Es autora de ‘El fuego del flamboyán’, que narra la historia de una emigración a Cuba

Viruca Yebra: “Los emigrantes son personas muy especiales, tienen una valía digna de elogio”

Viruca Yebra habla con admiración de los emigrantes que, durante la primera mitad del siglo XX y por diferentes causas, tuvieron que dejar España e ir a buscarse la vida a América. “Los emigrantes son personas muy especiales, tienen una valía digna de elogio”, asegura esta periodista que en su primera novela, ‘El fuego de flamboyán’, escribe la historia de una familia que emigra a Cuba en busca de una vida mejor.

Viruca Yebra: “Los emigrantes son personas muy especiales, tienen una valía digna de elogio”
Viruka Yebra
Viruka Yebra, autora de la novela 'El fuego de flamboyán'.

Viruca Yebra habla con admiración de los emigrantes que, durante la primera mitad del siglo XX y por diferentes causas, tuvieron que dejar España e ir a buscarse la vida a América. “Los emigrantes son personas muy especiales, tienen una valía digna de elogio”, asegura esta periodista que en su primera novela, ‘El fuego de flamboyán’, escribe la historia de una familia que emigra a Cuba en busca de una vida mejor.

“Esta no es una novela histórica”, dice la autora, quien asegura que “por la historia paso de puntillas, hago lo que ha hecho todo el mundo. Tu vida es tu vida y te metes en la historia en la medida que afecta a tu vida”.

El punto de partida de esta novela, que ya va por la segunda edición y que acaba de ser presentada en A Coruña, es una experiencia familiar. “Tuve un abuelo que emigró a Cuba y estuvo diez años allí hasta que volvió para casarse. En un principio –explica Yebra–, empecé a contar su historia pero luego fui introduciendo a otras personas y dejando hueco para la imaginación y otras historias”. ‘El fuego de flamboyán’ es un libro basado en historias familiares y “para llevarlo a cabo me entrevisté con mucha gente que vivió en Cuba durante los años 40 y 50”, asegura Viruca Yebra, quien recuerda que muchos de los personajes de la novela han existido.

Entre todos los personajes, explica Yebra, hay algunos que triunfan y otros no, igual que en la vida real porque “los emigrantes unos triunfaron y otro no, pero el gallego –explica la autora– es trabajador y el que sale fuera es raro que no consiga algo”.

Esta novela cuenta las historias de Tino y Antonio. Tino es un joven seductor que emigró a Cuba y regresa a Galicia para casarse. Una vez que alcanza un cierto poder adquisitivo tiene que volver a salir del país por cuestiones políticas y, de nuevo, se va a la isla caribeña.

Antonio, por su parte, es un abogado liberal y culto que tiene que salir también de España por cuestiones políticas y se va a Cuba con su nieta Elisa, uno de los personajes femeninos que a lo largo de la novela va tomando conciencia de ser una mujer del siglo XX frente a las otras mujeres que aparecen en la historia y que “son más antiguas y ancladas a la tierra”.

La novela refleja los grandes contrastes que había en aquel entonces entre Cuba y Galicia. “El primero –explica Yebra– el contraste entre el mundo rural y el mundo del pueblo porque Tino se va a las localidades de Holguín y Trinidad, pero su hermano se queda en La Habana”. La obra también refleja el importante contraste entre ricos y pobres en aquel momento en Cuba y cómo la mayoría de la población humilde era negra mientras que la sociedad más acomodada era blanca.

‘El fuego de flamboyán’ también refleja los cambios sociales que se producen a lo largo de la historia y cuenta cómo, en la primera emigración, el barco en el que se va Tino a Cuba es un barco a vela mientras que la segunda vez hace la travesía en un barco de vapor y con una condiciones de viaje más confortables.

Además, la evolución de España a lo largo de estos años deja su impronta en la novela. Cuando Tino regresa a Madrid, en los años 50, se encuentra una ciudad en situación de postguerra, con cartilla de racionamiento y colas para conseguir alimentos, pero cuando regresa tras el triunfo de la revolución castrista en Cuba se encuentra cierta modernidad, sobre todo en Madrid. “Al final, todos estos contrastes y cambios, te dan la medida de lo que fue el mundo del siglo XX”, asegura la escritora de Sarria.

“Pero esto es una novela de sentimiento a flor de piel”, recuerda Viruca Yebra, quien asegura que casi siempre se habla del emigrante en función del trabajo y por eso ella quiso mostrarlo desde un punto de vista más humano “con la ‘morriña’ de la tierra y con la necesidad de encontrar la persona adecuada para compartir su vida”.

Respecto a la emigración actual, esta periodista gallega afincada en Marbella explica que, “actualmente, la gente joven emigra para buscar trabajo pero con muchas diferencias”. “Es un tipo de emigración totalmente distinta porque “el sentido de la necesidad imperiosa no la tienen como en aquella época”, explica Yebra, quien asegura que “el emigrante de principios de siglo tenía mucho mérito”.