Blanca Rosa Blanco dirige el documental, que refleja la fiesta de los indianos en La Palma

‘Retorno’, es volver a vivir aquel sueño

Hay un refrán que reza: “Zapatero a tus zapatos”, y yo no soy crítico de cine y menos de cine documental, pero lo que sí sé, es que durante cincuenta y dos minutos de ‘Retorno’ vinieron a visitarme tantos recuerdos vividos de mi Cuba, que hicieron brotar mis lágrimas.

‘Retorno’, es volver a vivir aquel sueño

La sinopsis de este trabajo refleja esa fiesta tan popular de los indianos en la isla de La Palma (Canarias), que consiste en un recordatorio de esos emigrantes que salieron rumbo a Cuba entre el siglo XIX y el siglo XX. Algunos retornaron exitosos, otros quizás no tanto, pero se me antoja que muchos de ellos fueron felices al regresar a su tierra.

En el documental queda admirablemente reproducida la indumentaria indiana de color blanco, la música, el tabaco, etc., y cómo al asentarse nuevamente en Canarias se producía esa mezcla de culturas que siempre enriquece a los pueblos.

Este proyecto cuenta con guion y dirección de Blanca Rosa Blanco; producción de Carlos de la Huerta; producción ejecutiva de Danilo León; producción asociada de Agustín Pérez/Mario Escalona; director de fotografía, Alexander González; sonido directo de Damián Rubiera; diseño de banda sonora a cargo de Osmany Olivare; edición por Adrián Blanco; música de Reinaldo Sanler; operadores de cámara, David Cruz y Lena Hernández.

Pregunta. ¿Quién es Blanca Rosa Blanco?

Respuesta. Una persona con inquietudes constantes, en una búsqueda permanente, donde el reto es una motivación, donde la necesidad por compartir emociones es imprescindible, una persona que no es consciente del límite y eso entra en contradicción con la realidad y a la vez descubro cuánto sufro para enfrentarla. Creo hoy soy esa. Todo está en constante cambio y lo enfrento así. Desde otro enfoque, soy una actriz graduada del Instituto Superior de Arte del curso 94-95, de un grupo disperso por el mundo, una madre, una hija, una mujer inquieta que busca en los lugares, historias, personajes, que ama intensamente. Esa soy yo.

P. Háblenos de su experiencia como directora de cine.

R. La experiencia en la dirección es un recorrido que se está construyendo, una acumulación, una suma de procesos que he vendido compartiendo y que sigue siendo aprendizaje. Primero fue dar clases de actuación a un grupo de estudiantes del Instituto Superior de Arte, fue la motivación más fuerte, la experiencia en el proceso que pude transmitir dejaba un vacío enorme, porque no podía quedarme con cada uno de esos ejercicios de clases. Se unió a la necesidad de contar a través del cine, con un género bastante cercano, el policiaco, popular, y comercial con el cual la pretensión era usarlo para acercarnos a denunciar la violencia contra la mujer, a las consecuencias del silencio, y aportar desde donde estoy una inquietud personal que transita mucho más de lo que pensaba, y esa sensación solo se reconoce cuando la obra está lista, la sala llena y las personas quedan atrapadas hasta el final. Eso fue únicamente nuestro objetivo con ‘El Regreso’, mi opera prima. Es muy gratificante ver la sala llena y eso es también la experiencia. Luego ‘Retorno’, género documental también nuevo para mí y del cual ya estamos hablando. Convertir la Fiesta es un pretexto, era el reto que tenía, poder llevar a los que dieron su testimonio y tenerlos créeme que es de una gran satisfacción. Su acogida, su breve recorrido insular, la conexión emocional, es parte de la motivación para seguir.

P. ¿Cómo nace el documental ‘Retorno’?

R. ‘Retorno’ nace de una imagen compartida por unos amigos, el antiguo cónsul Ulises y Mercedes en un portal habanero, y creo que fui contaminada por la emoción con la que ellos contaban lo que sucedía, y descubrir cuan desconocido era el suceso en sí. Me trasladó una permanente necesidad por compartir lo mismo que estaba sintiendo. Descubrir la presencia cubana de ese modo no era suficiente, ya no se trataba de la fiesta, detrás había algo que reconocí y comenzó la investigación, buscar las fuentes que fueran los testimonios y me dejaran las respuestas que yo buscaba, llevarlos y entrelazarlos fue un trabajo minucioso, por su propio valor testimonial y por respeto a la obra de cada cual. Hubo consenso entre todos, lo que te deja confiar, teje una necesidad común entre las partes y eso fue sorprendente.

P. ¿Qué tiempo trascurre hasta que el proyecto se hace realidad?

R. Un 2018 de búsqueda de presupuesto mientras investigaba, y que no se pudo ejecutar porque no habíamos completado financiamiento, ese año parecía perdido, ya sabes lo que significa y cómo aún persistiendo se aleja el sueño, luego el 2019 llega y logramos un poco más, y se suma la colaboración de Pernord Ricard, lo cual completó el proyecto y nos fuimos a rodar. No haber visto jamás la fiesta y enfrentarla con tres cámaras, sonido, consciente que era ese día y único, créeme que fue uno de los mejores retos de mi vida y creo que el equipo también lo vivió del mismo modo. Siempre segura cuando tienes un diseño de producción, asumido por Carlos de la Huerta, que tiene un control del tiempo en producción y eso te da una garantía y una seguridad total. Luego el Covid, tiempo de sobre para editar, gestionar derechos musicales y cerrar hasta que llego su día. Este fue su tiempo.

P. ¿Tiene usted raíces canarias?

R. Una parte de mi familia vive en Canarias hace mucho tiempo, allí estoy empadronada también y me he dejado contaminar por esa mezcla que los caracteriza. En mis orígenes está mi bisabuelo que nació en Málaga y vino a Cuba, aquí se quedó. A mi padre recuerdo que le decían ‘El Curro’ y conservo esa foto que muestro al final, es mi homenaje a tantos que hicieron el mismo recorrido. Estoy en deuda con Málaga, quiero ir al lugar donde él nació, descubrir esa ciudad hermosa y recorrer, oler, sentarme cerca del mar. Quizás allí me sorprenda otra historia.

P. ¿Por qué escoge específicamente la isla de La Palma?

R. La Palma es el escenario que mostraba aquella foto, y a pesar de saber que existen otros festejos de indianos, la sorprendente cubanía que existe sin festejos en el día a día es realmente conmovedor, te sientes en casa, su geografía, el clima, pero sobre todo su gente.

P. La fiesta de los indianos, explíquenos en qué consiste.

R. Desde el momento en que te inquieta saber qué es aquello que sucede, a pesar de la parodia, del blanco, del polvo, es un homenaje festivo, es la memoria viva, es el recuerdo, quizás se tergiverse o se desconozca la verdadera razón, pero una vez que la vives desde ese escenario tan particular alguna duda te queda, más allá de lo que aporta como fenómeno carnavalesco. Los indianos podrían ser, si se quiere, un patrimonio ceremonial y armonioso, también doloroso por todo lo que encierra la inmigración en sí misma y del modo que aún perdura.

P. Detrás de cada historia, suele haber nostalgia y recuerdos. ¿Qué es lo que más le impactó?

R. A cada paso y por cada encuentro no lograba superar el privilegio de escuchar cada anécdota, y cuánta dicha haber conseguido mezclar las emociones de todos, creo que nos fuimos contaminando a la vez, esa sensación de la honestidad, unida a un fenómeno tan universal como la inmigración, ese modo de ir visualizando la investigación previa. Una de las más significativas fue estar bajo Los Laureles de Los Llanos de Aridane, te lo escribo y aún me emociono. Yo lo había leído aquí, en La Habana, en la biblioteca y no podía creer que estaban allí. Sembrados. Potentes. Cuando pregunto por Los Laureles, María Victoria me dice: Estos son Los Laureles que tú buscas, todo lo que había tenido en teoría en mi proceso pude encontrarlo, en la distancia. No conocía La Palma. Fui de la fuente que en teoría existe a la realidad y allí estaba todo. Parecía que esperaba.

P. La cónsul general de Cuba en Canarias, Elsa Agramonte, me contaba el contraste de emociones en el Teatro Cine Chico de Santa Cruz de La Palma. Mientras el cronómetro avanzaba, se reflejaba la alegría y a la vez la tristeza, y, al terminar, los asistentes no dejaban de aplaudir. ¿Qué sintió usted en ese momento?

R. Imagínate, no es posible imaginar qué va a suceder con un proyecto en su propio escenario, estás fuera de tu círculo, fuera de casa, vas a experimentar y compartir con los protagonistas en su espacio. Carlos de La Huerta y yo nos sentamos atrás, teníamos que pasar por ese momento y realmente superó nuestras expectativas, fue más allá, aquellos aplausos sin detenerse están retratados para siempre en nuestras vidas.

P. Blanca, sé por experiencia propia que, a la hora de tocar puertas para pedir ayuda o guía, muchas veces es difícil, así que nos gustaría conocer quiénes apostaron por este proyecto.

R. Pasaron casi dos años para conseguir el apoyo justo, las circunstancias de un fondo para un grupo de proyectos donde también estaba yo con ‘Retorno’, que contaba con un solo número, una única cifra que era lo considerado por el Ministerio de Cultura y el resto para completar financiamiento hizo que se sumaran el ICAIC, la EGREM. Si tengo una persona que desde la primera vez estuvo y apoyó fue Manuel Camenera, quien representa a Pernor Ricard en Canarias, María José Manso desde la Film Comision de La Palma, Agustín Pérez, un amigo canario que ama a Cuba, incondicional que se ganó el crédito de productor asociado por todo su apoyo. Recuerda que es la primera vez que estoy rodando fuera de Cuba, lo que puede ser muy normal en el mundo de la producción audiovisual, pero para nosotros los cubanos es bastante lejano. Se sumaron y creyeron todos los que ves y están en ‘Retorno’ siendo parte inseparable de mi vida.

P. ¿Cómo será la difusión de este audiovisual?

R. Pasaron tres largos años, pandemia incluida. En principio estamos cerrando el círculo de su estreno en Cuba. Nos gustaría mostrarlo mucho más. Esperemos que así sea, que el interés por su recorrido sea tomado de la mano por aquellos que crean en lo hemos realizado y podamos compartir juntos la experiencia.

P. ¿Hay interés por parte del Gobierno de Canarias, y específicamente de la Dirección de Emigración?

R. Pues no lo sé, podría este trabajo establecer un puente de interés, hacerles llegar el ‘Retorno’, y dejar en sus manos alguna estrategia a modo de intercambio y, sobre todo, porque de ser así tenemos mucho que contar aún, historias comunes, grandes sucesos que gracias a la investigación están muy presentes.

P. Estoy seguro de que guarda mucho material para realizar una segunda e incluso una tercera parte de este documental. ¿Ve posible llevarlo a cabo?

R. Ciertamente la tengo, esto es un punto de partida, solo espero que la situación económica permita volver a poner los intereses en las producciones, que los intercambios, los fondos internacionales a los cuales son de difícil acceso me permitan seguir contando historias. Que sería una serie fabulosa seguir por las islas que tanto tienen que decir. En nuestro caso, con mucho dolor te cuento que el patrimonio no está conservado, el rescate lleva un esfuerzo grande. La sociedad canaria en Cuba ha estado afectada en los últimos años, la visita del presidente canario, al cual saludé de paso, ha creado esperanzas para las comunidades de la sociedad civil canaria en Cuba. De todos modos, una casa canaria no es precisamente la solución, se tiene que trabajar en la memoria, en la conservación, en la historia. Te dice algo ‘El Valbanera’… Pues me encantaría poder contar esa historia, se cumplieron los cien años del hundimiento estando yo en las Islas, debes imaginar cuánto daría por contar esa historia. Me entrevisté con muchos isleños que también tienen su vida marcada por ese suceso, no sería justo que se quede solo en las páginas… O la estancia de Dulce María Loynas en Tenerife… en eso estamos trabajando hoy.

P. Tengo entendido que ya se ha presentado el documental en el Cine Yara en La Habana, también en mi provincia de Camagüey recientemente. ¿Tiene pensado presentar su trabajo en las zonas donde ha habido más asentamiento canario, como por ejemplo en la conocida ‘capital canaria’ de Cabaiguán, en Sancti Spíritus, que recientemente visitó Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias (Según los últimos datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero, en Cuba hay 65.377 residentes canarios)?

R. Nosotros llevamos a modo de iniciativa personal ‘Retorno’ a Camagüey, y antes pasamos por Sancti Spíritus, convocamos a los habitantes de Cabaiguán a esa única función y realmente no pudieron llegar por razones de transporte, horarios. Es complejo porque no tienen el cine habilitado. Dejamos una copia para que la tuvieran, pero si algo habíamos soñado era compartir la experiencia con esa población. Nos supera una situación económica de la cual no estoy ajeno, donde el cine no está precisamente en el lugar que le corresponde. Las redes han sido aliadas para conseguir convocatoria. Estamos bastante desprotegidos en ese sentido. Realmente las obras en las gavetas no dicen nada. Esperemos poder hacer llegar una copia al señor Ángel Víctor Torres.