Vicente Riesgo asistió al Consejo Federal de Integración del Gobierno alemán

Después de cuatro Cumbres de Integración realizadas por el Gobierno alemán en Berlín desde el verano de 2006, quedó constituido el Consejo Federal de Integración, que se reunió por primera vez el pasado 23 de mayo en la capital alemana.
La ministra responsable de Migraciones, Fugitivos e Integración del Gobierno de Angela Merkel, María Böhmer, creó este gremio con objeto de promover en la sociedad y sus estamentos una integración de calidad, de cara a un futuro en el que Alemania, nuevamente, necesita inmigrantes para responder a las necesidades de su industria, y frente al debate xenófobo en el país, agudizado hace apenas un año con la publicación del polémico libro del ex-banquero Thilo Sarracín, ‘Alemania se autodestruye’, en el que acusa a los inmigrantes, especialmente musulmanes y turcos, de ser la causa de casi todos los males del pueblo alemán, carecer de voluntad de integración y suficiente inteligencia y tener  predisposición a la delincuencia, entre otras muchas aventuradas tesis que, con o sin fundamento, lograron polarizar a la sociedad. Mientras esto ocurría, las organizaciones de inmigrantes colaboraban con el Gobierno en la elaboración de un Plan Nacional de Integración.

Diálogo en vez de marginación
La creación del Consejo Federal de Integración, formado por 32 miembros que representan casi todos los sectores de la sociedad, supondría así un paso adelante en las relaciones entre los responsables políticos y los sujetos de la integración, ya que por primera vez se busca su colaboración, consejo y apoyo para llevar adelante el proceso. Diálogo en vez de marginación, “hablar unos con otros y no unos sobre los otros” es el lema de la ministra Böhmer. Ella misma preside el Consejo, una plataforma para un diálogo de igual a igual entre todos los implicados, y para un debate constructivo sobre los problemas de la inmigración y la integración de los inmigrantes en la sociedad alemana, dos conceptos que, según la política, deben de ir juntos desde el primer momento.
Los miembros del Consejo apoyan el trabajo de integración del Gobierno, transmitiendo en sus reuniones en la Cancillería el sentir de los organismos a los que representan, aportando sus experiencias, conocimientos y nuevas ideas, para dar “un nuevo impulso a la integración y reforzar la cohesión social en nuestro país”, según declaraciones de Böhmer. En ese gremio se analizan y debaten las propuestas, críticas y reivindicaciones de los inmigrantes, para que los nuevos modelos de integración superen en el futuro las omisiones y fallos de décadas pasadas.
Del Consejo Federal de Integración forman parte, junto a los diez delegados de federaciones y asociaciones de extranjeros, representantes de las iglesias, del Estado, de centros educativos, oficinas de empleo, patronales, sindicatos, federaciones deportivas, instituciones humanitarias, y personalidades destacadas procedentes de la emigración.

La CAEPF en el Consejo de Integración
En representación de la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia en la RFA (CAEPF), fue llamado a formar parte del Consejo Federal de Integración el sociólogo español Vicente Riesgo, personalidad de reconocido prestigio en el ámbito de las migraciones. Refiriéndose a su nombramiento por María Böhmer como consejero en materia de educación, formación e integración escolar, laboral y social de niños y jóvenes con historial migratorio, aclara que es un nombramiento a título personal, “nos proponen las organizaciones, pero la designación es personal”, dice, y comenta que esa responsabilidad personal sería necesaria para garantizar consecuencia y continuidad en el trabajo del Consejo.
Riesgo había presentado ya en la primera Cumbre de Integración un informe en el que se refería  especialmente al trabajo de la CAEPF y a los éxitos de integración escolar y social de los alumnos españoles en Alemania.
El sociólogo había presentado igualmente a la responsable de Migraciones del Gobierno ocho tesis sobre lo que debía de ser actualmente, según su propio criterio y el de la Confederación que representa, una política de inmigración e integración sostenible y duradera en un país democrático. Ahora espera que, ya constituido el Consejo, sus aportaciones, y las de los demás integrantes del mismo, sirvan para avanzar y “se pase ya del discurso a una política de hechos”.