La entidad apostó desde siempre por el folclore gallego

Un centro que nace con la intención de mantener vivas las tradiciones

El Centro Gallego de Avellaneda nació el 22 de octubre de 1899 con el nombre de Centro Gallego de Barracas al Sur. La entidad, fundada por un núcleo de vecinos oriundos de Galicia, encontró en Antonio Paredes Rey –primer presidente y socio fundador– el principal pilar para su desarrollo en las primeras horas.

Un centro que nace con la intención de mantener vivas las tradiciones
ACTA FUNDACIONAL AVELLANEDA
Acta fundacional de la entidad.

El Centro Gallego de Avellaneda nació el 22 de octubre de 1899 con el nombre de Centro Gallego de Barracas al Sur. La entidad, fundada por un núcleo de vecinos oriundos de Galicia, encontró en Antonio Paredes Rey –primer presidente y socio fundador– el principal pilar para su desarrollo en las primeras horas. Prueba de ello ha sido la aparición, tan sólo un año más tarde, de una Escuela de Música destinada a la formación de un conjunto musical y de un cuerpo de baile y de coro que mantuviesen vivas las canciones, las danzas y el folclore gallego.

Ese mismo año comenzó a publicarse también, un boletín oficial que tenía por objeto dar cuenta a los asociados de las últimas novedades de la sociedad.

En 1904 se le reconoció la personería jurídica. El 11 de junio del año siguiente, se consiguió escriturar el terreno ubicado frente a la Plaza Alsina en la Avenida Mitre y, poco después, se colocó la piedra fundamental de lo que sería el futuro edificio social.

Crecimiento vertiginoso

La institución creció a un ritmo vertiginoso que hizo posible contar, ya en 1913, con 690 asociados. Las expectativas que generaba este progreso llevaron a barajar la posibilidad de construir un teatro. Coliseo que sería luego el asiento de las grandes manifestaciones culturales y artísticas de Avellaneda por aquella época.

La gran fiesta de inauguración de la casa social se realizó el 24 de mayo de 1916.

El edificio, más tarde ampliado y reinaugurado en 1827, se destacó por su célebre estilo renacentista y por el zócalo de su salón de fiestas, ejecutado con mayólica de Talavera de la Reina.

Durante muchos años, la sede fue el asiento de un centro de estudios en el que se dictaron clases de dactilografía, taquigrafía, corresponsalía (incluía redacción comercial, contratos, consejos prácticos aplicables al comercio, abreviaturas y ortografía), corte y confección, piano, solfeo, canto y música, danzas, fantasías y dibujo.

La entidad llegó a contar además, con un coro, cuerpo de baile, orquesta y rondalla que participaron en las fiestas y veladas artísticas, tanto propias como de instituciones amigas.

En la actualidad, la institución ofrece cursos de inglés, danzas, idioma gallego y clases de gimnasia especial. Asimismo, cuenta con una biblioteca especializada en literatura gallega, en la que se pueden consultar distintas publicaciones periódicas enviadas desde Galicia.

Cabe consignar, asimismo, que el asesoramiento notarial y jurídico, como así también la información requerida en cuanto a viajes y reencuentros, es totalmente gratuita.

Es importante señalar finalmente, que con vistas a satisfacer necesidades de orden cultural y de esparcimiento, el Centro realiza periódicamente reuniones culturales, desfiles de moda, exposiciones y bailes.

Cuando llega el verano, los socios de la entidad pueden disfrutar del sol, del agua y de las romerías gallegas en el campo recreativo que la Sociedad posee en la ribera de Quilmes.