Miguel Ángel Alvelo publica un libro sobre la relación de Fraga con Cuba y con Fidel Castro

Bajo el título ‘Don Manuel Fraga, un sentir cubano’, el escritor cubano-gallego Miguel Ángel Alvelo describe las relaciones de Fraga con Cuba y con Fidel Castro desde un punto de vista “histórico, humano y cultural”.

Miguel Ángel Alvelo publica un libro sobre la relación de Fraga con Cuba y con Fidel Castro
Fraga saluda a Fidel en uno de sus viajes.

Bajo el título ‘Don Manuel Fraga, un sentir cubano’, el escritor cubano-gallego Miguel Ángel Alvelo describe las relaciones de Fraga con Cuba y con Fidel Castro desde un punto de vista “histórico, humano y cultural”.

Esta obra, de carácter “apolítica”, recoge los orígenes de las familias Fraga e Iribarne, que “salen a Cuba en condiciones muy diferentes”, comenta Alvelo, a la vez que explica que él mismo desempolvó los manuscritos de María Iribarne Dubouix en Cuba escritos en el siglo pasado.

Además de este material inédito, este volumen también aporta –gracias a la gestión de Migdalia García, presidenta de los gallegos en Manatí, Tunas– la documentación que demuestra que los dos hermanos de Manuel Fraga, -María Dolores y José Darío- nacieron en Cuba.

El libro de Alvelo, que también recoge la trayectoria vital de los padres de Manuel Fraga y Fidel Castro y como ambos salieron de una aldea de Lugo rumbo a Cuba, recuerda la infancia de ambos políticos que ya apuntaban “los dones naturales para un futuro liderazgo”.

Otro de los capítulos del libro está dedicado a los viajes que Fraga hizo a Cuba y al viaje de Fidel a Galicia. En este apartado se recupera y expone “una amplia e inédita iconografía fotográfica de las visitas de Don Manuel Fraga a Cuba en los años 1991 y 1998” y sus visitas a las casa de sus padres en Manatí.

Asimismo, se recoge la visita que los 27 y 28 de julio de 1992 Fidel Castro hizo a Galicia, donde recorrió diferentes enclaves y se reunió con numerosas personas. Pero el momento más emotivo –explica Alvelo- fue la visita a la casa de su padre en Lancara. “Allí, en el interior de esa pequeña vivienda, permaneció 20 minutos en un profundo y sobrecogedor silencio de meditación. Sólo Fidel sabrá lo que en aquellos instantes recordaba de su padre, hombre que primero fue un soldado español en Cuba y, posteriormente, un emigrantes gallego en ese país”.

El último capítulo del libro, titulado ‘Cuando un amigo se va’, se hace eco del sentir “de todos los presidentes de las sociedades gallegas en Cuba”, así como del “órgano oficial del Gobierno de la República, ‘El Granma”.