Carolina Ranieri recibió varias ayudas de la Xunta que le ayudaron a establecerse en A Coruña

“Yo quería venir a Galicia porque siento que tengo más vinculación por lo que conocí a través de mi abuelo”

Carolina Ranieri llegó hace poco más de un año a Galicia y se estableció en A Coruña, donde estudia un máster y montó su consulta de psicología, un proceso en el que contó con las ayudas de la Secretaría Xeral de Emigración. En concreto, recibió la ayuda extraordinaria al retorno y la del autoempleo, así como una beca BEME (Bolsa Excelencia Mocidade Exterior).

“Yo quería venir a Galicia porque siento que tengo más vinculación por lo que conocí a través de mi abuelo”

Nacida en Argentina, Ranieri cuenta con doble nacionalidad porque su abuelo era de Palas de Rei, en Lugo, y “siempre tuvimos una relación muy estrecha”. “Él –recuerda– me hablaba de aquí, me hablaba de su partida a Argentina en barco y de la historia de la postguerra”.

“Se dieron una serie de factores para haber venido aquí, a Galicia”, explica Carolina Ranieri, quien destaca que, por un lado, estuvo la beca para el máster “que contribuyó un montón” y, por otro, su situación familiar, ya que el que es ahora su marido se había trasladado a Alemania por trabajo.

“Yo ya había vivido en Alemania y no me había gustado nada”, comenta, y “entonces empezamos a hablar de venir a vivir a España”. A partir de ahí, empieza a buscar diferentes posibilidades y a valorar estudiar un máster, ya que hacía unos años que había finalizado la carrera y “tenía ganas de hacer una formación de postgrado”.

Carolina Ranieri tiene familia en Galicia y ese vínculo creado a partir de las historias de su abuelo, por eso “empecé a pensar en la región como una posibilidad” y a buscar si había la formación adecuada. En esa búsqueda se encontró con las BEME, solicitó la beca y en marzo de 2023 llega a A Coruña para comenzar el máster que acabará este mes de junio.

En el momento que llega contacta con el departamento de Emigración de la Xunta porque estaba preocupada por su situación laboral y le asesoraron sobre las ayudas y subvenciones a las que podía optar.

“Ahí me aconsejaron aplicar a la ayuda extraordinaria para poder equipar el piso que había alquilado que estaba pelado y en paralelo empecé a pensar en la idea de recibir una mentoría” para intentar hacer lo mismo que hacía en Argentina “que era atender pacientes” y dar “formaciones a empresas”, ya que en Argentina “trabajaba en la parte laboral de la psicología, dando formaciones de liderazgo, equidad, diversidad e inclusión”.

Hay que destacar que Carolina Ranieri tiene homologado el título universitario desde 2012, cuando estuvo viviendo en Barcelona.

Finalmente monta su consultorio en el mes de septiembre y desde entonces compagina su trabajo con el máster.

“Estoy muy feliz en todos los sentidos”, sostiene Carolina, quien subraya que le gusta mucho la ciudad de A Coruña, donde “uno camina para cualquier lado y enseguida se encuentra esa masa de agua hermosa que tiene A Coruña y eso es fabuloso”. Además, destaca la tranquilidad de la ciudad herculina en comparación con Buenos Aires, donde vivía antes. “Es una ciudad calmada, mucho más tranquila, donde la gente tiene otros tiempos y eso me encanta porque en Buenos Aires todo el mundo anda siempre muy apurado, es la capital y se vive con un ritmo diferente y la verdad es que extrañaba tener un ritmo distinto con menos estrés, así que muy feliz”.

Máster

El próximo mes de junio, Carolina Ranieri defenderá el proyecto de fin de máster y se muestra muy satisfecha de cómo se está desarrollando todo. “Hasta tuve una matrícula de honor”, destaca orgullosa.

“La verdad –dice– es que me daba bastante miedo porque yo me había recibido hace varios años y, si bien había hecho formaciones de actualización, no a nivel de un máster y me generaba un poco de presión volver a la universidad” y “más en un país distinto y con compañeros seguramente más jóvenes que yo”.

Consultorio psicológico

Hace siete meses que montó su consultorio psicológico. “Son apenas unos meses, pero estoy muy feliz porque funciona”, subraya Carolina, quien señala que, en general, suele ser difícil hacerse un hueco en el sector pero ella llegó en un momento donde la salud mental cuanta con muchas carencias de medios y además, hay una visualización de su importancia.

“Yo lo que siento –sostiene– es que hay mucha necesidad de la gente de poder consultar” y es en ese contexto abrió un perfil en diferentes redes sociales y comenzó a dar visibilidad a lo que estaba haciendo. “La verdad es que estoy contenta porque hoy estoy pudiendo vivir de eso, no de manera holgada, pero tengo el equivalente de lo que puede ser un salario”.

“Llevo siete meses y lo que veo es que, mes a mes, el emprendimiento va creciendo, lo cual es sumamente positivo y me pone muy contenta poder ayudar a la gente porque mi motivación tiene que ver con dar una mano, ayudar a las personas que lo están necesitando y evidentemente funciona, así que estoy muy feliz”.

Perspectiva de futuro

El futuro de esta psicóloga pasa por quedarse en A Coruña. “A mí me encantaría”, asegura a la vez que se muestra preocupada por la situación laboral de su marido, ya que la empresa para la que teletrabaja acaba de ser vendida y todavía no saben como le puede afectar. En todo caso, dice, el ya empezó a buscar trabajo en A Coruña o alrededores.

“Yo me quiero quedar” y “me daría mucha pena que todo lo que hasta el momento hemos podido armar, desarmarlo”, concluye Ranieri.