ES UNO DE LOS BENEFICIARIOS DE LAS AYUDAS DE EMIGRACIóN PARA RETORNADOS EMPRENDEDORES

Dovao regresó de Argelia para montar una tienda delicatessen y en diez meses ya comienza a exportar

Alejandro Boris Dovao es uno de los beneficiarios de la ayuda para retornados emprendedores que concede la Secretaría Xeral de Emigración. Tras vivir tres años en Argelia con su familia, regresó a Pontevedra para montar una tienda de venta de productos delicatessen.

Dovao regresó de Argelia para montar una tienda delicatessen y en diez meses ya comienza a exportar
Cucamanduca
Vista de la tienda Cuca Manduca en Pontevedra.

Alejandro Boris Dovao es uno de los beneficiarios de la ayuda para retornados emprendedores que concede la Secretaría Xeral de Emigración. Tras vivir tres años en Argelia con su familia, regresó a Pontevedra para montar una tienda de venta de productos delicatessen.

“Nosotros queríamos tener una experiencia fuera del país, pero el proyecto de montar una tienda de venta de productos delicatessen ya estaba antes”, comenta Dovao, quien explica que ir a trabajar a Argelia siempre se planteó como algo temporal y que el retorno fue voluntario. “Yo trabajaba en una empresa de construcción del ferrocarril y no estábamos en la capital, con lo cual no teníamos los servicios a los que estamos acostumbrados aquí”, explica este empresario.

Según relata, la estancia en Argelia “fue como vivir lo que nos habían contado nuestros abuelos”, dice Dovao, quien asegura que “es un país en el que es fácil adaptarse pero es como vivir aquí hace 20 años”.

Vino, aceite, ginebra, paté, queso, conservas, dulces y cerveza son algunos de los productos delicatessen que se venden en la tienda Cuca Manduca (www.cucamanduca.com) que se puso en marcha en abril del pasado año.

La ayuda que concede Emigración la conoció a través del Igape (Instituto Galego de Promoción Económica). “La vi y contacté con la Secretaría. Allí fueron muy amables y todo fue bastante fácil”.

“Las cosas van bien”, comenta Dovao, y “tras diez meses en marcha estamos dando un paso más, ya que queremos salir con productos gallegos al extranjero”. “La exportación supone un pequeño cambio en la manera de trabajar”, explica este empresario, quien, con un nuevo socio y “apoyándonos en programas de la administración y en los productores”, inicia su salida al exterior.

“Por el momento, –explica– a finales de este mes enviaremos el primer pedido a París y luego intentaremos entrar en otros países europeos que, por el momento, es lo más fácil”.