Arianna González: “Gracias a la ayuda de la Xunta se puede estudiar en Galicia”

    Las becas que la Xunta concede últimamente a los jóvenes del exterior para cursar estudios en Galicia introducen un elemento de novedad en los programas de ayudas destinados a la colectividad. A las contempladas para cursos de postgrado en las universidades gallegas se unen, desde el pasado curso, las de ciclo superior de Formación Profesional, que añaden nuevas posibilidades personales y profesionales a los estudiantes de la colectividad.

Arianna González: “Gracias a la ayuda de la Xunta se puede estudiar en Galicia”
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Arianna González, beneficiaria de una beca de FP en A Coruña.

Arianna González Dopazo es una de las integrantes de la lista de jóvenes del exterior que en el  curso académico que acaba de concluir comenzaron a beneficiarse de las becas que la Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional concede a los ‘hijos’ de la diáspora gallega para cursar un ciclo superior de Formación Profesional en la comunidad autónoma.

Nació en Venezuela, donde comenzó a estudiar Odontología, pero las circunsantancias actuales del país le impidieron continuar formándose en la Universidad Santa María, un centro privado de Caracas con sede también en otras ciudades del país, al que la violencia e inseguridad le impedían acceder con normalidad, tanto a ella como a los pacientes con los que tenía que comenzar a realizar prácticas dentro de la misma universidad. Era obligado trasladarse a clase en coche y ello suponía también un hándicap para los que debían desplazarse al lugar para recibir atención, por lo que no tenía pacientes con los que desarrollar su labor durante el periodo de prácticas, contemplado para el segundo curso de carrera.

La idea de trasladarse a Galicia a estudiar es producto pues de “una situación difícil”, confiesa Arianna, porque era “un peligro llegar a la zona” y “dependía de mis padres para cualquier cosa”, asegura.

Surgió entonces la posibilidad de cambiar de aires y no se lo pensó dos veces. Necesitada de libertad de movimientos y de cierta autonomía para dirigirse por la vida –“Decidí que necesitaba ir a otro sitio”, asegura–, esta joven de 22 años recaló en Galicia –de donde procede su familia, tanto materna como paterna– para ampliar su formación académica.

Proyección profesional

Actualmente reside en A Coruña, donde cursa estudios de Audiología Protésica en el Centro Público Integrado de Formación Profesional Anxel Casal Monte Alto y donde le espera otro año de formación académica antes de obtener el título que le faculte para trabajar.

Transcurrido ese tiempo, su idea es encontrar un empleo que le permita seguir residiendo en Galicia y matricularse en la universidad para continuar con los estudios de Odontología que había iniciado en Caracas.

Pese a su formación, entre las posibilidades que se le ofrecieron para cursar estudios en Galicia no tuvo opción de escoger ‘higiene dental’ o ‘prótesis dental’, que es lo que más le hubiese gustado. Por el contrario, sí obtuvo plaza para formarse en prótesis de oído, especialidad que, una vez finalizada, le puede abrir las puertas al mundo del trabajo.

“En Galicia, hay bastante campo” para la especialidad, ya que se trata de audífonos que se adaptan a cada persona y “hay mucha gente que los necesita”, comenta.

De momento, su estancia en Galicia le está resultando muy llevadera y no está encontrando obstáculos dignos de reseñar –“Aquí hay bastante independencia”, sostiene–, motivo por el que vive bien adaptada a la situación. Si acaso, el clima –“En Venezuela no hace tanto frío”, asegura– y algo también el idioma –ya que en determinados ambientes le resulta algo complicado entender la lengua madre–, estarían entre las condiciones adversas a las que más le costó adaptarse.

Su estancia en A Coruña también le permite mantenerse en contacto con sus abuelos, tanto paternos como maternos, que decidieron retornar de Venezuela cuando ella y su hermana eran todavía unas niñas pequeñas. Ambas parejas se instalaron en sus lugares de origen: Brión, localidad situada a 13 kilómetros de Santiago de Compostela, y Gustei, parroquia del ayuntamiento de Coles, en Ourense, a donde va de visita en alguna ocasión.

Pese a la situación del país bolivariano, sus padres, que regentan una ferretería en Caracas, prefieren continuar en Venezuela.

Por su experiencia, Arianna anima a otros jóvenes descendientes de gallegos en el país bolivariano a que se decidan a solicitar la beca e instalarse en la región, porque “es una buena oportunidad”. “Dos años se pasan rápido”, sostiene y se muestra convencida de que, en Galicia, “hay muchas opciones de trabajo”.

Comparado con Venezuela, la situación no tiene nada que ver, asegura Arianna, puesto que allá “la situación es difícil, sobre todo para los jóvenes”. “El dinero no alcanza para el día a día y cada vez es más difícil” vivir en ese país, añade.

Una ayuda importante

Por lo que respecta a la ayuda de la Xunta, la considera “bastante importante”, ya que “gracias a ella, se puede tomar la decisión” de trasladarse a estudiar a Galicia. De lo contrario, sus padres, como ocurre en la mayoría de los casos con otros progenitores, no podrían pagarle los estudios en el extranjero.

Por lo que conoce, son bastantes los jóvenes de su generación dispuestos a optar a una de las becas de la Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional de la Xunta, a los que le pide “que lo intenten”, que no se queden con la duda.

El objetivo principal de este programa de la Xunta es incentivar el retorno de los gallegos del exterior, no solo de los emigrados, sino también de sus descendientes, favoreciendo su incorporación y los de sus hijos en los centros de enseñanza secundaria de la Comunidade Autónoma de Galicia, así como en el sistema universitario de Galicia.

Lo que se pretende con esta iniciativa es que los jóvenes gallegos que residan en el exterior se trasladen a Galicia a cursar  un ciclo de grado superior de Formación Profesional que les permita incorporarse al mercado laboral gallego, una vez finalizados los estudios.

A través de este programa, se pretende también que la sociedad gallega se enriquezca con los conocimientos y las experiencias profesionales internacionales que aporten estos gallegos que residieron o nacieron en el extranjero y que ahora retornan a Galicia, al mismo tiempo que la estancia refuerza su vinculación con la comunidad autónoma gallega.