Ambas artistas comparten una larga trayectoria pictórica y de amistad

Pilar Quintás y Esperanza Martínez de Salinas exponen ‘O noso camiño’ en la Casa de Galicia en Madrid

Las artistas Pilar Quintás y Esperanza Martínez de Salinas comparten una larga trayectoria pictórica y de amistad que tiene como principal referencia los paisajes de Galicia, cuyos resultados, en forma de cuadros pintados en acrílico y óleo sobre tabla y papel, de gran cromatismo y distintos formatos, muestran en la exposición ‘O noso camiño, que ocupa las tres salas de exposiciones de la Casa de Galicia en Madrid (A, B y L) donde se exhibe desde este jueves 19 hasta el próximo 30 de octubre.

Pilar Quintás y Esperanza Martínez de Salinas exponen ‘O noso camiño’ en la Casa de Galicia en Madrid
El coordinador de Actividades de la Casa, Ramón Jiménez, flanqueado por las pintoras Pilar Quintás (d) y Esperanza Martínez de Salinas
Ramón Jiménez, flanqueado por las pintoras Pilar Quintás y Esperanza Martínez de Salinas.

Las artistas Pilar Quintás y Esperanza Martínez de Salinas comparten una larga trayectoria pictórica y de amistad que tiene como principal referencia los paisajes de Galicia, cuyos resultados, en forma de cuadros pintados en acrílico y óleo sobre tabla y papel, de gran cromatismo y distintos formatos, muestran en la exposición ‘O noso camiño, que ocupa las tres salas de exposiciones de la Casa de Galicia en Madrid (A, B y L) donde se exhibe desde este jueves 19 hasta el próximo 30 de octubre.

En el acto inaugural intervinieron las dos pintoras y el coordinador de Actividades de la Casa, Ramón Jiménez, quien resaltó que las dos autoras de la exposición “pintan paisajes y las dos han coincidido en el de Galicia, tierra de Pilar por nacimiento y de Esperanza por amistad; ambas han encontrado en su naturaleza exuberante y misteriosa la fuente de su inspiración”. Recordó también que “a Pilar ya la conocíamos pues expuso en esta Casa una serie de acrílicos en 2011”.

“Si bien la exposición que les mostramos comprende a dos artistas, con dos estilos diferentes, la presentación que hacen mezclada de sus obras más los vasos comunicantes de su amistad provocan un cierto mimetismo o camuflaje aparente entre unas u otras, quiero decir que en un primer momento algunos visitantes podrían llegar a pensar que es la misma persona la que ha pintado estos cuadros”, advirtió Jiménez, afirmando a continuación que “enseguida advertirán las diferencias: el dominio del color en Pilar, que aplica con espátula o pincel o combinadamente, siempre vertebrado por la estructura de un dibujo que conduce coloraciones” o, “en el caso de Esperanza, cómo destaca su formación como licenciada en Bellas Artes con especialidad en restauración de pintura, de dónde procede su afán experimentador con los materiales y las técnicas”.

Quintás explicó que “Esperanza y yo nos conocimos hace años en un viaje, por supuesto hacia el norte, pero por un tema de arquitectura, no de pintura. Sin embargo, con el tiempo, se fue agudizando la vertiente pictórica de nuestra amistad y descubrimos que participar en concursos nacionales o al aire libre, realizar encargos, ir a exposiciones, o simplemente intercambiar imágenes de lo que estábamos pintando en ese momento nos hacía sentir la misma emoción. Un día constatamos que el verde, los árboles, las hojas, el agua, el paisaje del norte y en concreto Galicia, eran un tema recurrente y buscamos un lugar donde mostrar toda esa obra. Imposible encontrar mejor escaparate que las salas de la Casa de Galicia”.

“Llenas de ilusión hemos preparado esta exposición durante más de año y medio y hoy es un placer compartir todo un amplio repertorio que empieza siempre en Galicia, de vez en cuando se va por el mundo y regresa de nuevo a la tierra gallega y sus increíbles paisajes. Pero los artistas plasmamos lo que vemos de manera diferente y, aunque seamos gallegas por afición o afiliación, cada una muestra una visión propia en cada cuadro”, añadió.

Martínez de Salinas precisó sobre esta conexión que “a veces nos aproximamos mucho y otras veces somos absolutamente opuestas en el desarrollo y la resolución, y ahí es donde me parece que radica la magia de esta exposición”. “Por si no fuera bastante, hemos querido también abrir una ventana a cómo somos cuando escapamos de la realidad y buscamos otros caminos o técnicas, cómo somos cuando nos quedamos en la abstracción, el concepto, el puro color”, señaló en referencia al cambio de estilo en las obras de la Sala L.

Respecto al recorrido pictórico que ofrece la muestra, Quintás dijo que “un hilo conector muy sutil enlaza las salas de esta Casa en un constante ir y volver a nuestro modo de pintar, a nuestra amistad y a nuestras ganas de desvelar todo un largo proceso de creación”.

El editor Enrique Sanz Neira, prologuista del catálogo de la exposición, valora que Martínez de Salinas, natural de Madrid, “siempre ha habitado en Galicia a través de su pintura. La luz de la naturaleza exuberante es el denominador común de su obra. Si es cierto que ‘uno es de allí donde deja su sombrero’, Esperanza es de los bosques, playas y riberas gallegas, donde encuentra la inspiración que reflejan sus obras”. En ellas aprecia “una luz suave, con sombras matizadas” y que su técnica pictórica, “basada en una premeditada pincelada espontánea, nos habla de un tributo al impresionismo” a través de “la captura intemporal de la experiencia de la luz”.

De Quintás, natural de Santiago de Compostela, Sanz Neira afirma que vuelve a las salas de la Casa de Galicia “presa de la misma pasión y fiebre que confesaba años atrás, con el recuerdo intacto de sus raíces y paisajes de la infancia, pero también con el afán de encontrar la intensidad de la luz en otras latitudes”. En sus cuadros encuentra “el trazo impresionista de su espátula que, ahora, nos revela una relación más íntima con el color en detrimento del argumento formal de lo representado, especialmente patente en algunos de sus últimos acrílicos”. “Esta inmersión en el color, con cierto aroma expresionista, nos confirma que estamos ante una artista que conserva la ilusión de traducir a nuestros ojos profanos la mística especial de la luz a través de su peculiar mirada, en continua evolución”.