La ciudad peruana de Puno y las andanzas del Conde de Lemos
Los aconteceres de la ciudad peruana de Puno dan comienzo en la segunda mitad del siglo XVII, cuando llegó a la región don Pedro Antonio Fernández de Castro, esto es, el célebre Conde de Lemos y Virrey del Perú, a fin de reprimir las revueltas y conjurar las insubordinaciones de los Salcedo, propietarios de las prósperas minas de Laycacota. “Hasta entonces –me comenta el señor Aurelio Miró-Quesada–, Puno era sólo un asiento pequeño, tendido, como otros tantos, en la ribera del Lago Titicaca, y cuyas modestas habitaciones se cubrían con techos altos y pesados de paja, para protegerse del viento y el frío cortante de la puna, el conocido ‘mal de altura”.