El artista lucense afincado en Verín ha realizado las obras en diversos materiales

La Casa de Galicia en Madrid acoge la muestra ‘Ideas fuxidas’, de esculturas de Rivada relacionadas con el mar

Xosé Rivada, pintor lucense, de San Cosmede, criado en Verín, presenta en la Casa de Galicia en Madrid la exposición ‘Ideas fuxidas’, de escultopinturas y esculturas, alejadas de los grandes volúmenes a los que acostumbra, de tamaño mediano/pequeño, en diversos materiales y de temática relacionada con el mar. Está abierta al público hasta el próximo 31 de marzo.

La Casa de Galicia en Madrid acoge la muestra ‘Ideas fuxidas’, de esculturas de Rivada relacionadas con el mar
Rivada con la escultura Peixe
Xosé Rivada con la escultura 'Peixe'.

Xosé Rivada, pintor lucense, de San Cosmede, criado en Verín, presenta en la Casa de Galicia en Madrid la exposición ‘Ideas fuxidas’, de escultopinturas y esculturas, alejadas de los grandes volúmenes a los que acostumbra, de tamaño mediano/pequeño, en diversos materiales y de temática relacionada con el mar. Está abierta al público hasta el próximo 31 de marzo.

La exposición fue inaugurada este jueves y en el acto intervinieron, además de Rivada, el poeta Antonino Nieto, que recitó unos versos de su autoría dedicados al escultopintor, y el coordinador de Actividades Culturales de la Casa, Ramón Jiménez, que lo hizo en representación del delegado de la Xunta en Madrid y director de la Casa de Galicia, José Ramón Ónega.

Jiménez recordó que Rivada ya expuso en la Casa en el año 2008, apreciando que “este es uno de esos casos sorprendentes en que el artista no sólo no envejece sino que rejuvenece”. “Así le mantiene en forma la creación a Rivada, como en los tiempos en que se comía el mundo, empezando por México y terminando por la vecina Portugal. Como escultor, cumple el sueño de tener obra pública repartida por doquier, desde Cuernavaca a Verín, en Ourense, el lugar donde se crió tras venir al mundo en San Cosmede de Lugo, y donde ha recalado en la actualidad”, señaló.

“Xosé Rivada es uno de esos artistas entregados en cuerpo y alma a su obra, en una búsqueda constante de sí mismo y de la paz que sólo encuentra en la perfección según su obsesión la entiende”, añadió Jiménez, rememorando además una valoración del artista hecha por la crítica Begoña Malone: “La obra de Rivada es una lucha y un diálogo constante con la materia, que le permite expresar todo aquello que le obsesiona”.

Precisó asimismo que “la exposición que hoy inauguramos es de escultopintura y de escultura, acometida en ambos casos desde la perspectiva de la escultura, siempre presente, pues incluso en las obras teóricamente de dos dimensiones, las colgadas a modo de cuadros cromáticos, surge el relieve, la tercera dimensión que las convierte en esculturas, es decir en escultopinturas”.

Tareixa Grande Taboada, prologuista del catálogo de la exposición, tras referirse a las escultopinturas y a las pinturas que forman la muestra, afirma en él que “Xosé Rivada expresa a través de su obra, de gran honestidad, su bonhomía, un conocimiento sedimentado de la práctica artística, gran sensibilidad y un temperamento artístico singular y mayúsculo”.

Rivada explicó que la exposición está compuesta por 13 obras de escultopinturas en las que se hallan las series ‘Atardecer en Samil’, un lugar que para el artista “tiene mucha fuerza cuando baja el sol, con las Cíes al fondo; es uno de los mejores espectáculos que se pueden contemplar”, y otra, en formato más pequeño, de obra crítica sobre lo que está ocurriendo con la inmigración en el Mediterráneo, “los muertos que se están produciendo sin que nadie haga nada”. También por diez esculturas pequeñas dedicadas a las viejas que sufren cuando los hombres salen al mar, temiendo que no regresen. Están realizadas en bronce, mármol y piedra azabache.

La exposición se completa con el Cigarrón de los carnavales verineses, que está en todas las exposiciones de Rivada, en este caso realizado en hierro. “Es una representación de mi pueblo, Verín. Lo he llevado por todo el mundo y tiene mucho éxito”, indica el artista.

Xosé Rivada ha hecho arte figurativo, impresionista, expresionista, cubismo,… Ahora se dedica a la escultopintura, que trabaja con soplete, no en vano es hijo y nieto de grandes artesanos. Tras residir en diversos países y compartir talleres con artistas de reconocida fama, en 1990 regresó a Galicia donde desarrolla gran parte de su trabajo, compaginando exposiciones con esculturas públicas en España y Portugal. Está en posesión de diversos premios de certámenes artísticos.