Más de 142.000 plazas se destinan a turismo interior y de procedencia europea

El Gobierno reanudará en octubre los viajes del Imserso, abiertos a españoles residentes en el extranjero y retornados

El Consejo de Ministros aprobó el martes de esta semana reanudar el próximo mes de octubre los viajes del Imserso para personas mayores, al que se pueden sumar los españoles residentes en el extranjero que cotizaron en España, así como los españoles de origen retornados, siempre que sean pensionistas de los sistemas públicos de seguridad social del país de emigración.

El Gobierno reanudará en octubre los viajes del Imserso, abiertos a españoles residentes en el extranjero y retornados

El Consejo de Ministros aprobó el martes de esta semana reanudar el próximo mes de octubre los viajes del Imserso para personas mayores, al que se pueden sumar los españoles residentes en el extranjero que cotizaron en España, así como los españoles de origen retornados, siempre que sean pensionistas de los sistemas públicos de seguridad social del país de emigración.

El Programa de turismo social para personas mayores y para el mantenimiento del empleo en zonas turísticas del Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) –que se vio interrumpido el pasado año, debido a las medidas restrictivas adoptadas para evitar contagios por el Covid-19–, dispone en esta ocasión de 816.029 plazas, de las cuales, 142.103 están destinadas al turismo interior y de procedencia europea.

Los españoles residentes en el extranjero, principalmente en Europa, tendrán la posibilidad de disfrutar de la propuesta de turismo siempre y cuando sean pensionistas del sistema de Seguridad Social español, según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE) de junio de 2019. Igualmente, cuando con 55 o más años cobren una pensión de viudedad de este sistema y cuando con 60 o más años reciban una pensión española por otros conceptos o perciban prestaciones o subsidios de desempleo. Por último, los que sean asegurados o beneficiarios de la seguridad social española con 65 o más años.

En el caso de los españoles de origen que retornaron a España, tendrán derecho al programa siempre que sean pensionistas del sistema público de seguridad social del país o países en los que hubieran residido.

Para participar, deberán rellenar la solicitud correspondiente, preferiblemente por medios electrónicos (hhtps://sede.imserso.gob.es). Los residentes en Alemania, Andorra, Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza podrán tramitar la peticiones en las correspondientes Consejerías de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

Turismo de costa e interior

Las personas interesadas en participar podrán optar a un periodo de entre 8 y 15 días de estancia en zona costera peninsular (Andalucía, Cataluña, Región de Murcia y Comunidad Valenciana), Islas Baleares o Canarias y también en lugares de interior que ofrecen turismo de naturaleza o circuitos culturales, entre otros.

Podrán ir acompañadas por su cónyuge, por la pareja de hecho o por la persona de convivencia con la que mantengan análoga relación de afectividad a la conyugal.

Asimismo, podrán viajar acompañados de los hijos con discapacidad, en grado igual o superior al 45%, siempre que viajen con sus padres y se alojen en la misma habitación. Si desearan una habitación individual, deberán abonar un suplemento.

Como requisito para la concesión de la plaza, se exige a las personas demandantes y a sus acompañantes, excepto a los hijos, valerse por sí mismas para realizar las actividades básicas del programa.

El desarrollo de este programa de turismo social se ha llevado a cabo desde 1985 y tiene, como ejes principales, proporcionar a las personas mayores la posibilidad de desarrollar actividades culturales y recreativas, contribuyendo con ello a mejorar su salud y calidad de vida, promocionar el envejecimiento activo, fomentar la autonomía personal y prevenir la dependencia.

Además, se trata de un programa que contribuye a potenciar el desarrollo económico del sector turístico, reduciendo la estacionalidad y, con ello, generando empleo y actividad económica durante la temporada baja de este sector, que afecta al sector hotelero, así como a otros servicios complementarios para el desarrollo del programa, como son la restauración en las zonas de destino, transporte, agencias de viajes, comercio o actividades de ocio.