Alicia Hernández, Premio Rey de España en la categoría de Prensa

Una periodista española en Venezuela dice que es difícil tener fuentes fiables

La comunicadora social española Alicia Hernández Sánchez, ganadora del Premio Rey de España en la Categoría de Prensa, destaca la dificultad de hacer periodismo en Venezuela, donde reside desde hace ocho años, por la dificultad creciente de hallar fuentes fiables que no estén polarizadas.

Una periodista española en Venezuela dice que es difícil tener fuentes fiables
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Alicia y su compañero fotógrafo, Santiago Donaire, también galardonado.

La comunicadora social española Alicia Hernández Sánchez, ganadora del Premio Rey de España en la Categoría de Prensa, destaca la dificultad de hacer periodismo en Venezuela, donde reside desde hace ocho años, por la dificultad creciente de hallar fuentes fiables que no estén polarizadas.

El rey Felipe VI entregó a Alicia Hernández su premio por un artículo publicado por el diario americano ‘The New York Times’ sobre el tráfico ilegal de gasolina en la Guajira venezolana (estado Zulia), una zona fronteriza con Colombia y donde está muy presente el sector petrolero.

Junto al fotógrafo Santiago Donaire, Alicia Hernández está preparando un libro sobre el crudo y eso les llevó a la Guajira, donde se encontraron con el comercio ilegal de gasolina, llevado a cabo en muchos casos por menores, con testimonios personales muy duros.

Es un trabajo de subsistencia para numerosas familias, cuyos ingresos dependen en muchos casos del trabajo de esos niños que “hacen cobre” (ganan dinero) con actividades que ponen en riesgo su propia salud.

Hernández Sánchez se fue a Caracas hace ocho años en busca de trabajo y ahora colabora con varios medios, como los españoles ‘El Confidencial’, la ‘COPE’ y ‘La Sexta’, así como el británico ‘The Guardian’ y el norteamericano ‘The New York Times’.

La actualidad política venezolana ocupa muchas de sus colaboraciones en forma de análisis, pero la crisis socioeconómica que va en paralelo a la política también le obligan a escribir de casos como el premiado o de la desnutrición infantil.

Informar desde Venezuela es complicado, porque las fuentes están muy polarizadas, con el Gobierno o con la oposición, y buscar quien confirme datos se antoja difícil, explicó.

Por eso apoya sus informaciones en contar lo que ella misma ve (“el precio de un café hace una semana y hoy”) y en lo que le cuenta la gente.