese periodo “de formación y de desarrolló personal” encontró trabajo en una entidad financiera en A Coruña y en la comunidad autónoma continúa residiendo actualmente, junto a su familia.

El motivo último por el que Estefanía tomó la decisión de volver fue “el amor por Galicia, que es muy grande”, confesó, a una pregunta del secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, al tiempo que reconoció que tuvo muy presente que quería volver “desde el minuto uno en que marché”, porque, prosiguió, “la familia es muy importante; toda mi familia estaba aquí y cuando estás fuera pasan cosas buenas y no tan buenas y yo quería estar ahí” en todo momento. Además, “quería ser madre y quería que mis hijos creciesen, viviesen, disfrutasen y amasen Galicia”, y tenía mucha pena “de que creciesen en un lugar extranjero”, sentenció.