Falleció Manolo Pérez, un icono de la emigración en Cuba

Manolo Pérez, descendiente de emigrantes españoles en Cuba, falleció el pasado miércoles en esta capital a la edad de 77 años. Al morir, era presidente de las sociedades ‘Hijos del partido judicial de Llanes’, de origen asturiano; e ‘Hijos del Ayuntamiento de Buján’, de emigrantes gallegos y vicepresidente de la sociedad Asturiana de Beneficencia. Además, tenía el reconocimiento ‘Melchor Baltasar Jovellanos’.
Hijo de emigrantes asturiano y gallego, Pérez fue uno de los hispano- cubanos más activo en defensa de la diáspora y en la preservación de sus valores culturales, históricos y sociales en la Isla. Nació en 1935 en esta capital y desde niño sus padres lo vincularon a las sociedades hispanas en Cuba.
Fue un importante miembro del desaparecido Centro Asturiano de Cuba y el único directivo hasta la fecha que hizo todo un esfuerzo por mantener vivos los recuerdos de la asturianía en la Isla.
Se educó en el antiguo ‘Plantel Jovellanos del Centro Asturiano’ de Cuba y los primeros domingos de mayo de cada año organizó los encuentros anuales de ex estudiantes de ese centro educacional para agrupar a sus condiscípulos y recordar los tiempos de ese importante centro de enseñanza astur.
También organizó e hizo tradicional las festividades en homenaje a la Virgen de Covadonga, que cada año se efectuaba en el Hogar de Anciano ‘Santovenia’, y más recientemente creó y llevó a cabo los festivales de música y danza españolas ‘Raúl Soto’. Colaboró intensamente con el semanario ‘Galicia en el Mundo’ y en la edición de libros gallegos y asturianos de la propia editorial.
El fallecimiento de Manolo Pérez significa la pérdida de un importante hijo de emigrantes que siempre estuvo dispuesto a colaborar para hacer avanzar la emigración en Cuba. Ese gran mérito le fue reconocido por los expresidentes del Principado Antonio Trevín y Vicente Álvarez Areces, así como el exalcalde de Quiroz, Agustín Farpón, y todo los consejeros de Emigración que visitaron Cuba.
Carmelo González, presidente de la sociedad canaria de Cuba, calificó a Manuel Pérez como uno de los descendientes de emigrantes en Cuba que más hizo por la emigración y dedicó toda su vida al trabajo de la colectividad gallega y asturiana en la que sobresalió por su estatura moral y ética.