Opinión

‘A Virxe da Rocha’ de Baiona: las publicaciones de la época

‘A Virxe de Baiona’, cuya autoría se debe al impar arquitecto porriñés Antonio Palacios Ramilo, no fue inaugurada hasta septiembre de 1930, unos meses después de haber fallecido Don Laureano Salgado. Resonó allí la ‘Marcha de Infantes’, según las crónicas de la época, “con gran entusiasmo y vivas”. A lo largo de las alcaldías de Aurelio Rey Alar –desde 1949 hasta 1951– y de José Pereira Troncoso –de 1951 a 1965– la comarca logró el máximo protagonismo merced a la creación de novísimos espacios.

‘A Virxe da Rocha’ de Baiona: las publicaciones de la época

‘A Virxe de Baiona’, cuya autoría se debe al impar arquitecto porriñés Antonio Palacios Ramilo, no fue inaugurada hasta septiembre de 1930, unos meses después de haber fallecido Don Laureano Salgado. Resonó allí la ‘Marcha de Infantes’, según las crónicas de la época, “con gran entusiasmo y vivas”. A lo largo de las alcaldías de Aurelio Rey Alar –desde 1949 hasta 1951– y de José Pereira Troncoso –de 1951 a 1965– la comarca logró el máximo protagonismo merced a la creación de novísimos espacios.

De tal manera que fueron mejorados los accesos a la Real Villa –la antigua ‘Erizana’–, puesto que el área de ocio se nombra como ‘Parque Mercedes Ruiz de la Escalera’. Se erige, asimismo, un ‘Vía Crucis’ labrado por el maestro Pereira y finalizado en ‘Calvario’ por la mano de Ángel Fernández, cuya autoría corresponde al nombre artístico de ‘Angelito Vernet’. A los pies del monumento, la Real Villa de Baiona levanta un busto en imborrable recuerdo hacia la figura del señor Laureano Salgado Rodríguez, gran promotor de la llegada de la electricidad a la comarca del Miñor.

He aquí una entrañable fotografía del señor Evaristo ‘O Barbas’ junto a sus sobrinos, delante de la escultura de ‘Angelito Vernet’, lamentablemente robada, por cierto, en 1981. Bella estampa perteneciente a la colección de Doña Esperanza Fernández Vernet.

Es justo recordar también que la construcción de la ‘Virxe da Rocha’ llevó consigo, de modo paralelo, un “programa editorial” de singular trascendencia. A partir del día 31 de octubre de 1909 –primer aniversario de la inauguración del alumbrado público en Baiona– ve la luz El Mirlo Blanco, periódico católico-social editado entre Pontevedra y Caldas de Reis. Sus contenidos estaban íntegramente relacionados con el monumento de Baiona la Real. Fue, a no dudar, el enorme apoyo recibido por el estamento eclesiástico: desde Burgos a Palencia, el obispo de Tui enalteció al “industrial infatigable” con la carta denominada ‘Ave, Maris Stella’.

Si deseamos evocar las listas de nombres y apellidos de los partícipes en la “suscripción popular” que recorren las páginas de estas publicaciones, hemos de constatar desde las “1.000 pesetas” aportadas por la Marquesa del Pazo de la Merced –viuda del excelentísimo señor Elduayen– hasta la más modesta “peseta” de “un devoto de Silleda”. Igualmente, el artífice señor Salgado es responsable de otras creaciones, como Fray Prudencio –de 1897 a 1907–, El Combate, de 1910, o el boletín Chave d’os raios, de 1922. Como es palmario, su contenido estaba colmado de humor, además de sentido crítico y combativo en cuanto a la vida política.

¡Guiño también al “interruptor de la luz”, salida de sus empresas! Evoquemos, ¿cómo no?, los títulos de Electra Popular para Vigo y Redondela, en 1902, Hulla Blanca, en 1909, o bien Eléctrica Cuntiense. Contemplo ahora la cabecera de El Mirlo Blanco, donde el pájaro lleva en su pico un sol a manera de lámpara de la empresa Hulla Blanca, propiedad del señor Salgado.