Es presidente del CRE de Andorra y representante en el CGCEE

Gerardo Vizmanos: “El CRE está escondido en la maraña del BOE y no ha llegado a los residentes que vivimos fuera”

Tras más de diez años sin CRE (Consejo de Residentes Españoles), el pasado mes de diciembre se constituyó el CRE de Andorra que preside Gerardo Vizmanos, también elegido para representar a este país en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), quien asegura que la vida en Andorra no es tan diferente a la de España. “Aquí estás como en casa y para los catalanes todavía más”, asegura Vizmanos, quien explica que Andorra tiene sus “peculiaridades, pero es muy parecido” a España.

Gerardo Vizmanos: “El CRE está escondido en la maraña del BOE y no ha llegado a los residentes que vivimos fuera”
Gerardo Vizmanos 2
Vizmanos, con el resto de miembros del Consejo, ante la puerta del consulado, el día que se constituyó el CRE.

De madre francesa y padre español, Vizmanos nació en Barcelona y vive desde hace 12 años en Andorra, donde ya nació su tercera hija. Este pediatra trabajó durante ocho años en el Hospital Meritxell de Andorra, pero en 2014, cuando se liberalizó el sector, montó su propia consulta. “También trabajo algún día en Francia y voy a empezar a trabajar un día en Barcelona”.

Pregunta. ¿Cuáles son los objetivos de este CRE?

Respuesta. Lo primero es darnos a conocer. Para nosotros la creación del CRE ha sido bastante novedosa. Nos enteramos por conocidos que tenemos en otros CRE del resto del mundo. Yo llevo 12 años residiendo en Andorra y no era consciente de esta figura.

Nos juntamos una serie de amigos, conocidos y gente que pudiera estar interesada porque pensamos que hay un órgano que, aparte de que sea consultivo, puede ser bastante representativo de la colonia de residentes que estamos en Andorra, que somos muchísimos. Hay 24.000 españoles inscritos en el CERA y 26.000 en el PERE, así que realmente representamos una fuerza importante en Andorra.

También queremos relanzar un poco el asociacionismo que hoy en día, en el siglo XXI, ha perdido bastante fuelle. Ya no solo las casas regionales, que también, pero creo que como estamos bastante cerca de España esto ha quedado descafeinado.

La idea también es hacer reuniones y encuentros y hacer que se conozca más entre los residentes españoles los actos que pueda hacer el consulado.

También tenemos objetivos a medio y largo plazo, pero esto ya a través del CGCEE como podría ser que en el Censo –CERA–, la parte de Ausentes queda muy mal, suena a españoles de segunda. Somos españoles ausentes de España que tenemos que participar en la vida política y pública pero lo que se ha hecho en los últimos años, desde la ley que impuso el voto rogado, es entorpecer esta participación sobremanera.

Y no hablo de países donde el sistema de correos no funciona, pero es que en Andorra vota poquísima gente. Esta es una lucha que desde el CRE se tiene que transmitir para que haya una voz uniforme y que en el Consejo se plantee de forma seria. Parece que la reforma está en el tintero, pero parece que siempre se queda ahí y desde Madrid no se atreven o no quieren cambiarla.

Y a medio o largo plazo también se comenta la posibilidad de tener, como Italia o Francia, diputados electos por el extranjero.

Los españoles residiendo fuera están en los 2,6 millones censados, pero se sabe que son muchos más, ese volumen de gente sería una provincia por detrás de Madrid y Barcelona. Yo creo que al residente que está fuera, que se ha ido por gusto o por necesidad, se le tiene que dar un reconocimiento.

P. El CRE de Andorra se constituyó con una participación del 0,3% de los españoles. ¿A qué cree que se debe esta baja participación?

R. Yo creo que está claro que son cifras ridículas, pero está bien este paralelismo entre las votaciones al CRE y las elecciones generales y autonómicas. Por ejemplo, en las elecciones de Castilla y León votó el 2% de los castellanos y leoneses que están en el extranjero.

Mi sensación, y cuando lo comento con gente de otros CRE o los mismos consejeros de Andorra coincidimos, es que el CRE está escondido en la maraña del BOE (Boletín Oficial del Estado) y no ha llegado a los residentes que vivimos fuera.

Se crean organismos y no sé si por desidia, porque no creo que sea por falta de voluntad, no se dan a conocer y así es imposible emprender acciones.

Lo primero es desempolvarlo, de momento estamos supersatisfechos porque se haya constituido, pero hay que ver si hay realmente voluntad por parte de las oficinas consulares de que los CRE tengan algo que decir. Esperemos que sí.

P. ¿Cuáles son las principales dificultades de la colectividad española en Andorra?

R. Por el momento, el conocimiento que tenemos es algo muy preliminar porque la idea es hacer encuestas y que nos lleguen formulaciones de propuestas, pero lo que nos está llegando son colectivos vulnerables, pensionistas que están aquí y tienen ciertas dificultades, gente que se ha quedado sin empleo o gente mayor que no sabe qué ayudas tienen y si fueran al consulado se enterarían, pero hay un gran desconocimiento. Yo creo que una labor del CRE es canalizar y facilitar el contacto con el consulado o con la consejería consular que sea la responsable de estas ayudas.

Otra de las tareas que tenemos como CRE es ayudar a los empresarios o autónomos que quieran establecerse en Andorra. Explicarles cómo funciona el país, con sus peculiaridades, que las tiene, y hacerles una acogida algo más fácil.

En el ámbito cultural nosotros vemos que la embajada francesa, con un colectivo mucho menor que el español, se mueve más o que llega más la información a la población.

Lo que se programa desde el consulado o embajada parece que sea con sordina y hay españoles que nos han preguntado si no hay actividades. Sí que las hay, pero quizá no se publicitan como se debiera y el CRE también puede tener ahí su función.

Como estamos cerca de España y colindando con Cataluña, otro punto que también nos ha comentado mucha gente es que cuando los movimientos separatistas hacen actividades para darse visibilidad o cuando cortaron las carreteras o cuando meten alguna oficina aquí, hay que contrarrestar esto de alguna forma. Los españoles somos todos y yo soy catalán el primero, pero no puede haber aquí una embajadita.

P. Recientemente, se inauguró en Andorra una extensión del Instituto Cervantes de Toulouse, ¿cree que esto va a impulsar la cultura española en Andorra?

R. Seguro que sí. Por ahora es muy reciente, pero creo que es un puntal y nosotros queremos estar codo con codo con los representantes de la sección cultural de la Embajada y el Consulado. Yo creo que esto puede ser algo muy interesante.

P. ¿Cuál es la situación de las ALCE en Andorra?

R. En Andorra no existe ninguna ALCE (Aula de Lengua y Cultura Española), pero tenemos el Colegio María Moliner que acoge a alumnos de primaria y de instituto.

Andorra está constituida por siete parroquias y cada una tenía un colegio francés, uno español y, desde hace unos años, uno andorrano. Por falta de alumnos, los colegios españoles se fueron cerrando y se concentra todo en el María Moliner, donde está la primaria, y luego van al Instituto Español.

El tema de las ALCE lo hemos conocido a través de los CRE de otros países, pero por el momento no lo hemos investigado mucho y todavía lo tenemos en agenda.