Los partidos coinciden en que la nueva reforma de la Loreg acaba con una injusticia de 11 años

Abolido por fin el voto rogado

El voto rogado ha llegado a su fin. A falta del debate de trámite en el Senado, la ley que desde 2011 obligaba a los españoles en el exterior a solicitar el voto para poder ejercer un derecho fundamental, como es el derecho de sufragio, ha quedado suspendida.  El pleno del Congreso aprobó este jueves, por 339 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones, la reforma del artículo 75 de la Loreg (Ley Orgánica del Régimen Electoral General), que hasta el día de hoy discriminaba a los que residen fuera, con la excusa de establecer las máximas garantías de fiabilidad a los votos del CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes).

Abolido por fin el voto rogado
Votación de la ley
Resultado de la votación presencial en el Congreso de la reforma del artículo 75 de la Loreg.

En este punto hicieron hincapié la mayoría de los diputados que subieron a la tribuna de oradores de la Cámara baja en la sesión matutina del pleno para exponer su postura respecto a una norma que causó rechazo entre la colectividad y redujo al mínimo la participación en los comicios celebrados en España. Además de expresar su satisfacción por el acuerdo alcanzado, que “acaba” con la práctica “antidemocrática de impedir a los residentes en el exterior ejercer su derecho al voto”, según la portavoz del Grupo de Unidad Podemos, Martina Velarde, los diputados también coincidieron en denunciar una ley, la de 2011, que, si bien respondió a la necesidad de “evitar el fraude” de las papeletas que venían de fuera –resaltó Jon Iñarritu, diputado del Grupo EH-Bildu–, produjo “un efecto no previsto ni querido por el legislador”, trató de justificar el diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro.

La reforma ahora aprobada, “redactada con buena técnica jurídica”, es un “ejemplo de patriotismo; del mejor patriotismo”, destacó el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, durante su intervención, en nombre del Gobierno. Tras dar las “gracias a todos los grupos” por su disposición para sacar adelante la ley que deroga el voto rogado, Bolaños, el último en intervenir en esta sesión, dijo que se estaba ante un “día especial en el que los derechos vuelven a ganar espacio”. Porque “los derechos no se ruegan, se ejercen”, apostilló el ministro, para quien el nuevo texto “va a suponer la vuelta a la relación con nuestros compatriotas”, porque se trata de “medidas de sentido común y democrático”, aseguró.

La abolición del voto rogado “se lo debíamos a los compatriotas que salieron a buscar mejores oportunidades y más dignas”, dijo, y añadió: “Estamos construyendo un país al que les va a gustar volver y quedarse”.

Precedieron a Bolaños en el turno de la palabra la diputada socialista Ana Belén Fernández Casero y el popular José Antonio Bermúdez de Castro Fernández, para quien, esta ley “no es una ley cualquiera”, ya que pretende “dar solución a los problemas del voto exterior” y “facilitar la participación”. 

Bermúdez de Castro enumeró las aportaciones del PP a la ley y, al respecto, habló de la apuesta por el voto en urna; la ampliación de los plazos para depositar las papeletas y para que estas puedan llegar al recuento con éxito; la utilización de la valija diplomática para los envíos; la habilitación de más espacios para votar; la adopción de medidas para evitar la manipulación del sufragio o que este se emita de modo más seguro, así como el anticipo, todo lo posible, del envío de documentación. Todas estas medidas se adoptaron siguiendo tres principios: “facilitar la participación de nuestros compatriotas en los procesos electorales”, “asegurar el principio de personalidad de voto y preservar las garantías del procedimiento” y “asegurar la efectividad del voto”.

El diputado ‘popular’ se mostró cauto respecto a la apuesta del voto electrónico, tal y como demandan otros grupos, y, de momento, lo desaconsejó, porque “se ven riesgos” en su aplicación y “no se ofrecen las garantías de seguridad” necesarias.

Por parte socialista, el partido que presentó la reforma, junto con el Grupo Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, tomó la palabra Fernández Casero para reconocer ante la Cámara que los partidos habían cumplido “con un compromiso” con la colectividad en el exterior. “Hoy, por fin, derogamos el voto exterior”, proclamó la diputada, por lo que es “día de celebración”, ya que “restringir los derechos políticos”, como se venía haciendo en este caso, “es restringir la esencia de la democracia”, alegó. 

El “texto incorpora un amplio consenso”, prosiguió Fernández Casero, quien pidió al PP que, del mismo modo que en ocasiones recuerda que la entrada en vigor de la reforma de 2011 se produjo con un gobierno del Partido Socialista, recuerde también que la derogación de la misma se produce igualmente durante un gobierno socialista.

La reforma aprobada este jueves en el Congreso es “una reforma de todos, no de parte”, aclaró la portavoz socialista, y el texto, auguró, “mejorará la participación electoral de los residentes en el exterior”.

Fernández Casero, que expuso algunas de las medidas aplicadas por el PSOE en defensa de los españoles que viven en el extranjero –reconocimiento a sus “derechos culturales y educativos” y a “las pensiones”, entre otras–, consideró que los partidos deben felicitarse en esta ocasión, porque “hemos demostrado estar a la altura de lo que la ciudadanía espera de nosotros”.

El BNG se abstiene

El debate comenzó a las once de la mañana con la subida a la tribuna del diputado del BNG Néstor Rego Candamil (Grupo Plural). En representación de un país que cuenta “con miles de ciudadanos en el extranjero”, dijo, en referencia a Galicia, Rego Candamil adelantó su abstención al considerar que algunas de las propuestas de su grupo a la ley no han sido tenidas en consideración, como la que hace referencia a la habilitación de más espacios que las embajadas y consulados para depositar el voto; la que pide igualmente que se derogue el voto rogado en el caso de los que residen fuera de modo temporal, o la que reclama facilitar el ejercicio del voto de los marineros embarcados.

Dentro del Grupo Plural también intervinieron Mariona Illamola (Junts x Cat) y Joan Baldoví (Bloc Nacionalista Valencià), que expresaron su satisfacción por el acuerdo alcanzado. Así, Illamola, que reclamó el uso de las nuevas tecnologías para votar desde el extranjero –lo que ya fue un hecho recientemente en Estonia y en Francia, aclaró–, consideró que el consenso al que han llegado los grupos supone “garantizar el ejercicio del derecho de voto” de los residentes en el exterior. Por su parte, para Baldoví, el acuerdo “es un avance, sin duda”, ya que la ley vigente hasta ahora “impedía ejercer un derecho fundamental” como es el derecho al voto.

Por el grupo parlamentario republicano, Marta Rosique celebró “haber puesto punto final” al voto rogado, así como que se agilicen los plazos establecidos para el proceso de voto y recuento, y aseguró: “Es una victoria de los españoles en el extranjero que llevan tanto tiempo trabajando por ello”. “Seguiremos luchando por los derechos de la comunidad en el exterior”, apostilló.

El diputado por Navarra del Grupo Mixto, Carlos García Adanero, reconoció que la reforma de 2011 “no fue la más acertada”, ya que “los plazos” para cumplir con el proceso estaban siendo “muy ajustados”. La nueva normativa “facilita las cosas”, pero “también hay que garantizar la seguridad de lo que se vota”, defendió, por lo que, en alusión al voto telemático, alegó que “es una cuestión en la que hay que atinar”, ya que “no se pueden correr riesgos” en ese sentido.

La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, también del Grupo Mixto, fue de las más expresivas de la sesión parlamentaria. “Por fin llegó el día, después de tantos años” de espera, comenzó su intervención. 

Oramas recordó que tanto ella como el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, fueron los únicos que, cuando se tramitó la reforma de 2011, “alzaron la voz” en su contra y denunciaron “aquella ley en la que se ponían de acuerdo PSOE y PP”. 

“El voto rogado era imposible con la legislación en la mano”, justificó, una vez más, su postura de entonces este jueves la diputada canaria, para quien, con esta nueva reforma, “aquel estropicio quedó resuelto”. Asimismo, se congratuló de que la propuesta de su partido para que se pueda votar también en los consulados honorarios haya sido tenida en cuenta.

Por el Grupo Parlamentario Vasco, Mikel Legarda reconoció que la reforma actual “reconsidera la de 2011”, que “condujo a extremos los requisitos y garantías” del voto exterior, habida cuenta de las “sospechas” que, hasta entonces, se cernía sobre el sufragio de los que residen fuera. La reforma, “a expensas de la tramitación en el Senado, viene a dar un impulso definitivo” al voto del CERA y, “después de un debate amplio y sosegado”, “tenemos motivos suficientes para congratularnos por el paso dado”, argumentó.

Por el Grupo EH-Bildu, Jon Iñarritu considera el acuerdo “un paso positivo” y “una gran noticia”, porque la ley que regía hasta ahora “se pensó” para evitar “el fraude”, pero lo grave es que contribuyó a “reducir la participación”, dijo.

Por su parte, Ciudadanos estuvo representado en la Cámara por el diputado Juan Ignacio López-Bas Valero, para quien la reforma “garantiza la mejor manera de que los ciudadanos en el exterior ejerzan su derecho al voto”. Se trata de una “reforma necesaria” y de una “buena reforma”, aseguró, pero, añadió, “esta no es toda la reforma”, ya que, según dijo, hay otras modificaciones que debe recoger la Loreg, porque “aún hay mucho que no funciona bien y se debe cambiar”.

La representante de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, Martina Velarde Gómez, calificó de “día histórico, sin paliativos”, este 9 de junio, al tiempo que lamentó que la nueva normativa no esté vigente para las elecciones andaluzas del próximo 19 de junio. 

Como miembro de una de las formaciones que, junto con el PSOE, presentó la proposición de reforma, Velarde se mostró contundente a la hora de reconocer las bondades de una ley que “acaba” con una medida tan “antidemocrática” como imponer el voto rogado a los residentes en el exterior, ya que su implantación incluía, además, cumplir con un procedimiento engorroso que impedía a muchos ejercer el “derecho fundamental más importante” del articulado en España.

Velarde recordó que se “lleva años luchando por la derogación” de la ley que se aprobó durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con el apoyo del PP, y que lo respaldado este jueves es “un éxito democrático de la ciudadanía organizada”, entre los que citó a Marea Granate, Podemos Exterior e Izquierda Unidad Exterior. También mostró todo su “cariño” a los que se “vieron obligados a emigrar para buscar un futuro mejor” y les dijo: “Necesitamos vuestro talento de vuelta”.

Por parte de Vox tomó la palabra el diputado Carlos José Zambrano García-Raez para recordar que la ley en vigor hasta ahora se aprobó para evitar que se siguieran denunciando casos de “votos que llegaban de más allá”, de personas “fallecidas” o que “no estaban en el censo”. Superado el problema, Vox “ha apoyado esta reforma desde el primer momento”, dijo. Una reforma “de justicia y necesaria”, que “llega tarde, pero que llega” y con la que “se va a acabar con una situación absurda tan prolongada en el tiempo”, aseguró.

Principales modificaciones

El Congreso debatió sobre el dictamen que el pasado 25 de mayo aprobó la Comisión Constitucional para modificar el artículo 75 de la Loreg, que regula el ejercicio de voto de los españoles que viven en el extranjero. Los cambios introducidos en el artículo eliminan el ruego del voto, de tal manera que todos los votantes inscritos en el CERA recibirán, de oficio, la documentación en su domicilio, y dan mayores facilidades a la hora de emitir el voto. De este modo, se mejoran los plazos del envío de la documentación, del voto en urna y del escrutinio.

Si hasta ahora el plazo para el envío de documentación estaba fijado para no más tarde de 34 días después de la convocatoria, la nueva normativa lo acorta a partir del día 18 posterior. 

En el caso del voto en urna, se amplían los plazos, ya que se puede depositar la papeleta entre el octavo y tercer día antes del día de las elecciones, y no solo entre el cuarto y el segundo día como estaba estipulado. Adelantar un día el plazo de finalización da más margen para que los votos lleguen en tiempo y fecha al escrutinio, que, a partir de ahora, deberá realizarse cinco días después del día de la votación en lugar de los tres establecidos hasta el momento.

Rechazo a las enmiendas

Las 16 enmiendas de los partidos al artículo 75 de la Loreg que fueron sometidas a votación en el pleno de este jueves fueron rechazadas por los diputados de la Cámara. La mayoría correspondían al Grupo Plural y solo tres al Grupo Republicano.

Ahora, la proposición de ley se remitirá al Senado, donde seguirá el procedimiento de debate en ponencia, comisión y Pleno. La Cámara Alta podrá aprobar el texto en sus términos, presentar enmiendas o proponer un veto. En el caso de los dos últimos supuestos, la iniciativa regresará al Congreso de los Diputados para la celebración de un último debate antes de su aprobación definitiva.