Tras dos encuentros en Ourense, uno en A Estrada y el de este año, la próxima cita será en A Coruña

Los retornados del Centro Gallego de Maracaibo se reúnen por cuarto año en una comida de confraternidad celebrada en Vigo

Un grupo de 130 personas socias del Centro Gallego de Maracaibo y actualmente residentes en España se sumaron al almuerzo que se organizó el sábado 7 de junio en Vigo para seguir confraternizando, años después de haber dejado atrás Venezuela y la vida social que les proporcionó su vinculación a la entidad fundada por sus progenitores.

Los retornados del Centro Gallego de Maracaibo se reúnen por cuarto año en una comida de confraternidad celebrada en Vigo

La agrupación ‘Socios y amigos del Centro Gallego de Maracaibo’ convocó por cuarta vez a la colectividad ‘retornada’ vinculada a esa entidad a una comida de confraternidad que reunió en el Hotel Coia de Vigo a alrededor de 130 personas llegadas fundamentalmente desde distintos puntos de las cuatro provincias gallegas, así como del resto de España.

Los asistentes al acto, entre los que se dieron cita emigrantes retornados e hijos de gallegos, nacidos en la República Bolivariana, pudieron disfrutar de una jornada lúdica –la cuarta de estas características que organiza la sociedad– sembrada de muestras de afecto entre los presentes y en la que también hubo canciones, además de alguna que otra sorpresa gastronómica en señal de recuerdo de lo vivido en épocas pasadas: empanada y arepas típicas de Venezuela.

El evento contó con la presencia de la delegada territorial de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz Álvarez, quien se mostró “encantada” de poder asistir a la reunión y excusó la ausencia en la misma del secretario xeral de Política Lingüística del Gobierno gallego, Valentín García. Asimismo, de parte del máximo representante del Ejecutivo autonómico, Alfonso Rueda, les trasmitió sus buenos deseos para todos los integrantes de este grupo, al que cada vez se suman más personas, según aseguran los organizadores.

El encuentro, que anteriormente tuvo como escenarios Ourense (por dos veces) y A Estrada, estuvo organizado en esta ocasión por Ricardo Santos, natural de Maracaibo, e hijo del emigrante gallego Eliseo Santos, uno de los fundadores del Centro Gallego en esa ciudad. La entidad, que en sus mejores tiempos llegó a contabilizar hasta 800 socios, se sostiene hoy en día con las cuotas de alrededor de unos 400 y gracias a la aportación de personas como Ricardo y otros socios también ausentes que, incluso estando fuera, se preocupan por mantener en pie la institución en la que crecieron y de la que guardan gratos recuerdos.

Santos, persona dedicada al negocio de la construcción en su Maracaibo natal, alcanzó la presidencia del Centro en 2009 y se mantuvo al frente del mismo hasta 2011. Como su padre, también desempeñó tareas de secretario de mantenimiento de una entidad que, según relata, dispone de alrededor de 40.000 metros cuadrados de terreno en propiedad, de los cuales 22.000, aproximadamente, son construidos. Cuentan con una instalación hotelera, piscina olímpica, salones de baile, de juegos y de fiesta, así como con pista de pádel, campo de fútbol, dos canchas de tenis y gimnasio cubierto, además de un bar restaurante.

En 2019, movido por la “inseguridad y el deterioro del país”, Ricardo decidió abandonar Venezuela y hoy reside en A Estrada (Pontevedra), con su esposa y sus dos hijos, ocupado en el sector del transporte, ante la imposibilidad de disponer de operarios para seguir desarrollando en Galicia la actividad que había iniciado en su ciudad natal.

El sábado, en el transcurso de la celebración del IV Encuentro de retornados de Maracaibo, le traspasó a Silvia Rey –quien también ocupó la presidencia del Centro Gallego de Maracaibo, entre los años 2003 y 2005– el bastón de mando que la designa organizadora del evento del próximo año, que tendrá lugar en A Coruña. Rey, hija de gallegos, de A Estrada, se instaló en 2005 en la ciudad herculina, a donde se desplazó huyendo de las circunstancias que rodean la vida en el país en el que nació.

‘Socios y amigos del Centro Gallego de Maracaibo’ es una asociación fundada en 2022 por Daniel Rodríguez Fernández, con el propósito de “reagrupar” de manera física, aunque solo sea un día al año, a la “familia” de gallegos retornados de esa rica ciudad de Venezuela, considerada el centro económico más importante del occidente del país, debido a la industria petrolera que se desarrolla en las riberas del Lago de Maracaibo. Sin embargo, ni esta ni otras circunstancias que podrían ser igual de favorables parecen contribuir al bienestar ni a la mejora de las condiciones económicas de la población en la República que hoy gobierna Nicolás Maduro. Es fundamentalmente por ese motivo por el que, desde finales del siglo pasado y hasta la fecha, aumenta cada vez más el número de personas que, como este grupo, se han decidido a abandonar la República Bolivariana, en respuesta a la situación de inseguridad ciudadana e inestabilidad política en que les han sumido las decisiones erráticas de sus gobernantes.

“Se trata de reagrupar a la gente que se vino”, porque “somos todos una familia”, asegura Daniel, quien recaló en Ourense en los 80, “cuando el país aún estaba bien”, y se dedicó profesionalmente al campo de la joyería.

Muchos de estos retornados continuaron en España con la labor de emprendedores iniciada en Venezuela, dedicándose a negocios como el textil, la construcción o la fotografía. Algunos, como es el caso de Emilio Porto, quien ejerció como anestesista en su país, reside ahora en la zona del Ulla y trabaja como médico de familia, tras conseguir la homologación de sus estudios y someterse a un periodo de formación. Otros se encuentran jubilados y viven de sus ahorros, como Enrique Cacheiro, cuya familia procede de Cartelle, en Ourense. Cacheiro cuenta que decidió quedarse en Galicia con su familia hace seis años durante unas vacaciones, después de que su hija se lo pidiera, ante la sorpresa y la tranquilidad que le causó el hecho de que en el lugar del que procede su familia se pudiera “bajar la ventanilla del coche” sin miedo a ser agredida o atacada. Otra de las retornadas presentes en la cita, Nuria Fernández, se vino con su padre a Vigo en el año 1985 y ahora trabaja en El Corte Inglés. Confiesa que le “costó un poco adaptarse”, pero “ahora se vive bien” en Galicia, asegura.

Daniel Rodríguez, Ricardo, Emilio Porto y Enrique Cacheiro conforman el comité fundador de esta sociedad, en la que también cobran un papel relevante Nuria Fernández y José Luis Arias, presentes todos ellos en la celebración del pasado sábado, en la que se hizo un reconocimiento especial a este medio de comunicación, ‘Crónicas de la emigración’, por la labor que realiza para dar a conocer la realidad de la diáspora gallega y por su constante apoyo a las comunidades gallegas en el exterior.

El año que viene esperan poder reunirse todos, incluso más, en A Coruña para dar continuidad a una celebración propicia para recordar viejos tiempos y para seguir mostrando confianza en el futuro, ya que tanto los hijos de los emigrantes gallegos a Maracaibo que han decidido retornar como sus descendientes, han conseguido adaptarse en buen grado al lugar de donde proceden.