Fue internacional con Suiza y jugó dos partidos amistosos con la selección de Galicia

Ricci Cabanas, un exfutbolista de élite hijo y nieto de emigrantes gallegos, convertido en profesor

Ricardo Cabanas Rey, nacido el 17 de enero de 1979 en Zúrich (Suiza), es un exfutbolista suizo de origen gallego que dejó una marca indeleble en el mundo del fútbol europeo. Jugador versátil, Cabanas se destacó en la posición de centrocampista durante su carrera profesional, que abarcó desde finales de la década de 1990 hasta principios de la década de 2010.

Ricci Cabanas, un exfutbolista de élite hijo y nieto de emigrantes gallegos, convertido en profesor
Ricci Cabanas 2
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A lo largo de su carrera, demostró una destreza en el campo y una habilidad técnica que lo llevaron a representar a clubes de renombre y a la selección nacional suiza. Pasó su infancia en el distrito 3 de la ciudad. Desde temprana edad, su vida estuvo influenciada por el sentido del deber y el trabajo duro de sus padres, inmigrantes gallegos oriundos del ayuntamiento de Carral (A Coruña).

Su historia va mucho más allá de los campos de fútbol; es un relato de determinación, pasión y una transformación que lo llevó de los estadios al aula. Además de destacar como futbolista, Ricci era un estudiante ejemplar. Su camino hacia convertirse en un futbolista profesional comenzó en 1997 cuando ganó su primer título con el equipo juvenil de GCZ (Grasshoppers Club Zurich), junto a compañeros como Rainer Bieli, Boris Smiljanic, Bruno Berner, Felix Magro y Patrick Foletti, logrando un hito memorable en el estadio Wankdorf de Berna al ganar la final de la copa juvenil. En el Grasshoppers permaneció gran parte de su carrera.

En 2006, Cabanas dio un paso importante al ingresar a la Bundesliga alemana. Firmó un contrato con el FC Colonia, donde trabajó bajo la dirección de su antiguo entrenador, Hanspeter Latour. Durante su tiempo en Colonia, Cabanas se ganó el apodo de ‘Kabänes’, en referencia a un licor amargo típico de la región. Sin embargo, en junio de 2007, decidió romper su contrato con el club alemán y regresar al Grasshopper Zúrich en Suiza, donde le ofrecieron un contrato de cinco años. Su amor y lealtad al club son indiscutibles.

A nivel internacional, tuvo la oportunidad de representar a la selección suiza. Jugó dos partidos amistosos con la selección de Galicia, enfrentándose a Uruguay el 29 de diciembre de 2005 e Irán el 27 de diciembre de 2008, con victoria en ambos encuentros. Con la selección de Suiza disputó un total de 47 partidos y marcó 4 goles. Uno de los momentos más notables en su carrera internacional fue su participación en el Campeonato Europeo 2002 en el país helvético donde llegaron a las semifinales con el equipo sub-21. A pesar de su lucha y determinación, una lesión lo apartó de su pasión deportiva en 2011.

Ricardo Cabanas habla seis idiomas: gallego, castellano, francés, italiano, alemán e inglés. Esta habilidad le permitió comunicarse de manera efectiva en diferentes entornos y le dio una ventaja tanto en el campo como fuera de él. Su interés por la historia y un giro en su vida lo llevó a las aulas para retomar los estudios. En 2015 y, tras aprobar la selectividad, se sumergió en la literatura y la historia. El exfutbolista, hijo y nieto de emigrantes con corazón suizo y español, ha experimentado una transformación notable en su vida al convertirse en profesor.

El fútbol, un deporte que ha unido naciones, familias y comunidades a lo largo de generaciones, ha sido la pasión de un exfutbolista, quien, a pesar de haber dejado atrás su carrera en los campos, todavía lleva el espíritu del juego en su corazón.

Una vida de pasión por el fútbol y sus reflexiones

Para este exfutbolista, el fútbol es más que un simple juego. Es un deporte que permite ejercitarse, liberar tensiones y apagar la mente olvidando problemas y obligaciones cotidianas. En sus palabras, el fútbol puede llevar a un estado de fluidez donde todo tiene sentido y ocurre de manera casi mágica. Este estado de fluidez es, para él, una sensación única y hermosa. El fútbol es accesible para todos, ya que solo se necesita una pelota para jugar. Puede ser disfrutado por personas de diferentes edades, géneros y niveles de habilidad. Es un deporte que promueve la inclusión y la diversidad, lo que lo convierte en una experiencia universal. No solo se vive en el campo de juego sino también en las gradas y en la comunidad que se forma alrededor del deporte. Los aficionados sienten una profunda conexión con sus equipos y experimentan una especie de catarsis colectiva en cada partido. Los altos y bajos emocionales en un partido reflejan la naturaleza impredecible de la vida y esta intensidad puede unir a las personas en un sentido de comunidad.

Según Cabanas, el fútbol brinda a las personas la oportunidad de formar parte de un grupo y luchar contra otros, lo que despierta un instinto humano primordial de pertenencia a una tribu. Este sentimiento es poderoso y puede generar un sentido de identidad en los aficionados. El fútbol es un vehículo para superar barreras culturales y sociales. Cabanas señala cómo algunos futbolistas han logrado salir de situaciones difíciles, incluso superando fronteras y desafiando las expectativas impuestas por la sociedad. Puede convertirse en una vía de escape para aquellos que buscan mejorar sus vidas. Sin embargo, destaca la desigualdad económica, donde solo unos pocos jugadores ganan salarios desorbitados, mientras que la mayoría, especialmente mujeres, lucha por percibir una remuneración justa. Esta disparidad pone de manifiesto la necesidad de abordar las cuestiones de igualdad en el deporte.

Para Ricardo Cabanas Rey, el fútbol ha sido una parte fundamental de su vida, desde su infancia hasta su carrera profesional. Aunque ha dejado atrás los campos de juego, sigue viendo al fútbol como una atracción y una fuente de alegría en su vida. A pesar de los desafíos y las preocupaciones sobre el negocio y la desigualdad en el deporte, el fútbol sigue siendo una pasión que lo ha enriquecido a nivel personal y le ha brindado una perspectiva única sobre la vida y la sociedad.

En la actualidad, casado y padre de dos niñas, es un testimonio de su pasión por el deporte y su búsqueda constante de conocimiento. Desde los campos de fútbol de su infancia hasta las aulas universitarias, su viaje es una inspiración para aquellos que buscan equilibrar sus pasiones y su crecimiento personal. A día de hoy ha demostrado que, incluso cuando los obstáculos se interponen en el camino, la determinación y la pasión pueden llevar a nuevas y emocionantes oportunidades en la vida. En su faceta como profesor, nos muestra que el fútbol puede ser más que un deporte. Es una experiencia que conecta cuerpo y mente, une a las comunidades y puede ser un motor de cambio social. A través de sus reflexiones, nos recuerda la importancia de mantener la pasión y el espíritu del juego en nuestras vidas.