Fernández Mañueco, investido presidente con el apoyo de Vox que por primera vez entra en un gobierno autonómico

Alfonso Fernández Mañueco fue investido presidente de la Junta de Castilla y León con el único apoyo de Vox que, por primera vez, entra en un Gobierno autonómico, ya que, según el acuerdo entre ambos partidos, los de Santiago Abascal asumen la vicepresidencia, tres consejerías y la presidencia en las Cortes.

Fernández Mañueco, investido presidente con el apoyo de Vox que por primera vez entra en un gobierno autonómico
Sesión Investidura Mañueco 2
Vista de la Cámara durante la sesión de investidura.

Durante su intervención en la sesión de investidura, Mañueco prometió una “revolución fiscal” con la bajada del IRPF en la comunidad y la mayor “bajada de impuestos de la historia”.

En su discurso solicitando la confianza de la Cámara, Mañueco recordó que se trata de una coalición que “refleja la voluntad que los castellanos y leoneses expresaron democráticamente en las urnas” y pidió que se juzgara al nuevo Ejecutivo “sin ataques preconcebidos ni prejuicios”.  

El presidente electo agradeció al candidato de Vox, Juan García-Gallardo, su predisposición a explorar acuerdos pero marcó las diferencias entre ambos partidos. “Somos dos partidos distintos. Cada uno con sus legítimas posiciones que los castellanos y leoneses conocen sobradamente. Pero hemos sabido dar ejemplo de generosidad, responsabilidad y capacidad de acuerdo. Hablando. Negociando. Buscando puntos de encuentro cuando era preciso para alcanzar los consensos necesarios”.

Estos puntos de acuerdo pasan por un decreto de “concordia” que sustituirá al de memoria histórica que, según García-Gallardo, solo protege “a una de las partes” de las víctimas de la Guerra Civil. También se aprobará una ley de violencia intrafamiliar, aunque Mañueco aseguró que mantendrá la Ley de violencia de género. “Mi compromiso es proteger a las personas, a las más vulnerables. Así ha sido siempre y así va a seguir siendo. Por eso, reitero mi compromiso irrenunciable con la lucha contra la violencia de género, la violencia ejercida contra las mujeres, ya que ésta no se produce solamente en el ámbito familiar”, aseguró el presidente electo.

Por su parte, García-Gallardo, quien dijo que “Vox es el partido de la ley y el orden”, justificó su entrada en el Gobierno de Castilla y León a pesar de estar en contra del estado de las autonomías, asegurando que el deber de su formación política es “concurrir a todas las elecciones y gobernar en las instituciones donde se decide el devenir de los compatriotas”.

Por su parte, el socialista Luis Tudanca le recriminó a Mañueco su pacto con Vox. “No puede hacer como que no pasa nada y justificar este pacto como uno más”, dijo el líder de la oposición quien aseguró que “hay otra Castilla y León posible” y que el acuerdo entre el PP y Vox no puede pasar “sin pena ni gloria”. “Los que ha sucedido aquí no sucede en ningún otro sitio de España y de Europa”, recordó.

Del acto fue seguido desde la tribuna por Santiago Abascal quien se mostró convencido de que el Gobierno de Castilla y León va a tener “muchos enemigos”, pero supone una “gran esperanza” para millones de españoles que observan una posible “alternativa” para toda España la coalición entre el PP y Vox.

El que no estuvo la sesión de investidura fue el recién elegido presidente del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, que participaba en el Comité de Dirección de su partido. Tampoco está claro que su agenda le permita estar en la toma de posesión de Mañueco prevista para el martes 19 de abril, tras la Semana Santa. Al día siguiente tomarán posesión el vicepresidente y los consejeros, con el fin de celebrar el jueves 21 de abril el primer Consejo de Gobierno del Ejecutivo de coalición de PP y Vox.