Gobernará con mayoría absoluta en Madrid y La Rioja y con pactos con Vox en Valencia, Cantabria, Aragón, Baleares, Murcia y Extremadura

El PP arrasa en Madrid y arrebata cinco comunidades al PSOE en una noche aciaga para Pedro Sánchez

La pasada noche electoral fue de las más aciagas para el PSOE. El partido que dirige el presidente Pedro Sánchez perdió el gobierno en cinco de las ocho las comunidades autónomas en las que ostentaba el poder –lo conserva solo en Castilla-La Mancha, Asturias y Canarias– y cede terreno al PP, que arrasó con mayoría absoluta en Madrid –tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento– y en La Rioja y, junto con Vox, se dispone a recuperar y mantener plazas tan importantes como la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Cantabria y Murcia. La gran sorpresa se produjo, además, en Extremadura, bastión socialista durante 36 años, que queda también en manos de un pacto entre el PP y la ultraderecha.

El PP arrasa en Madrid y arrebata cinco comunidades al PSOE en una noche aciaga para Pedro Sánchez
Feijoo en Genova-Resultados 28-M
Feijóo celebra, junto a Almeida y Ayuso, los buenos resultados electorales ante sus simpatizantes.

La pasada noche, noche de fiesta electoral en la sede de Génova, se tornó callada y triste en las inmediaciones de Ferraz, donde la portavoz de la dirección socialista, Pilar Alegría, se quedó sola asumiendo la derrota que los votantes infligieron a su partido en los comicios municipales y autonómicos celebrados ese día. “Es evidente que es un mal resultado, no es el que esperábamos”, dijo, en tono serio.

Pedro Sánchez había convertido la jornada del 28-M en un plebiscito de cara a las elecciones generales que previsiblemente se iban a convocar para finales de año (este lunes anunció la disolución de las Cortes y el adelanto electoral) y los españoles le dieron la espalda de manera clamorosa. El PSOE, de la mano de Podemos en toda la legislatura, perdió nada menos que la Comunidad Valenciana, Baleares, La Rioja y Aragón, pero también Extremadura –uno de sus feudos más importantes–, mientras su líder se ocultaba en la sombra de la exposición a la vergüenza producto de tamaña derrota que permitió al PP sacarle una ventaja de más de 700.000 votos.

El partido se jugaba en el terreno de las autonomías y de los municipios, pero fueron las políticas de pactos del presidente con los independentistas, abertzales y radicales de izquierda –Podemos también se quedó sin representación en las autonomías–, junto con las promesas desmesuradas y un tanto alocadas que lanzó en la campaña electoral, las que se llevaron por delante el crédito de unos presidentes autonómicos y de unos alcaldes que ven cómo sus contrincantes se disponen a sellar con pactos la gobernación de lo que fueron sus feudos. 

Desde ayer, los socialistas solo conservan Asturias y Canarias y, por tan solo un puñado de votos, Castilla-La Mancha. Su carismático presidente, Emiliano García Paje, el barón que más restregó a Sánchez sus políticas de conveniencia, es de los pocos que salva la cara en esta contienda, y al que se señala como el más indicado para mostrar al presidente la puerta de salida, ahora que todas las miradas se dirigen a él como el principal responsable de la debacle electoral.

En Castilla-La Mancha, el PSOE bajó de 19 a 17 escaños, los justos para mantener la mayoría absoluta, aunque el sobresalto fue mayúsculo en un momento del escrutinio en que se quedó con 16 y todo parecía indicar que el Gobierno quedaba en manos del pacto PP-Vox. En Valencia, sumó cuatro más que en la cita electoral de 2019 (de 27 pasó a 31), pero los 40 que obtuvo el PP, sumados a los 10 de Vox, invalida cualquier posibilidad de que Ximo Puig pueda formar gobierno con Compromís. En Aragón perdió uno (de 24 se quedó en 23), aunque tampoco le da la suma con las demás fuerzas para superar los 28 de PP y los 7 de Vox. Por lo que respecta a Baleares, donde también perdió uno (de 19 pasó a 18) los 26 que obtuvo el PP, añadidos a los 8 de Vox, superan con creces la mayoría absoluta, fijada en 29. En Extremadura (perdió seis), el numero de diputados que logró el PSOE (28), coincide con los del PP, pero los 5 de Vox, frente a los 4 de Unidas Podemos, imposibilitan a Fernández Vara para alcanzar los 33 que conforman la mayoría para gobernar.

Canarias y Asturias, comunidades en las que perdió sendos diputados con respecto a la anterior cita autonómica, son, junto con Castilla-La Mancha, las únicas plazas autonómicas que conserva el PSOE, a la espera de lo que den de sí los acuerdos en Navarra con fuerza políticas de tinte radical, con las que parece poco probable que se pueda volver a entrar en sintonía a juzgar por los resultados actuales.

El PP, exultante

Nunca una derrota opacó tanto una victoria y la obtenida con mayoría absoluta por Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid quedó un tanto ensombrecida por el efecto del fiasco socialista. Así y todo, la sede de Génova fue toda una fiesta de proclamas a favor de Ayuso y Almeida y del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, a quien los afiliados y simpatizantes ya ven como el próximo presidente del Gobierno. 

Con el escrutinio del domingo ya resuelto, se ha dado “el primer paso de un nuevo ciclo político en España”, dijo Feijóo, tras saber que los candidatos de su partido a la comunidad autónoma de Madrid y a la alcaldía habían arrasado con mayoría absoluta y que su partido conserva el poder donde lo tenía (Murcia y Madrid) y se hace con él en la mayoría de los territorios autonómicos que gobernaba el PSOE. Los resultados fueron arrolladores. Ayuso logró nada menos que 71 diputados (3 por encima de la mayoría absoluta) y Martínez Almeida 29, uno por encima. “Estamos en un momento para defender un nuevo modelo de vida” y una “manera de hacer política”, dijo la presidenta madrileña, desde el balcón de Génova, en medio de la algarabía que se agolpaba en la calle para aplaudir a sus líderes. 

Como mensaje de lo que será su campaña para las generales, Feijóo ofreció “centralidad, frente al radicalismo” y felicitó a todos los candidatos y alcaldes que concurrieron a estas elecciones formando parte de las listas del PP, obtuvieran los resultados que obtuvieran.

En las comunidades autónomas, Fernando López Miras, por Murcia, con 21 escaños, a falta de dos para la mayoría absoluta, mantendrá el poder, con el apoyo de Vox, mientras que en Baleares será Marga Phroens, con 26 diputados (3 menos de los que marca la mayoría absoluta), la que deba empezar a negociar con Vox para desbancar al PSOE del gobierno de las islas. Por lo que respecta a Valencia, el candidato popular, Carlos Mazón, será el encargado de llegar a acuerdos con Vox para añadir a los 40 escaños que obtuvo, los 10 que necesita para ser elegido presidente. La polémica se cierne en esta comunidad autónoma sobre el número uno de la lista por Vox, Carlos Flores. Aspirante a la Vicepresidencia, fue condenado hace más de dos décadas por lo que hoy está tipificado como violencia de género.

En La Rioja, el PP obtuvo la mayoría absoluta (17 diputados), por lo que podrá gobernar en solitario, mientras que en Cantabria (15), donde mandaba Miguel Ángel Revilla (PRC), también deberá alcanzar pactos por Vox para hacerse con el gobierno. En Extremadura, donde el PSOE llevaba 36 años gobernando, será la candidata popular, María Guardiola, quien se convierta en presidenta, con el apoyo de Vox.

Como cabía esperar, los comicios del domingo dejaron a Ciudadanos fuera del tablero político en las comunidades autónomas y el partido estudia a estas alturas la conveniencia o no de presentarse a las generales.