ACABA DE LANZAR UNA INNOVADORA PROPUESTA EN LA QUE UN ESPECTÁCULO INFANTIL SE FUSIONA CON EL FLAMENCO

Eva Iglesias, entre el baile y la actuación

Eva Iglesias, la joven bailaora, acaba de lanzar una innovadora propuesta en la que, por primera vez en Argentina, un espectáculo infantil se fusiona con el flamenco.
Eva Iglesias, entre el baile y la actuación
Una escena de la obra infantil ‘Enrica y Vicenta’.
Una escena de la obra infantil ‘Enrica y Vicenta’.
Eva Iglesias, la joven bailaora, acaba de lanzar una innovadora propuesta en la que, por primera vez en Argentina, un espectáculo infantil se fusiona con el flamenco.
Pregunta. ¿Cuándo comenzó a bailar flamenco?
Respuesta. Mi primer acercamiento al flamenco llega luego del impacto que causa en mí el ver a Antonio Gades y su compañía en la película ‘Carmen’, de Carlos Saura, a partir de la cual decido empezar a estudiar flamenco a los 14 años. Claramente el gusto por el baile que siempre estuvo presente desde pequeña y esa curiosidad que se despertó en mí luego de ver la película, era una gran fascinación por los movimientos, por la música pero más allá de eso, algo mucho más profundo e indescifrable que surge del flamenco, algo que no se puede nombrar ni describir, que se siente o no, y ese sentimiento que surgió en mí fue el inicio de este camino que transito hoy.
P. ¿Cómo inciden sus raíces en la ejecución de este arte?
R. En mi historia familiar hay varios artistas y aficionados al arte de la pintura, el teatro, la música, que siento que en su dedicación y pasión han sido también fundamentales como ejemplos para mí. Mis raíces del lado paterno son españolas, pero no eran del sur mis abuelos, sino originarios de Galicia, sin embargo mi abuelo era un amante del flamenco, su historia de vida fue muy dramática y yo creo que ahí es donde él se identificaba mucho más con el cante jondo que con una jota y una muñeira, él también llegó a cantar flamenco en algunos concursos y radios de su época, finalmente se dedicó a su familia.
P. ¿Quiénes han sido sus referentes en el mundo del flamenco?
R. Mis referentes son muchísimos, puedo mencionar a cantidad de ellos, creo que sin lugar a dudas hoy de los bailaores actuales los que más me fascinan por su juego y su espontaneidad son Pastora Galván y Joaquín Grilo, también me estremeció un bailaor joven llamado Amador Rojas, que lo pude ver haciendo él mismo de Frida Kahlo, fue algo magistral. Además admiro a los Farrucos, esa familia gitana que han marcado con su arte la historia del flamenco.
Mi referente local es sin duda Laura Manzella, ella es con quien descubrí que no es sólo con trabajo, amor y empeño que uno se convierte en un profesional del baile, hay que poner algo más de uno, hay que darlo todo, el corazón si es posible cuando se está arriba de un escenario, eso se lo debo a ella que con su propio ejemplo me transmitió algo que no se enseña ni en pasos ni en palabras.
P. También tiene formación actoral. ¿Cómo llega a la actuación?
R. Mi relación con la actuación fue siempre muy cotidiana, es algo que me ayuda a comunicarme con los demás, a reírme, y a poder descontracturarme y jugar, es decir que por un lado siento que es algo que siempre estuvo allí como el baile. Cuando chica fuí al Lavardén que es el Instituto Vocacional de Arte (IVA) y luego de grande retomé con Gabriela González López, Analía Couceyro y actualmente estoy estudiando con Pompeyo Audivert, él plantea un teatro con el que siento muy afín, es como plantear la escena como una coreografía y el personaje es sumamente corporal.
P. ¿Qué espectáculos había hecho antes del que está presentando actualmente?
R. Hice tablao, teatro junto con compañías grandes, he viajado al exterior en giras, participé en festivales, y mi primer obra del estilo del infantil, donde se fusionan los lenguajes de lo teatral, lo musical y lo coreográfico fue con ‘Elena en Primavera’ que presenté el año pasado, y que cuenta la historia de una Penélope flamenca que aguarda en una estación de Granada la llegada de su amado, trata sobre esa espera y la de muchas otras mujeres que atravesadas por la guerra civil cargaron con una compleja parte de la historia, también tenía proyección y músicos en vivo y mi compañero de baile, el bailaor uruguayo Diego Ferreira.
P. ¿Cómo surge este infantil ‘Enrica y Vicenta, las brujitas flamencas’?
R. El infantil surge como un deseo que teníamos las dos escritoras y directoras del proyecto, Verónica Marcovsky y yo, de hacer un cuento para chicos y que estuviese contado a través del baile y la música flamenca, pero eso fue sólo el comienzo de lo que fue surgiendo con el trabajo de equipo y la conexión entre ambas. Es una propuesta totalmente innovadora, al menos en Argentina
P. ¿Cómo lograron adaptar un arte tan profundo y hasta dramático como el flamenco al lenguaje de los niños?
R. Ese fue un trabajo intenso pero también muy divertido que hicimos junto a mi socia y compañera de aventuras, Verónica Marcovsky, con ella escribimos esta historia. Como se trata de un cuento para chicos, lo que buscamos es siempre que quedara en relieve la historia, que los bailes sean parte de cada escena y que fueran interpretados desde el personaje, ese fue el desafío que nos propusimos.
Justamente para que esta introducción al flamenco no resulte tan drástica fusionamos lo musical, que con la dirección de Maximiliano Bus (guitarra flamenca) y el aporte de Maximiliano Serral (cante y percusión) y Augusto Reinhold (flauta traversa), y letras especialmente creadas por nosotras para narrar la historia, terminamos creando una rumba rap, un tanguillo que pasa a malambo, una seguiriya que con aires orientales, todo para que el oído de los niños no lo sienta tan ajeno y pueda asimilarlo primero y luego claro está no dejaron de estar presentes las tradicionales sevillanas, y también colombianas, tangos, bulerías, entre otros.


Flamenco de mil colores en Buenos Aires
Un espectáculo que reúne lo visceral del flamenco y la inocencia del mundo infantil. Una propuesta arriesgada y muy bien lograda. Tanto el texto, la música, la colorida escenografía y vestuario y especialmente el despliegue de talentos entre bailarinas y cantaor hacen de ‘Enrica y Vicenta’ una obra para que disfruten niños y adultos.
La historia entre dos brujitas flamencas que ponen su destreza en escena entre abanicos, castañuelas y vestuarios deslumbrantes y poco convencionales para la citada danza.
La participación de un pescador que arriba en sus tierras y sin proponérselo enamora a la Luna. Una historia divertida llena de color con momentos candentes entre el cante, baile y percusión en vivo que dinamiza la historia que entretiene al público en general.
La puesta en escena y dirección actoral es de Carolina Marcovsky; la bruja Vicenta es Verónica Marcovsky; la bruja Enrica es Eva Iglesias; el pescador es Maximiliano Serral; y la luna, Romina Marcovsky. Detrás de escena, un gran equipo de arreglos musicales, vestuaristas y escenógrafos; todos ellos se lucen en el Centro Cultural Borges de miércoles a domingo a las 17 horas.