Los maltratos en la familia, tema de un seminario para españolas en Alemania

Los malos tratos en la familia y la forma de prevenirlos fue el tema de un seminario para mujeres, celebrado en Vallendar los pasados días 27, 28 y 29 de junio. El seminario abordó un problema que “lamentablemente también existe en el ámbito de la emigración y que contradice gravemente el principio de igualdad entre hombres y mujeres y ofende la dignidad humana”. Organizado por la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia, se pudo realizar gracias al Ministerio de Trabajo de España y a la ‘Fundació Can Gelabert’ de Barcelona.

Durante el seminario, la psicóloga y jurista, Mari Carmen Salinas, asesora y responsable de la oficina de la Fundació Can Gelabert en Barcelona, una institución catalana de acción social y sin ánimo de lucro, ofreció diferentes ponencias en las que abordó los siguientes temas: ‘El maltrato en la familia. Víctimas y agresores’, ‘La violencia de género. Características’, ‘El contexto social del maltrato. Educación, valores y estereotipos’ y ‘El trabajo educativo con víctimas y agresores’. En la tarde del sábado se proyectaron documentales sobre el tema, que ayudaron a apreciar la realidad del maltrato y sirvieron para aportar opiniones diversas que luego se discutieron en los grupos de trabajo.
A través de este seminario, en el que participaron 17 mujeres de toda Alemania, se pretendía “promover la intolerancia ante todo tipo de violencia, dejar claro que no existe causa alguna, ni argumento que justifique ni determine la violencia del hombre contra la mujer”, y también “hacer posible redefinir valores, actitudes y creencias para cambiar algunas ideas erróneas sobre la familia, la infancia, la educación, la paternidad y las relaciones de pareja y el amor ‘romántico’-patológico, donde se pierden los límites del amor y del respeto”, según la psicóloga.
En la última ponencia del seminario, Mari Carmen Salinas expuso la forma de tratar el problema de la violencia de género en España y en Alemania.
La dirección del seminario corrió a cargo de María Dolores Carrasco, responsable del Comité de la Mujer de la Confederación.


El maltrato ha estado presente en todas las culturas
Mari Carmen Salinas comenzó el seminario con una breve reseña histórica sobre el maltrato, mediante la cual las participantes pudieron darse cuenta de que los comportamientos violentos han estado presentes en las diferentes culturas y sociedades de todos los tiempos, y también de cómo “cada uno de nosotros, sin excepción, toleramos y estamos influenciados por mitos y estereotipos culturales y actuamos socialmente, a veces, favoreciéndolo”, subrayó.
Antes de comenzar con el tema de la “violencia de género” en concreto, la psicóloga explicó el significado de este término, las diferencias entre agresividad y violencia, los tipos de maltrato y el círculo de la violencia.
La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, lo define como “el símbolo más brutal de la desigualdad” existente en la sociedad, “una violencia que se dirige sobre las mujeres por el mero hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, de respeto y capacidad de decisión”.
Sobre la violencia y el maltrato en el ámbito familiar, Salinas expuso las formas en que se manifiesta, sus características esenciales y la gravedad del mismo, pasando luego a analizar los factores de riesgo y las consecuencias del maltrato en las personas afectadas a nivel personal, familiar y social.
Durante su intervención, la ponente habló de las víctimas y de los maltratadores como “sujetos normales”, cuyas actitudes violentas están con frecuencia basadas en normas de conducta que, lamentablemente, siguen vigentes en la sociedad. El maltrato se da en todas las clases sociales, y a cualquier edad. Las mujeres maltratadas por sus maridos o compañeros suelen asumir su rol de víctimas, culparse a sí mismas de la situación, se sienten fracasadas y su nivel de autoestima es muy bajo. En muchos casos ya fueron maltratadas en la infancia. Se refirió también a los efectos del maltrato sobre la salud física y mental de la mujer, al coste personal y social que ésto conlleva y a la importancia del apoyo psicológico a la víctima, e informó sobre los métodos de intervención terapéutica para las víctimas y para los maltratadores, o del peligro que supone tolerar el maltrato pensando que no volverá a suceder, un maltratador siempre reincide, su arrepentimiento es pasajero. Recordó los casos de palizas y muertes que a diario se pueden leer en los medios de comunicación y advirtió como el ‘a mí eso no me pasa’ puede ser una equivocación fatal. Recomendó que lo mejor en casos de riesgo es no aislarse, participar en grupos de mujeres, buscar recursos y herramientas para llevar el control de sus vidas, sobre todo, se necesita ayuda profesional.
Salinas subrayó que las mujeres en la emigración se encuentran con dificultades añadidas, como las barreras idiomáticas o la falta de información.


Evitar el castigo físico en la infancia previene la violencia
Víctimas de la violencia doméstica son también, directa o indirectamente, los niños. El maltrato infantil tiene muchas caras, desde una educación demasiado severa, hasta el abandono por parte de los progenitores. Humillaciones, insultos y agresiones físicas o sexuales, son formas de atentar contra la infancia que suelen tener su escenario en círculos familiares o en su entorno cercano. Desgraciadamente, la mayoría de estas agresiones suele producirse de puertas adentro, manteniéndose ocultas por vergüenza o por miedo al agresor.
Salinas habló de las consecuencias del maltrato infantil para el desarrollo social, emocional y cognitivo de los niños y niñas. La ponente aseguró que evitar el castigo físico en la infancia ayuda a prevenir la violencia, ya que los niños maltrados de hoy suelen ser los maltratadores de mañana. En el caso de que, sin ser ellos mismos los maltratados, los niños sean testigos de maltrato dentro de la familia –generalmente dirigido hacia la madre–, el fuerte impacto emocional que sufren suele marcarles para toda su vida.
Según un estudio de las Naciones Unidas, se calcula que anualmente, hasta 275 millones de niños en el mundo son testigos de casos de violencia doméstica.